Euskadi quiere extender las zonas de bajas de emisiones a municipios de menos de 50.000 habitantes para mejorar el aire

Euskadi quiere extender las zonas de bajas emisiones a los municipios de menos de 50.000 habitantes para mejorar la calidad del aire en los próximos seis años. La ley estatal obliga a establecer estas zonas con restricciones al paso de vehículos contaminantes a los municipios grandes y se empezará a implantar este año en las capitales vascas de forma progresiva hasta el año 2030. El Gobierno vasco quiere ir un paso más allá y extender esta medida a los municipios con una población inferior a la que marca la ley como límite, aunque habla de “fomentar” la implantación de estas zonas, no de establecerlas de forma obligatoria. Esta es una medida recogida en el Plan de Calidad del Aire de Euskadi 2030 elaborado por el Gobierno vasco que está en estos momentos en período de exposición pública.

El plan, que pretende ser la hoja de ruta para la reducción de la contaminación atmosférica en los próximos años, establece también como prioridad renovar el parque de vehículos contaminantes por otros más sostenibles como los de gas natural o los eléctricos, y, por lo tanto, “impulsar” las infraestructuras de recarga de estos vehículos. También apuesta por fomentar el uso del transporte público mediante descuentos e incentivos fiscales, así como desarrollar Planes de Transporte Sostenible a los puestos de trabajo, tanto en el sector público como en empresas de más de 500 personas trabajadoras o de 250 personas por turno. El plan se fija también la necesidad de la “inserción y desarrollo de la infraestructura verde en el planeamiento territorial y urbanístico”, en un momento en el que hay varias polémicas abiertas en ciudades como Bilbao o Donostia por la tala de árboles por parte de los ayuntamientos para llevar a cabo determinadas obras. Por otra parte, centra uno de los esfuerzos fundamentales en potenciar la eficiencia energética y el uso de energías renovables en los sectores tanto residencial como industrial.

La educación de la ciudadanía constituye también un punto esencial para que se tome conciencia de la importancia de mantener una óptima calidad del aire por su influencia sobre la salud, por su efecto en el calentamiento del clima a corto plazo, y también por el coste económico que supone. En este sentido, cita un informe de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA) que cuantifica el valor monetario de la muerte prematura, el tratamiento médico, las jornadas laborales perdidas y otros costes sanitarios provocados por los tres contaminantes del aire que causan la mayoría de las enfermedades y muertes: partículas en suspensión (PM), ozono (O₃) y dióxido de nitrógeno (NO₂). Dicho informe señala que el coste medio anual por ciudadano europeo se sitúa en 1.276 euros, variando el reparto en función de cada ciudad, siendo notablemente mayor en las grandes urbes, en las áreas con más densidad de población y en las localizaciones con menor poder adquisitivo. Este informe evalúa los costes asociados a Bilbao y Donostia, situándolos por debajo de la media europea y por debajo de la media estatal, 917 euros al año por habitante de Bilbao y 858 euros al año por habitante en el caso de Donostia, frente a la media estatal, situada en 926 euros al año. “En cualquier caso, estos datos sobre el coste económico asociado a la contaminación atmosférica nos instan a tomar medidas para mejorar la calidad del aire, puesto que cada euro que se destina a reparar los daños causados por la exposición al aire contaminado es un euro que no podemos invertir en mejorar el sistema de salud y el bienestar de la población”, señala el plan.

En total, el Gobierno vasco prevé cinco ejes estratégicos que se despliega en once líneas de actuación, que a su vez incluyen el desarrollo de 28 acciones que, aunque parten del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, tienen un carácter transversal entre diferentes departamentos del Gobierno vasco. De esta misma forma transversal se ejecutará el presupuesto con el que cuenta el plan que de forma global para el periodo 2024-2030 es de 45,66 millones de euros, de los que siete corresponden a líneas de actuación de este mismo año. La partida más numerosa, 34,18 millones de euros en estos seis años, está destinada a la “reducción de la contaminación en sectores clave”. El plan establece en este sentido que el transporte rodado y los sectores de combustión industrial y no industrial (residencial, comercial e institucional) “son los sectores que en mayor medida influyen en la calidad del aire y en los que mayor esfuerzo habría que hacer para reducir las emisiones”.

Los cinco ejes que estratégicos que aborda son la protección la salud; caminar hacia la 'contaminación cero', sobre todo en la movilidad y en otros sectores claves como la industria; la mejora del control y seguimiento de la calidad del aire y la sensibilización y concienciación de la ciudadanía. Con todo ello, se busca el objetivo de reducir un 70% las emisiones de NOx  (óxidos de nitrógeno) y SO2 (dióxido de azufre) , y reducir un 50% las emisiones de PM 2,5 (partículas en suspensión de menos de 2,5 micras), respecto a 2005. Según la información proporcionada por el Gobierno vasco la evolución de las emisiones desde el año 2005 muestra que en los últimos años se ha producido una reducción de las emisiones de todos los contaminantes en Euskadi, y gracias a ello se han cumplido los valores límite. Durante el 2021, en la práctica totalidad de las estaciones, más del 90% de las horas se ha dispuesto de una calidad de aire buena o muy buena. Este Plan de Calidad del Aire de Euskadi 2030 está interrelacionado con otros planes o estrategias, entre ellas la Estrategia Klima 2050, la Estrategia Energética de Euskadi 2030 (3E2030), la Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi que será aprobada en breve, el Plan de Salud Euskadi 2030 o el Plan director de Transporte Sostenible de Euskadi 2030.