Euskadi retoma la actividad quirúrgica ordinaria en todos los hospitales tres semanas después de la ola de casos graves de COVID-19

“El personal de quirófano que reforzaba la UCI está empezando a volver desde este lunes a sus puestos”, explica un sanitario de Osakidetza. Ante la lenta pero constante caída de la presión asistencial generada por la COVID-19, el Servicio Vasco de Salud ha anunciado este lunes que, efectivamente, retoma toda la actividad quirúrgica ordinaria que mantenía suspendida desde el 26 de abril, aunque había tomado la decisión tres días antes, el 23 de abril, como adelantó este periódico. En estas tres semanas solamente se estaban atendiendo operaciones urgentes y de tratamientos oncológicos. Nunca se ha dado la cifra de intervenciones programadas que han quedado pospuestas.

Explica Osakidetza que, desde el día en que suspendieron todas las actividades ordinarias en todos los hospitales, “el porcentaje de camas UCI ocupadas por pacientes con COVID-19 ha disminuido del 53% al 40%”. En esta oleada de la pandemia se han alcanzado los niveles de pacientes críticos más elevados desde el verano y el escenario de tensionamiento de los hospitales ha sido más parecido a la primera ola que a otras fases más recientes. En Gipuzkoa y Álava la proporción de casos graves de coronavirus en relación a los pacientes totales en UCI ha rondado el 80%. Además de las suspensiones para liberar espacios y recursos humanos para reforzar las unidades de intensivos, se habían multiplicado las derivaciones entre hospitales para equilibrar los flujos de pacientes.

El cambio de la tendencia en Euskadi en estas tres semanas ha sido notable, aunque la caída en la presión hospitalaria se está produciendo a un ritmo mucho menor al de los positivos. De hecho, se entiende que la UCI está sobrecargada siempre que el porcentaje de camas ocupadas con casos de COVID-19 pase del 40%. La tasa de incidencia acumulada era el 26 de abril de 544,71 (alerta roja) y este 17 de mayo baja a 306,13 (alerta naranja y a punto de pasar a ser amarilla). Ese día en la UCI había 192 puestos ocupados y ahora son 146. Sumados los ingresados en planta y críticos, eran 760 los pacientes y ahora son 427. La media de ingresos diarios ha pasado de 96,43 entonces a 50,14, aunque este domingo fueron incluso menos, 24.

“La bajada de contagios por COVID-19 ha permitido que los centros hospitalarios vayan recuperando su actividad de manera paulatina”, ha explicado Osakidetza en un comunicado, en el que indica que ya la pasada semana en algunos centros se fueron programado algunas intervenciones pero en el que deja claro que ahora regresa la 'normalidad' a “toda” la red si bien se mantiene un nivel de alerta 3 sobre 5. Y es que -argumenta- la situación “sigue siendo preocupante”, con 146 de las 368 camas de UCI disponibles destinadas a una sola enfermedad.

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