La Diputación de Bizkaia y el Gobierno vasco estudian ya las fórmulas para que el acceso al futuro Guggenheim de Urdaibai sea fundamentalmente a través del tren, de forma que se reduzca el impacto medioambiental en la zona, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. La institución foral y el departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Ejecutivo vasco ultiman un protocolo de colaboración para estudiar el proyecto que permita la unión de las dos sedes que conformarán el museo, Gernika y Murueta, a través de ferrocarril, aprovechando la actual línea de Euskotren que une Bilbao con Bermeo.
En el documento, que se ha remitido al Parlamento Vasco y al que ha tenido acceso elDiario.es/Euskadi, se contempla la posibilidad de ubicar una nueva estación en la zona de Murueta, uno de los dos enclaves donde está prevista la implantación de la nueva colección de arte del Museo Guggenheim -el otro está en Gernika- dentro de la línea de ferrocarril que actualmente une Bilbao con Bermeo. Esta línea tiene parada actualmente en Gernika. De esta forma, el ferrocarril “como medio de transporte seguro, fiable, flexible para grandes volúmenes”, permitirá “gestionar y adecuar la movilidad derivada del potencial impulso tractor y dinamizador asociado al proyecto de ampliación del Museo Guggenheim Bilbao”, señala el documento.
Todavía está en fase preliminar y las partes analizarán todas las posibilidades para mejorar la movilidad en la zona. Aunque no se descarta en principio ninguna opción, porque no se ha bajado aún al detalle de las posibles medidas, en principio la actuación incluiría solo un apeadero y no una ampliación de la actual trazado de la vía, según señalan fuentes del Gobierno vasco, por lo que el acceso hasta el museo debería completarse con algún paseo peatonal.
Las partes se comprometen en el documento a analizar “la viabilidad del proyecto”, para lo cual Eusko Trenbide Sarea (ETS, el equivalente autonómico a Adif) estudiará la realización de la conexión ferroviaria (diseño de infraestructura y servicio) de las dos futuras sedes del museo Guggenheim Urdaibai en la línea Bilbao-Bermeo, y la Diputación Foral de Bizkaia podrá proponer las ideas y requisitos que considere convenientes y aportará la información y documentación necesaria para ello“. La financiación del proyecto se realizará de manera conjunta, aunque no está determinado el porcentaje que aportará cada institución y se deja abierto para convenios específicos posteriores para las actuaciones correspondientes.
El protocolo de colaboración establece además la creación de una Comisión de Seguimiento que se encargará del impulso y control de las actuaciones contenidas en el acuerdo, del calendario y la priorización de las actuaciones a desarrollar. Estará compuesta por dos representantes de cada una de las partes firmantes, presidida por el representante de la Diputación, mientras que la Secretaría de la misma será de uno de los representantes de ETS. A ella podrán incorporarse puntualmente técnicos de las partes intervinientes, así como en su caso, representantes de otros organismos o entidades cuya presencia se considere conveniente para el cumplimiento de los objetivos del protocolo. El acuerdo estará en vigor cuatro años desde el momento de la firma, y podrá prorrogarse por otros cuatro años más.
Sin coches y con visitas y aperturas limitadas
El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, adelantó la puesta en marcha de este estudio ferroviario en su discurso en el pleno general de Bizkaia el pasado día 28. Según señaló, la intención de la Diputación es que el acceso al nuevo museo deje fuera el coche, y sea mediante ferrocarril, bici o a pie. “Nada de coches”, insistió, con el objeto de minimizar al máximo el impacto medioambiental. Además, afirmó que se fijaría un “número de visitantes máximo, sin multitudes ni aglomeraciones” y que se plantean que el museo abra solo “en determinados meses del año”, lo que parece apuntar que estaría cerrado en invierno, cuando puede atraer menos visitantes y será menos rentable.
Rementeria también adelantó que el museo ha contratado un “equipo internacional de prestigio” para trabajar las bases mínimas del pliego arquitectónico, medioambiental y paisajístico que podría estar listo en cinco meses. En este plazo debería haberse recibido la aportación de 40 millones de euros por parte del Gobierno central para financiar proyecto, por lo que el arranque del estudio para los accesos supone un paso más en la puesta en marcha de un proyecto sobre el que todavía pesan muchas dudas medioambientales.
Precisamente, parte de la intervención de Rementeria durante el pleno en relación con el Guggenheim de Urdaibai estuvo en buena parte destinada a aplacar las críticas de quienes creen que tendrá un impacto irreparable para la reserva de la biosfera. En este sentido, el diputado general destacó que el proyecto recupera suelos degradados en de la empresa Dalia en Gernika y del astillero de Murueta, que se convertirá dijo “en un edificio icónico con cero emisiones de CO2”, y que se prevé la limitación de visitantes.