José Ramón Becerra cree que hay hueco para Equo Berdeak en el Parlamento vasco. Esa es su obligación, máxime cuando Equo concurre en solitario a las elecciones vascas tras el fiasco de la coalición con Elkarrekin Podemos. Un episodio del que prefiere no explayarse. Las bases del partido verde han dado su visto bueno a que Equo participe en la cita electoral en solitario y que Becerra sea su candidato a lehendakari. Este ingeniero bilbaíno de 50 años de edad ya ha conseguido que la voz de los verdes sea escuchada en el Parlamento vasco durante la pasada legislatura de una forma alta y clara y confía en repetir. Reconoce que el desastre del vertedero de Zaldibar (donde aún siguen sepultados dos trabajadores) va a poner en el foco los temas medioambientales en campaña, en especial la forma de eliminar los residuos, y espera traducir en votos para su formación la indignación popular contra PNV y PSE por lo ocurrido. “Los verdes no estamos solo para denunciar lo que ha pasado con el vertedero, sino para explicar a la sociedad que si se gestionan los residuos de otra manera se podría generar empleo, riqueza y proteger mejor la salud”, recalca.
¿Por qué Equo no comparte coalición con Podemos e IU?
Podemos Euskadi nos informa de que había problemas cuando ya a nivel interno de Equo estábamos haciendo una consulta para volver a ir juntos. El 80 % de las bases votó que sí. la explicación que nos dan es que a nivel estatal de las altas esferas de Podemos tenían problemas para firmar la coalición. Hay que tener en cuenta que Podemos es un proyecto estatal que no tiene en Euskadi una entidad jurídica propia y, por lo tanto, una posible coalición tiene que firmarla Madrid. Ahí empezaron los problemas.
¿Qué tipo de problemas?
Pues a día de hoy aún seguimos sin saberlo. Se ha dejado caer que la causa es la apuesta de Equo por Más País en las pasadas elecciones generales, pero esa razón no convence a Equo Berdeak porque expresamente ya dejamos claro cuando se produjo esa coalición a nivel estatal que nuestro partido en Euskadi apostaba por Elkarrekin Podemos. Por lo tanto, esa voluntad que nos hizo enfrentarnos a nuestra dirección federal no las hemos visto en Elkarrekin Podemos cuando ha tenido que hacerlo en Euskadi. Blindamos el espacio vasco, pero ellos no han tenido la misma capacidad.
¿Qué papel ha jugado en este desenlace Juantxo López de Uralde, fundador de Equo Berdeak y ya alineado totalmente con Podemos?
Nos gustaría pensar que no ha tenido nada que ver, pero no hemos tenido ningún contacto con él. Mientras Juantxo fue el portavoz federal, la actitud de Equo Berdeak fue de apoyo, lealtad y compromiso. Juantxo llega a la política vasca porque Equo Berdeak negocia su presencia en las listas en un momento en el que los portavoces de Equo no tenían sitito en la política estatal, en las listas de Madrid. Nuestra actitud hacia Juantxo siempre fue de absoluta lelatad.
¿Es posible que Juantxo López de Uralde se esté planteando la creación de un partido verde y no quiere ningún rival en ese espacio?
Esas especulaciones han salido, pero no le corresponde a Equo Berdeak decir si son ciertas o no. Lo único que podemos decir es que Equo Berdeak lo mismo que se ha comportado con plena lealtad hacia la coalición Elkarrekin Podemos lo ha hecho hacia Juantxo López de Uralde cuando era nuestro coportavoz federal. Todo lo demás se nos escapa y solo nos queda asumir nuestra nueva situación.
¿Es un paso atrás para Equo Berdeak con todo lo que le ha costado acceder a las instituciones?
El paso atrás del proyecto político no creo que dependa de que tengamos más o menos representación. Por ejemplo, en las últimas elecciones municipales hemos pasado de tener 10 concejales a contar con tres. Y, sin embargo, el proyecto político de Equo Berdeak es ahora más sólido que antes. Es cierto que si tienes representación institucional tienes más capacidad de hacer llegar tus propuestas, pero también es cierto que ahora la sociedad en la calle está más preparada para apoyar a un espacio político verde. Nos encontramos con una dificultad que no teníamos prevista y tenemos que convertir esa amenaza en una oportunidad.
Entonces, ¿cree que esta crisis con Elkarrekin Podemos puede ser una oportunidad para ustedes?
Sí, claramente. Es una oportunidad para Equo Berdeak y para la sociedad vasca en su conjunto. La sociedad vasca se ha dado de bruces contra políticas medioambientales, en este caso las relacionadas con los residuos, que han desarrollado el PNV y el PSE durante 30 años que han fracasado. Y eso nos ha llevado a tener incineradoras y vertederos por siempre jamás. La sociedad ha visto que hay retos que los partidos tradicionales no le pueden resolver. Es una oportunidad para Equo Berdeak el tratar de explicar a la sociedad que hay alternativas y que si las apoya puede encontrar en el Parlamento nuevas respuestas a problemas que vienen de largo.
Se habla de emergencia climática, hay manifestaciones, cumbres por el clima.....pero ¿la sociedad ya está receptiva a un partido verde?
Cuando llegan los momentos de crisis, la sociedad mira hacia quienes le representan y trata de analizar si esos partidos le dan respuesta a sus necesidades. Y lo que se está viendo ahora es que la sociedad no encuentra una respuesta satisfactoria a los retos que están planteando. Retos en el empleo, en la emergencia climática, en la relación entre contaminación y salud....Retos a los que no se da respuesta desde los partidos. Cuando eso pasa, el electorado más desapegado políticamente busca otras alternativas. En algunos países van hacia la ultraderecha y en otros hacia los verdes. Allí donde salen victoriosos los verdes, la ultraderecha se estanca o directamente desaparece. Dentro de los partidos que dan respuesta a los nuevos retos, los verdes son los más ilusionantes.
¿La tragedia de Zaldibar puede ayudar a la concienciación de la sociedad vasca sobre los problemas medioambientales y a que un partido como Equo Berdeak obtenga mejores resultados electorales?
Pues sí. Los desastres medioambientales, por desgracia, son los que más rápido conciencian a la gente. Es duro y triste decirlo, pero es así. Hasta que no pasa algo malo, no se reacciona. La gente habla de cambio climático cuando ve las consecuencias dramáticas y destructivas. En Euskadi no hemos tenido esas consecuencias climáticas, pero sí de otro tipo. Como las relacionadas con la política de residuos.
¿Cree que eso se puede traducir en votos?
Nuestra labor es que se traduzca en votos, que la gente vea que los verdes no estamos solo para denunciar lo que ha pasado con el vertedero, sino para explicar a la sociedad que si se gestionan los residuos de otra manera se podría generar empleo, riqueza y proteger mejor la salud.
Desde su experiencia de cuatro años como parlamentario, ¿ha tenido que sacrificar muchos ideales? ¿Le han tenido que meter en cintura el resto de la coalición?
No. Los verdes ya somos pragmáticos de por si. Nuestra diferencia con el ecologismo es que este defiende unas ideas y al final al espacio verde lo que nos corresponde es casar esas ideas con las necesidades de la sociedad. Ya estamos obligados a ser pragmáticos y compatibilizar la idea del medio ambiente con los derechos de las personas, con la justicia social, con la necesidad de tener una economía próspera y saludable. Es decir, la propia realidad nos obliga a ser pragmáticos. Y durante esta legislatura en el Parlamento vasco hemos intentado poner ese pragmatismo al servicio de mejores leyes e iniciativas novedosas. Aparte de la denuncia, los verdes planteamos soluciones para avanzar. No nos quedamos en la crítica.
¿Y cuál es su balance de la legislatura?
Se ha hecho muchísimo más de lo que pensábamos que podíamos hacer cuando entramos. Cuando llegamos no teníamos una idea clara de cuánto nos iba a permitir desarrollar el Parlamento. Y en este tiempo hemos podido hablar de la industria del automóvil, de cómo mejorar el reciclaje, de empleo verde, de fiscalidad relacionada con el medioambiente, de otros modelos de gestionar los comedores escolares...hemos hablado de muchas cosas que los verdes tratamos en la calle y que creíamos que iba ser más difícil llevar al Parlamento. Incluso se ha declarado la emergencia climática.
Después de lo ocurrido en Zaldibar, ¿sigue prefiriendo vivir al lado de un vertedero bien gestionado que de una incineradora? Se lo digo porque es una declaración que hizo en su día
Pues mire, un problema que ha tenido este vertedero es que cuando se ha incendiado ha producido dioxinas. Las incineradoras producen dioxinas todos los días y a todas horas. Y, sin embargo, en un problema silenciado. Me gustaría vivir en un mundo sin incineradoras y vertederos, pero para eso tenemos que impulsar el reciclaje de una manera que hasta ahora no se ha hecho. Con todo lo que he aprendido en el Parlamento creo que podemos aspirar en Euskadi a vivir sin incineradoras y vertederos. Pero para eso tenemos que trabajar.
Pues Euskadi es una comunidad con un gran peso de la industria, gran generadora de residuos.
La política de residuos que han seguido el PNV y el PSE ha sido la de que generar residuos no salga muy caro. El vertedero de Zaldibar era 'low cost', que cuando apareció tiró los precios de mercado por debajo de todo lo que ofrecían los demás. Cuando haces eso, todas las empresas que se están planteando hacer inversiones para reducir sus residuos o para reciclarlos se lo replantean. Si les sale más barato verter van seguir arrojando residuos a los vertederos. En cuatro años no vamos a lograr una sociedad que no produzca ningún residuo, pero tantos como ahora no tienen porque producirse. Para eso lo que hace falta es que verter e incinerar sea mucho más caro de lo que es hasta ahora.
Desde su conocimiento, ¿qué cree que ha pasado en Zaldibar?
Una de las causas del desastre es la falta de control de la Administración. Hay numerosos testimonios que acreditan que se vertían residuos de todo tipo, sin compactarlos adecuadamente, lo que en un vertedero es una de las principales causas para que después se produzca un deslizamiento. No podemos pronunciarnos de manera taxativa acerca de las causas, pero sí es evidente que no ha habido control por parte de la Administración.
¿Le pasará factura electoral al PNV y PSE?
Debería porque es uno de los exponentes principales de lo que llevamos denunciando en el Parlamento la pasada legislatura: que detrás del Gobierno del PNV y PSE hay chapuza y mala gestión. La sociedad vasca es madura y el 5 A será capaz de valorar el efecto psicológico que está teniendo la gestión de este desastre.
Y si Equo no obtiene representación parlamentaria, ¿cuál es su futuro?
Pues seguiremos trabajando para convencer a la sociedad de que somos necesarios.