Euskadi registra en 2022 la media diaria de fallecidos más alta de toda la pandemia
El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha cerrado ya la estadística de fallecidos con COVID-19 en el primer semestre de 2022, esto es, hasta el 30 de junio. Del 24 al 30 de junio se han sumado 48 decesos y a ellos se le añaden 14 más de jornadas previas actualizados ahora. Eso sí, Osakidetza interpreta que en 40 de esos 62 casos el Sars-Cov-2 no ha sido la causa principal de la muerte. Con estos datos finales se confirman dos realidades. Una, en medio año ya hay más fallecidos que en todo 2022, 2.112 frente a 1.975. Y también que la media de decesos en lo que va de año, 11,66 cada 24 horas, es más elevada que la de 2020 (de marzo a diciembre), que fue de 10,48.
Las defunciones totales de personas que habían contraído el coronavirus en los dos meses previos a su fallecimiento han sido 7.193, según la estadística oficial. Representan el 1,009% de los 712.340 positivos registrados, aunque el volumen de contagios reales es mayor y, por lo tanto, la letalidad real sustancialmente menor. Son 3.679 varones y 3.514 mujeres. No hay desglose por provincias desde hace meses, ni tampoco por localidades. Salvo 37 personas, el resto de los fallecidos tenían más de 40 años. 6.234 de los 7.193, el 86,66%, superaban los 70 años. En los septuagenarios la letalidad es del 2,7%, en los octogenarios del 8,7% y entre nonagenarios y centenarios del 18%, aunque ha llegado a superar el 20% en algunas fases de la pandemia.
La llegada de ómicron, supuestamente más leve pero con un efecto multiplicador mucho mayor -según el exconsejero y experto Rafael Bengoa es el virus más infeccioso de la historia por delante del sarampión-, ha causado un claro repunte en la estadística de fallecidos. Desde mediados de junio ya se superó el dato de decesos de todo 2021 y, cerrado el primer semestre, el balance es de 2.112 muertes de personas con COVID-19. El año pasado en el mismo período fueron 1.323. En 2022, la media diaria de decesos es de 11,66 con un mínimo de uno y un tope de 31. Es una media que duplica claramente a la de 2021, 5,41 diarios, con 23 decesos máximos en 24 horas y 22 jornadas sin ningún 'exitus letalis' registrado. En los diez meses de pandemia de 2020 -el primero positivo se conoció el 28 de febrero y la primera muerte ya fue en marzo- hubo 3.106 fallecimiento. Debajo de la suma, tres datos: el máximo diario llegó a 51, la media fue de 10,48 y se anotaron 32 días sin decesos. El último día sin muertes a causa de la COVID-19 fue el 17 de noviembre, hace ya más de siete meses.
Enero y febrero de este año fueron los meses con mayor volumen de defunciones después de abril de 2020, en pleno confinamiento. Sus datos están por encima, incluso, de marzo de ese año, el primer mes de la pandemia. Las 1.429 muertes conocidas en el primer trimestre hicieron de este período el de mayor mortandad de toda la serie. En el segundo trimestre ha caído notablemente la cifra a 683, aunque todavía son más del doble de las 322 del último trimestre de 2021. Junio de 2022 ha registrado 256 fallecimientos por 67 y 53 en 2020 y 2021, respectivamente.
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