“La élite, el 20% más rico, debe financiar la Renta Básica al resto de la ciudadanía”

Para el investigador Julen Bollain, la aplicación de una Renta Básica Incondicional tan solo es un reparto más equitativo de la riqueza. Es decir, pura justicia social. En la actualidad, está escribiendo su tesis sobre la evolución de la Renta Básica en el marco de los cambios económicos acontecidos en el siglo XXI y en la misma se puede ver cómo cuestiona muchos de los prejuicios que arrastra la Renta Básica, como el de que desincentivaría a los trabajadores. Bollain, quien estudió Administración y Dirección de Empresas en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad del País Vasco y en Université Saint-Louis, de Bruselas, además de un Máster en Administración Internacional y Relaciones Internacionales en Oxford, ha participado el pasado mes de julio en el congreso de Basic Income Earth Network (Red Mundial de la Renta Básica), celebrado en Corea.

Al recordar su estancia en el congreso en Corea, lo primero que afirma es que “la Renta Básica Incondicional debe ser compatible con el Estado de Bienestar, deben ser simultáneos ambos, porque es deseable y es aplicable”. Bollain está convencido de que la Renta Básica se implementará “más pronto que tarde” y señala que como en cualquier medida económica, habría ganadores y perdedores: “la élite, el 20% más rico, sería, quien a base de una reforma fiscal progresiva, financiaría la Renta Básica al resto de la ciudadanía. Se trata de un simple reparto de la riqueza más equitativo”.

En una entrevista recogida en la revista Campusa (editada por la UPV), Bollain aclara que la Renta Básica Universal nada tiene que ver con la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), la modalidad más avanzada de prestación que se ofrece en Euskadi. “La Renta Básica Incondicional la recibiría toda la población sin ningún tipo de condición, ricos y pobres”.

El principio de incondicionalidad recoge la idea de que la ayuda no está condicionada a cumplir ningún requisito, sino que por el mero hecho de ser ciudadano, la persona tendría derecho a recibir la renta. “Sería un derecho ciudadano en el que a la hora de recibirla no se cuestionaría el género, la orientación sexual o las creencias religiosas, por ejemplo. Un derecho como puede serlo el sufragio universal, y es que a la hora de ir a votar nadie nos pregunta si somos un hombre o una mujer, homosexual o heterosexual, católico o musulmán…”.

Importe

¿Qué importe tendría la Renta Básica? “La mayoría de los estudios existentes se han realizado con el umbral de la pobreza como importe, es decir, el 60 % del salario medio: unos 650 euros. Su objetivo sería que no haya gente bajo el umbral de la pobreza, que no haya pobres. Otro de los objetivos, sería dotar de libertad individual a las personas, que esas personas puedan trabajar en lo que quieran. Sería también una medida para avanzar en la igualdad de género: ¿cuántas mujeres no se divorcian por la dependencia existente en esta sociedad patriarcal?… En definitiva, dota de un poder de negociación a la gente, a los trabajadores, a las mujeres…”, explica Bollain.

En cuanto a la desincentivación de los trabajadores, el investigador de la UPV rechaza esta posibilidad. “Es una falacia. En estudios que se han realizado en lugares tan dispares como India, Namibia o Alaska, países o regiones del primer y del tercer mundo, demuestran, de hecho, lo contrario. En otro estudio, en una encuesta con más de 10.000 personas que se hizo en los 28 países de la Unión Europea, las personas cuando respondían a la pregunta de si dejarían su trabajo por una Renta Básica, solo el 4% contestaba afirmativamente. Sin embargo, cuando les preguntaban cuál era el mayor miedo que les daba la implementación de la Renta Básica, el 40% decía que el mayor temor era que la gente dejase de trabajar. Se percibe esa dicotomía en la gente: cuando te preguntan personalmente sobre si dejarías el trabajo por la renta, dices que no lo dejarías; pero cuando te preguntan por los otros, temes que ellos sí dejen de trabajar”.

Podemos dio marcha atrás en su demanda de la Renta Básica justo antes de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, lo que creó un problema en el partido pues fue una de las medidas programáticas más votada entre las bases. “El hecho es que no fue al programa estatal y al final decidieron trasladar un remedo de la RGI de Euskadi al resto del Estado. Un error, pues son varios los estudios que explican que la RGI no ha funcionado, pues no ha llegado a lograr sus objetivos. Por ejemplo: una de cada cuatro personas que tiene derecho a la RGI no la recibe, aunque cumpla los requisitos, por la burocracia, por la estigmatización que acarrea o por otras razones”.