Euskadi mira a Berlín y probará en 2024 un sistema de devolución de envases en las grandes cadenas de supermercados

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
4 de enero de 2024 21:46 h

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El Gobierno vasco “contactará” con Eroski, Lidl, Mercadona o Uvesco (Super Amara y BM) para poner en marchar en 2024 un plan piloto de retorno de envases, algo muy común desde hace años en ciudades como Berlín y que algunas superficies mayoristas practican de manera limitada con vidrios de refrescos, como era la costumbre hace décadas también aquí. Consistirá en abonar un precio adicional en la compra que será reintegrado al cliente con la devolución. En Alemania, por ejemplo, eso se efectúa con máquinas que luego ofrecen un bono para gastar en la propia tienda. Puedes leer aquí más datos sobre el Pfand. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, estima que se invertirán 80.000 euros en este programa, según detalla en un informe enviado al Parlamento Vasco a instancias de la representante de EH Bildu Itxaso Etxebarria.

Fue en noviembre cuando Tapia dio la noticia de que esta iniciativa se iba a poner en marcha. En concreto, se hizo en el marco de la presentación del 'Plan de Prevención y Reducción de Residuos de Euskadi', dotado con 7 millones de euros de fondos Next Generation EU. Ahora aún no se conocen los detalles del programa y se esperará a la respuesta de las grandes cadenas de distribución para ubicar en el mapa los puntos donde se probará este modelo. Sin embargo, el Ejecutivo tiene claro que la iniciativa se tiene que “vehicular” con las grandes cadenas, “porque son los más cercanos a la comercialización de sus productos” y porque “están implantados en la comunidad autónoma”. Se añade que, “conforme a la normativa de residuos”, corresponde a los responsables de la primera puesta en el mercado de productos envasados gestionar correctamente los envases generados“. Eso sí, Tapia matiza que ”las entidades no están obligadas a participar“ en el plan piloto de devoluciones en el que se trabaja.

“Se trata de la primera experiencia piloto de estas características que se lleva a cabo en la comunidad autónoma de Euskadi”, incide el Gobierno, que recuerda que de cara a 2029 hay que reducir en un 90% el peso de los nuevos residuos introducidos en el mercado. Se trata de un objetivo gradual que ya en 2023 tendría que haber llegado al 70%, aunque no se dan indicadores de seguimiento, y que en 2027 marca ya un 85%, según la normativa autonómica aprobada en 2022. “En el caso de que no se cumplan los objetivos fijados en 2023 o en 2027, a nivel nacional, se implantará en todo el territorio en el plazo de dos años un sistema de depósito, devolución y retorno”, indica la consejera. Los presupuestos vascos de 2024 ya contemplan la partida para financiar el pilotaje.

El Gobierno medirá en esta prueba tanto si los supermercados “gestionan de forma eficaz el importe que constituye el depósito en la compra del producto envasado y en la devolución del envase” y también el “grado de participación de la ciudadanía”. “El objeto de la experiencia piloto es analizar la viabilidad de este tipo de sistemas y adoptar las medidas para optimizar su funcionamiento tanto para el caso de que alguna personas [no] obligada lo desee implantar de forma voluntaria como para el supuesto de que sea obligatorio”, se indica. Será Medio Ambiente quien elabore el informe final.