Euskadi pone otros 17 millones en CAF para seguir garantizando su arraigo
El Gobierno vasco ha invertido otros 17 millones de euros en la empresa Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles S.A. (CAF) para garantizar el arraigo de esta compañía, considerada por el Ejecutivo “estratégica” para la economía vasca por su carácter tractor. Con esta operación, el Gobierno se ha hecho con el 3% del capital de la empresa, después de adquirir a través del Fondo Finkatuz un 1,76% de las acciones, 602.552, a un precio medio de compra de 28,30 euros/acción. En el año 2017 el Ejecutivo ya había adquirido el 1,24% de la empresa. En esa ocasión la inversión fue de 15 millones de euros.
El Fondo Finkatuz, dependiente del Instituto Vasco de Finanzas, está diseñado para “fomentar y fortalecer el arraigo de las grandes empresas vascas”. Actualmente esta dotado con cerca de 200 millones de euros y se está a la espera de que se concreten nuevas inversiones, pero, de momento, solo se ha invertido en CAF -32 millones- y en la empresa láctea Kaiku, de la que posee un 7%, que supuso una coste de 6,6 millones de euros.
Una de las grandes operaciones que está pendiente de concretarse a través de este fondo es la entrada del Gobierno vasco en la empresa ITP. Tras la venta de la compañía al fondo americano Bain por parte de Rolls Royce se está a la espera de que tome forma la estructura del accionariado en el que se espera que entren empresas vascas y españolas y en el que quiere tener presencia también el Ejecutivo con al menos un consejero. Pero se trata de una operación que sigue siendo compleja por lo que persisten las dudas sobre si finalmente se materializará la inversión.
CAF es una de las empresas vascas más internacionalizadas y referencia en el sector del ferrocarril, tranvías y autobuses eléctricos. En 2021 facturó 2.943 millones de euros y cerró el año con unos beneficios 89 millones. Tiene una platilla de 13.000 personas, de las que alrededor de 3.000 trabajan en las plantas vascas de Besain e Irún.
Su cartera de pedidos no para de crecer. Este mes de septiembre lo ha arrancado con una cartera de pedidos en niveles de récord, por encima de los 10.700 millones, tras hacerse con varios contratos en Alemania,. Australia y Francia.
Su operación más polémica es su participación de la mano de la israelí Shapir en la puesta en marcha del nuevo tranvía de Jerusalén, un controvertido proyecto impulsado por Israel y que atraviesa territorios ocupados de Palestina. Una participación que ha sido criticada por decenas de organizaciones sociales y también el comité de empresa, apelando a los derechos humanos y a la legalidad internacional. Desde el Gobierno vasco, sin embargo, siempre han defendido el proyecto y no consideran que vulnere los derechos de Palestina.
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