La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha presentado este martes con tono grave un primer informe sobre las consecuencias de la guerra en Ucrania en Euskadi, que se extenderán a personas vulnerables aquí y no solamente a las empresas que operan en la zona. La conclusión es que supone ya una “barrera para la recuperación económica en términos de PIB vasco” y que tras una emergencia sanitaria por la COVID-19 toca una “emergencia energética” por la carestía de las materias primas. “Hay empresas que ya nos dicen que tienen que parar”, ha lamentado Tapia. No se minimiza tampoco el “golpe de ánimo” y la incertidumbre general por una guerra en Europa cuando todavía no ha finalizado la pandemia y no se han recuperado todos los niveles previos. Además, su compañera y titular de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha indicado que ya están llegando a Euskadi los primeros refugiados.
Sobre la situación económica, “las exportaciones de Euskadi a la zona en guerra (Rusia y Ucrania) ascendieron en 2021 a 292 millones de euros y las importaciones fueron de 1.540 millones”, estima el Gobierno vasco. Pero “ampliando la zona de guerra a una zona de conflicto con otros doce posibles países afectados que han salido en prensa o que por su situación geográfica pudieran ser parte de una hipotética expansión del ataque” las exportaciones vascas afectadas “ascenderían a 2.300 millones y las importaciones a 3.000 millones”, se puede leer en el documento presentado primero en el Consejo de Gobierno y después ante los medios de comunicación, en el que en su versión en euskera se habla de “guerra” y que cambia a “conflicto” en la traducción castellana. Esos países adicionales son Hungría, Polonia, Finlandia, Suecia, Moldavia, Estonia, Letonia, Lituania, República Checa, Eslovaquia, Rumanía y Bielorrusia.
32 empresas vascas están en Rusia con 36 unidades de negocio, 13 productivas y 23 comerciales. En Ucrania hay “únicamente” tres oficinas comerciales “por lo que el riesgo se ve limitado”. En el perímetro ampliado hay 119 empresas con 235 implantaciones, 117 comerciales y 118 productivas. La devaluación del rublo y la inflación, además de las limitaciones en el sistema bancario, constituyen dos elementos de riesgo. Además, se recuerda que España ha pasado a ser un país “hostil” para Rusia: “Todas las transferencias y operaciones que realicen las empresas rusas con la ciudadanía y las firmas de estos 'países hostiles' deberán ser aprobadas a partir de ahora por la comisión gubernamental para el control de la inversión extranjera en Rusia”.
El documento aporta algunos datos sobre las subidas de la energía y de las materias primas, que generan un efecto económico ya directo en Euskadi. El barrio de petróleo Brent roza máximos históricos, el gas natural en Europa también está más caro que nunca, el megavatio/hora en España está en cifras que son “una referencia nunca vista en España”, han subido el aluminio y el cobre, así como el paladio, el níquel o el trigo. La inflación en la eurozona en febrero ya venía alta y ha cerrado en un 5,8%. Asimismo, el Gobierno vasco incide en que “las tensiones con los distribuidores se complican más” con la guerra.
La principal preocupación, en todo caso, es por la energía. “Se constata que nos hallamos en situación de emergencia energética que afecta tanto a los hogares -especialmente a las personas vulnerables- como al conjunto del tejido empresarial -en particular a la industria electrointensiva que goza de un peso relevante en la actividad económica vasca-. Ante la emergencia energética provocada por la guerra y teniendo en cuenta la dependencia energética de Euskadi respecto al exterior, vemos más necesario que nunca intensificar las políticas de eficiencia energética. Urge acelerar infraestructuras de energías renovables que en Euskadi son escasas y necesarias. Necesitamos innovar en la obtención de energías limpias como por ejemplo el hidrógeno. Esta emergencia energética exige soluciones urgentes y extraordinarias que nos hacen mirar a la Unión Europea. [...] En todo caso, ante una situación de emergencia energética como la que estamos viviendo, el Gobierno vasco considera oportunas medidas extraordinarias que permitan activar nuevos recursos europeos, del Estado y recursos propios de Euskadi encaminados a paliar esta afección. Al igual que pudo actuarse en la fase de emergencia sanitaria, también la emergencia energética exige una actuación global con medidas contundentes de impacto, flexibles y ágiles”, se añade.
El Gobierno, ha indicado Tapia, hace un seguimiento “día a día” de la situación en Ucrania. También lo ha expresado así Artolazabal, competente en materia de Migración y Derechos Humanos. Según ha explicado, la mayoría de personas, como en días anteriores, “están llegando por vías informales, por los contactos que tienen con la diáspora”. Y “están siendo atendidas por redes informales de familiares y compatriotas”. Pero “ya se están ocupando plazas en Oñati, Berriz y Tolosa”, tres centros de acogida habilitados para refugiados. Son 17 personas en el primero y dos en el tercero. Además, dos familias han llegado a Gipuzkoa, según han constatado los servicios sociales. “Puede que seamos un destino en que las personas puedan retomar sus vidas. Son personas que van a venir para una estancia media o larga. Los recursos tienen que tener ese horizonte temporal”, ha enfatizado Artolazabal, que ha destacado la importancia de la “escolarización de los menores” y de la “asistencia sanitaria universal” para todos ellos.
La titular de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha destacado la “forma generosa” en que ha respondido la sociedad vasca a las peticiones de solidaridad. En el correo errefuxiatuak@euskadi.eus son ya 2.000 los ofrecimientos de alojamientos y en el teléfono 945 22 22 22 operado por Cruz Roja en Vitoria se están atendiendo comunicaciones de Galicia, Navarra y otros lugares de fuera de Euskadi. Por otro lado, Artolazabal se ha referido también a la situación del periodista vasco Pablo González, detenido en la frontera entre Polonia y Ucrania cuando cubría la guerra. El Ejecutivo vasco, que ha preguntado a Pedro Sánchez por las gestiones que está haciendo España, pide respeto a la libertad de prensa y que sea sometido a un “juicio justo” con garantías y defensa letrada.