Euskadi ya tiene casi “finalizada” una primera estación de AVE... en un pueblo de menos de 600 habitantes

La primera estación del AVE en Euskadi que se da por “finalizada” tanto en lo tocante a la “obra civil” como la “urbanización de los accesos” no es ni la de la de su capital, Vitoria, ni la de la ciudad más poblada, Bilbao, ni tampoco la que primero de las tres se puso en marcha, la de Donostia. Es el apeadero de Ezkio/Itsaso, que según el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, está “a falta de remates” y del “equipamiento e instalaciones”, que se pondrán “en el momento de su puesta en funcionamiento”. Se da la circunstancia de que esta terminal, además de sus funciones como apartadero, estaba diseñada originalmente para ser el nexo entre la denominada 'Y vasca' entre las capitales y la línea hacia Pamplona, un proyecto que nunca se ha terminado de definir y que ahora está sumido en una enorme polémica política.

Ezkio/Itsaso, en Gipuzkoa, no llega a los 600 habitantes y tiene en el ciclista profesional del Movistar Álex Aranburu su vecino más señero. En la idea inicial de la 'Y vasca' que se empezó a construir hace ya más de tres lustros era un punto estratégico por su valor como conexión. Pero en 2018 el Gobierno de España, titular de la infraestructura aunque haya cedido las obras guipuzcoanas a la Administración autonómica, planteó como alternativa para la conexión navarra una línea Vitoria-Pamplona, más barata. Todo apuntaba en ese sentido pero, en septiembre, el Gobierno navarro pidió nuevas prospecciones en la zona montañosa entre Navarra y Gipuzkoa para conocer si es viable o no retomar esa conexión. Como medida salomónica, se ha planteado construir ya el AVE de Pamplona hasta Alsasua y luego ya decidir por dónde seguir. El PNV en Vitoria y en Pamplona defiende una ruta diferente, ocurre lo mismo con PP y UPN y los socialistas llevaban la solución de Ezkio/Itsaso en el programa navarro y luego optaron por Vitoria por ser más rápida la ejecución. Para añadir más confusión, el Estado presupuesta la conexión desde hace años en la provincia de Álava pero, a la vez, aporta fondos para la terminal de este pueblo.

Sin embargo, nada de eso ha impedido que avancen a alta velocidad las obras de la estación en ese pequeño pueblo que, además, se separó en dos, Ezkio e Itsaso hasta que los tribunales dijeron que, de nuevo, ambas mitades estaban condenadas a convivir bajo un mismo municipio. ¿Y el resto de estaciones? Según los datos facilitados este viernes en el Parlamento por el consejero Arriola, los trabajos en Atotxa -la estación donostiarra que es competencia del Ejecutivo vasco- “antes de fin de año” permitirán disponer de una instalación “temporal” para iniciar la construcción ya de la nueva parada adaptada a la alta velocidad en el lugar que ocupa ahora la actual.

Es la única de las tres capitales sin entrada soterrada del ferrocarril. En el caso de Vitoria y Bilbao, el Estado también cederá mediante una “encomienda de gestión” las obras a la comunidad autónoma, de una gran complejidad técnica. Pero los proyectos aún están verdes, en fase de “estudio informativo”. El plan es que en Bilbao haya una parada provisional en Basauri mientras se completa la faraónica obra para soterrar el ferrocarril hasta Abando/Indalecio Prieto. En Vitoria, las obras habrán de convivir con la necesaria continuidad del servicio sobre tierra, ya que se ha optado por que la nueva estación esté en el mismo emplazamiento que la actual, en Eduardo Dato, aunque ello obligará a trazar una gran curva desde donde se han quedado los últimos viales construidos para el AVE, en Arrazua-Ubarrundia, al norte de la ciudad. “Esperamos que podamos avanzar en la redacción de los proyectos mientras se resuelve la tramitación del estudio informativo y su declaración de impacto ambiental”, ha confiado Arriola.

Preguntado por EH Bildu sobre las conexiones de la 'Y vasca', ha afirmado que “a comienzos de 2025” podría estar listo el tramo Astigarraga-Irún hasta la frontera con Francia después de “varios años” de trabajos “bloqueados” por la quiebra de la constructora adjudicataria. Sin embargo, no hay planes ya dentro de Francia entre Hendaya y el trazado actual del TGV para unir toda la red. “Somos muy conscientes de la falta de implicación del Gobierno galo [sic]. La propia UE ha instado en muchas ocasiones al país vecino a que acelere los trabajos para enlazar con España a través de Euskadi”, ha indicado el consejero socialista ante la Cámara refiriéndose al Gobierno francés. Hacia Madrid, ha apostillado, la unión está “garantizada” porque se trabaja ya en el “tramo principal” de Burgos a Vitoria. Nada ha mencionado sobre Navarra más allá de apelar a una “solución consensuada”.

“Esto es un descontrol”, ha ironizado Unai Fernández de Betoño, de EH Bildu, que ha asegurado que no hay dinero para otras inversiones porque todos los huevos se ponen en esta cesta. Ha estimado que se han gastado ya 5.000 millones en la 'Y vasca' y que quedarían otros tantos por invertir. “Y, atención, ahora viene lo mejor. Aparece [Miguel Ángel] Revilla y ahora va a haber paradas [en la línea Bilbao-Santander] en Castro-Urdiales y en Laredo. O sea, a nosotros nos dicen que no se puede en Tolosa o en Durango, que se tienen que tragar las obras pero no pueden montarse en el tren y ahora se puede parar en Castro-Urdiales y en Lared”, ha añadido el representante abertzale, al que Arriola ha acusado de estar “obsesionado” contra estas obras.

También el líder de PP+Cs, Carlos Iturgaiz, ha preguntado por los avances en el ferrocarril en la sesión de control, aunque en su caso al lehendakari, a Iñigo Urkullu. Estaba quejoso Iturgaiz de que con Pedro Sánchez la fecha estimada de finalización de las obras sea ya 2027 cuando Mariano Rajoy tenía prometido “2023”, si bien sus últimos presupuestos ya ponían 2024. Urkullu, en un gesto inhabitual en él, ha exhibido un gráfico para mostrarle que con los Ejecutivos socialistas se ha presupuestado más. Sin embargo, también se ha mostrado crítico con el Estado ya que -ha citado- el primer AVE se inauguró de Madrid a Sevilla en 1992: “Hoy, el 80% de la población española tiene acceso al tren de alta velocidad, pero la conexión del eje atlántico europeo a través de Francia sigue sin abrirse”.