Euskadi recupera trece meses después las discotecas aunque adelantará su horario de cierre a las tres de la madrugada
Se anunciaba una gran desescalada de restricciones en Euskadi por la caída de la incidencia de la COVID-19 pero la mesa de crisis de la emergencia sanitaria, el órgano conocido como Labi, ha optado por abrir la mano solamente a medias. En palabras del lehendakari, es “un paso adelante” para una fase de “esperanza” pero un mensaje de que la plena normalidad aún no es posible. Según lo acordado este viernes, la gran novedad es que se permite el ocio nocturno con pistas de baile, aunque con un horario de cierre a las tres de la madrugada (o antes, según la licencia) y 50% de aforo. Eso sí, las consumiciones no se podrán realizar de pie o en barra, solamente en mesas.
Se mantendrán igualmente porcentajes de aforos con carácter general para las actividades (75%) y, aunque amplio, habrá aún un tope de ocho personas por mesa en hostelería en interiores (más flexible en exteriores, doce). Las medidas entrarían en vigor este fin de semana. En cuanto al público en eventos deportivos, el fallo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha llevado al Labi a amoldarse a la propuesta general del Ministerio de Sanidad. Esto es, en los campos de fútbol se podrá permitir un 60% de público y en las canchas de baloncesto de más de 3.000 asientos el porcentaje será del 40%. Ha pedido el Gobierno, eso sí, entradas y salidas “ordenadas” y que se eviten aglomeraciones.
Los expertos que asesoran al Labi han constatado un descenso en todos los indicadores de la pandemia -en el caso de la presión hospitalaria más lento- pero el escenario actual no llega al considerado como estación término para desactivar muchas de las medidas preventivas, menos de 60 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. El último dato era de más del doble (147,2) y desde que a mediados de agosto de 2020 se activó la segunda emergencia sanitaria nunca se ha logrado. Es más, los datos actuales son aún superiores a los mínimos precios a la gran oleada del verano, que se inició desde una base de incidencia de 99. Y, a la luz del último informe comparativo del Ministerio de Sanidad, los datos más altos entre las comunidades (exceptuando Ceuta y Melilla) son los vascos y cántabros.
Quizás el anuncio más esperado por el sector afectado era el de la reapertura de los locales de los grupo III y IV, esto es, pubs y discotecas. En puridad, salvo que se hayan reconvertido a establecimientos de tipo I y II -hostelería común- para seguir abiertos, llevan más de un año clausurados. El 18 de agosto de 2020 se decretó un cierre apenas dos meses después del final del primer estado de alarma. Euskadi era ya la única comunidad del entorno con la noche con la persiana bajada. Habrá pista de baile y el horario seguirá aún limitado hasta las tres de la madrugada, que es la opción más amplia que se ha tenido desde el pasado verano. El máximo que había autorizado el Labi fueron las dos de la mañana a inicios de esta temporada estival.
El nuevo decreto fija en el 75% el aforo del comercio y otras actividades, también el cine o la cultura. Sin embargo, además de los eventos deportivos, que van por otra senda, en los recintos de 3.000 personas no podrán entrar más de 1.500 (o 1.800 sin son abiertos). En la hostelería también se permite el 75% en interiores, aunque aún sin uso de la barra. Una de las novedades es que se autorizará la reapertura de lonjas y locales juveniles cuando la vacunación con pauta completa del grupo de edad de 16 a 29 años supere el 85%. En cuanto a la práctica deportiva, los grupos podrán ser de 16 personas en interiores, con aforo del 50% en vestuarios y duchas distanciadas dos metros. Hay un nuevo límite de veinte personas para actividades turísticas como museos o salas de exposiciones. El Labi también quiere dar un impulso al regreso a la presencialidad en centros de trabajo, tanto de administraciones públicas como de empresas privadas. Un ejemplo: en las Universidades todavía hay parte de la actividad que se desarrolla de forma telemática.
“Estamos mejorando. No cabe duda. La mejoría nos permite recuperar cotas de normalidad. Esperamos ir más allá en las próximas semanas”, ha enfatizado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, tras la aprobación del nuevo decreto de medidas. Pero ha avisado de que toca seguir con medidas preventivas. Sobre la mascarilla ha dicho que “adquiere una importancia aún mayor” ahora que suben los aforos y las posibles concentraciones de más personas. Ha indicado que las medidas serán revisadas en dos semanas, cuando podría llegar una segunda fase más intensa de desescalada.
En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.
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