El hermano del director económico del Servicio Vasco de Salud hizo un examen perfecto en una de las pruebas sospechosas de filtraciones
El hermano del hasta ahora responsable económico del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), Ricardo Ituarte, fue uno de los aspirantes de las oposiciones del pasado año que logró 100 puntos en el examen práctico y una plaza en la categoría de Anestesia. Fue precisamente en esa especialidad donde se originaron las primeras denuncias de la existencia de filtraciones en la OPE para beneficiar a candidatos muy concretos. Es más, la propia Osakidetza ordenó la repetición de ese proceso selectivo –ahora paralizada de manera cautelar- aunque formalmente nunca admitiera que hubiera pruebas de la manipulación de los exámenes.
El Consejo de Administración de Osakidetza aprobó este lunes el cese de Ituarte al frente del área económica de la mayor empresa pública de Euskadi y su sustitución por José Ramón Calonge. Fuentes oficiales remarcan que este nombramiento no guarda relación directa con la situación del hermano de Ituarte, destinado en el hospital de Cruces, pero asumen que su caso responde al mismo patrón anómalo que ha llevado a ordenar la repetición del examen.
Estas mismas fuentes indican que Ituarte, miembro del PNV y exalcalde de Santurtzi, no ha tenido ningún tipo de participación en la gestión de la OPE en general y en la elaboración de los exámenes en particular. El caso de Juan Carlos Soto es distinto, ya que lideró tanto la preparación de los exámenes como la investigación interna posterior. Decidió igualmente no investigar inicialmente las denuncias de filtraciones y sólo actuó cuando el caso estalló en los medios de comunicación. El que fuera director de Recursos Humanos fue destituido también el lunes y relevado por María Pilar Uriarte.
El comunicado oficial enviado por Osakidetza no indica los motivos de la salida de Soto. Es más, acompañaba la noticia sobre su cese con un agradecimiento por los servicios prestados. Preguntado al respecto, el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, ha indicado este martes tras el Consejo de Gobierno que estos cambios en la cúpula de Osakidetza responden al “derecho” del nuevo director general, Juan Diego, a configurar un equipo a su medida.
Diego llegó a la dirección del Servicio Vasco de Salud en noviembre tras la salida de María Jesús Múgica, mano derecha del consejero Jon Darpón y señalada abiertamente por la crisis en torno a la OPE. Erkoreka sí ha admitido que las oposiciones “tuvieron que ver con el cese de la directora general anterior”, en el sentido de que su continuidad en el cargo no “interfiriera” en la gestión diaria de un servicio básico. Múgica ya ha sido citada como testigo en la investigación abierta por la Fiscalía en torno a las filtraciones de exámenes.
Según informes estadísticos de sindicatos como ESK, LAB o el SME, en una veintena de categorías médicas había indicios de manipulación de las pruebas. En líneas generales, se apreciaba que había un número de exámenes perfectos o casi perfectos habitualmente coincidente con el número de plazas en concurso frente a una nota media muy baja propia de una prueba difícil. Asimismo, en algunos casos se detectó que los mejores aspirantes trabajaban en el mismo centro que los autores materiales de algunas pruebas.
El 100 del hermano de Ituarte es uno de los que se sucedieron en la categoría de Anestesia, donde además se incluyeron casos clínicos ajenos a la especialidad. Curiosamente, suspendió la parte teórica con 44 puntos. Fruto de la media ponderada, ocupó el puesto 23 de un total de 46 plazas, de las que 45 se situaron estadísticamente por encima de la media.
Precisamente fueron tres anestesistas opositores quienes iniciaron las denuncias en torno al fraude en la OPE. “Las oposiciones en los hospitales vascos no se aprueban estudiando, se aprueban porque alguien te da el examen”, criticaron Manoel Martínez, Marta Macho y Roberto Sánchez en una entrevista en este periódico.