El Gobierno vasco quiere hacer valer su “solvencia fiscal y financiera” ante el Ministerio de Hacienda para mejorar el techo de déficit y deuda. El lehendakari, Imanol Pradales, ha reconocido que su Ejecutivo cuenta con tener esa capacidad financiera “adicional” para activar “inversiones productivas y estratégicas” para Euskadi, es decir, para tener un presupuesto expansivo en 2025. “Aspiramos a seguir utilizando la palanca del déficit y el endeudamiento para activar inversiones productivas y estratégicas que acompañen a la transformación que requiere Euskadi en el ámbito industrial, energético y de las transiciones digital, demográfica y sociosanitaria”, ha señalado Pradales durante su intervención en el Forum Nueva Economía. El primer paso en la negociación para conseguir ese objetivo se ha dado este mismo miércoles con la reunión en Madrid entre la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el nuevo consejero de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco, Noël d’Anjou.
Ha sido una primera toma de contacto, previa al trabajo que los equipos técnicos empezarán a realizar a partir de ahora hasta cerrar un acuerdo que deberá ratificarse en la Comisión Mixta del Concierto. La intención del Gobierno vasco es ampliar el tope de déficit y endeudamiento que se fijó para el año pasado, y que al menos, ese límite de déficit sea más flexible de lo que ha sido hasta ahora para otorgar más márgen de actuación económica al Gobierno vasco. Según deslizó el propio lehhendakari en su intervención, Euskadi cuenta con el respaldo financiero para pedirlo porque tienen el aval de ser una comunidad autónoma con un nivel de deuda controlado, que actualmente es de 10.661 millones, lo que supone el 3,2% de la deuda total de las comunidades autónomas, “muy por debajo del peso poblacional y económico” de Euskadi. Esa deuda supone en 11,7% del PIB, que es casi mitad de la media de las comunidades autónomas, que se sitúa en el 22,2%.
El año pasado el acuerdo entre el Ministerio de Hacienda y el Gobierno vasco se cerró con un tope de déficit del 0,6% para el Gobierno vasco y un 0,1% para las diputaciones forales. Estos porcentajes se tradujeron en 493 millones de euros, en el caso del Ejecutivo, y 82 millones en el de las instituciones forales. En lo que se refiere al tope de endeudamiento, se fijó en el 13,5%, 11.075 millones de euros en total.
No ha trascendido del encuentro de este miércoles con la ministra la horquilla de incremento que se pueda barajar, pero está claro que buscarán un respaldo adicional para respaldar unos presupuestos que se prevén moderadamente expansivos. “Aspiro a que podamos acordar, como en otras ocasiones, una capacidad financiera adicional que nos permita contar con esas herramientas para la inversión productiva y la transformación del tejido en este país”, ha dicho el lehendakari. Por parte del Departamento de Hacienda y Finanzas, el consejero D’Anjou ha enmarcado el encuentro con Montero en la continuidad con el “clima de entendimiento bilateral que garantiza la estabilidad y certidumbre financiera, tan necesario para el crecimiento económico y el bienestar social de la sociedad vasca”.
D´Anjou y Montero han coincidido en que “los enormes retos que el contexto económico plantea a nivel internacional requieren de unas instituciones sólidas y potentes, capaces de traccionar e impulsar ámbitos estratégicos de crecimiento” y se han comprometido a “seguir profundizando en las cuestiones económico-financieras que en este momento del curso político proceden, para lo que los equipos técnicos de ambos ejecutivos comenzarán a trabajar”. Es un acuerdo que se aprobará posteriormente en la Comisión Mixta del Concierto y constituirá una base esencial para la configuración de las próximas cuentas vascas, que se prevén aprobar en el Consejo de Gobierno vasco del 29 de octubre, aunque antes el 15 de octubre el Consejo Vasco de Finanzas fijará el techo de gasto y cerrará las previsiones de recaudación.
Aunque el Gobierno vasco no cree que la “negociación bilateral” con el Ministerio de estas cuestiones pueda estar condicionada por la negociación de la financiación singular para Catalunya -y Pradales ha pedido ya en más de una ocasión que se mantenga al Concierto vasco fuera de la polémica-, lo cierto es que toda la negociación se va a llevar a cabo cuando sobre todo desde las comunidades autónomas del PP, pero también desde algunas socialistas, se mira con lupa los movimientos de Hacienda en materia de financiación de las comunidades autónomas. Pradales insiste en que el régimen foral es solidario dado que se contribuye al pago del fondo interterritorial y de la deuda y se aporta el 6,24% de las competencias del Estado cuando el PIB y el peso demográfico es menor en porcentaje.