El PNV no tiene techo, salvo por la decepción navarra de Geroa Bai, superado hasta por Vox. El partido de Andoni Ortuzar, Iñigo Urkullu y Aitor Esteban, que ha hecho de la moderación en relación a Cataluña y de la institucionalidad una bandera, ha ganado con holgura en Euskadi y en cada uno de los territorios. Los nacionalistas han crecido algo en un porcentaje de votos ya alto del 28 de abril en su peor escenario, el de unas generales (del 31% al 32%), y merced en parte al pequeño mordisco de Más País a Elkarrekin Podemos en Bizkaia ha conseguido arañar un histórico séptimo diputado para Jon Aiartza en dura pugna con el PP de Beatriz Fanjul. Es una cifra que no lograba desde 2000 y 2004 -en coalición con EA- y que en solitario es el mejor dato desde 1982, cuando el número de escaños vascos era de 20 y no de 18.
El PNV ha sumado 377.423 votos. No son los casi 400.000 de abril, pero el matiz es que la abstención ha crecido en tres puntos hasta dejar a 533.991 electores potenciales en casa en una jornada desapacible en lo político. Sólo EH Bildu, PP y Vox pueden presumir en Euskadi de haber recogido más papeletas con menos participación. En el Senado, los 'jeltzales' repiten el hito de abril: nueve escaños, tres por territorio, al que se suma el senador designado por el Parlamento, Jokin Bildarratz. El PNV es la cuarta fuerza en la Cámara Alta, sólo por detrás de PP, PSOE y ERC y muy por encima de fuerzas como Vox, Ciudadanos, Unidas Podemos, Más País o EH Bildu.
“¡Es la representación más grande que jamás haya mandado el PNV a Madrid!”, ha exclamado un Ortuzar lleno de júbilo. “Euskadi ha vuelto a demostrar que es políticamente diferente [...]. Es un aval al trabajo realizado”, ha añadido el líder peneuvista sobre el contraste de los resultados con los datos generales en España, donde ha crecido la ultraderecha de manera exponencial. “Las realidades sociales son distintas”, ha diagnosticado Ortuzar antes de pedir un reconocimiento urgente de la “realidad plurinacional del Estado” y un cordón sanitario “mínimo” para evitar que Vox “socave” el sistema democrático. Encara en una posición inmejorable las autonómicas de 2020, para las que todavía no hay fecha, y en las que el bipartito con los socialistas busca la mayoría absoluta que no obtuvo por un escaño en 2016.
El otro gran titular en Euskadi es el segundo naufragio consecutivo del PP a pesar del crecimiento en votos al pasar de 95.000 a 103.000 apoyos. Se debe al hundimiento de Ciudadanos -pero no capta los 27.000 que los naranjas se dejan en la gatera- y a que Vox sigue estancado en la irrelevancia en la “patria chica” de su líder, Santiago Abascal (los mismos 28.000 votos, un 2,43%).
Sorpresivamente para el PP, la de Fanjul ha sido su única opción real para volver a obtener un escaño. Se ha quedado a solamente 163 papeletas de conseguirlo. La noticia, sin ninguna duda, ha llegado de Álava. El buen comportamiento de EH Bildu en esta circunscripción ha hecho que incluso se haya alejado más el asiento del Congreso que se dejó por el camino Javier Maroto en aquel aciago San Prudencio. Marimar Blanco, hasta ahora diputada por Madrid, ni siquiera ha llegado a competir a lo largo del escrutinio por dejar de ser la quinta fuerza política. De menos de 400 votos de diferencia con el abertzale Iñaki Ruiz de Pinedo ha pasado a 2.047 votos.
Estos números convierten en decepcionante las apuestas personales de Pablo Casado en Euskadi, criticadas duramente internamente. En Álava, el aparato local tenía en Javier de Andrés, exdiputado general de Álava y exdelegado del Gobierno, como posible candidato. También quiso relevar a Fanjul y, desde luego, al guipuzcoano Íñigo Arcauz, en este caso por motivos “éticos”.
El PSE-EE, de su lado, ha mantenido estable su base de apoyos de abril, lo que se traduce en cuatro escaños nuevamente. EH Bildu ha celebrado una “noche mágica” con cuatro escaños más el de Bel Pozueta en Navarra -le concede el derecho a tener grupo parlamentario por vez primera- y Elkarrekin Podemos mantiene una buena base en Euskadi, a diferencia de en el resto de España. No obstante, Podemos e IU -ya sin Equo- se dejan el segundo acta de Bizkaia lastrados por los pocos votos obtenidos por el nuevo proyecto de Íñigo Errejón, Más País (8.463 votos).