El objetivo de la campaña fue detectar aquella venta fraudulenta, por un lado, en locales que carecen de las correspondientes autorizaciones administrativas, y, por otro, en aquellos que, aun teniendo autorización, superan los cupos de almacenamientos fijados.
En total, se realizó un 30% más de inspecciones que en el periodo navideño del año anterior. Sin embargo, a pesar de este incremento, se formularon once denuncias por infracciones administrativas al Reglamento 989/2015 de artículos pirotécnicos y de cartuchería, lo que supone una reducción de más de un 20% con respecto al anterior año, incautándose de artificios pirotécnicos de la Categoría primera, en concepto de la venta de productos pirotécnicos sin poseer las autorizaciones correspondientes.
A la vista de estos datos, la Guardia Civil considera cumplido el objetivo principal de esta operación, que es la concienciación e información al ciudadano del peligro inherente al uso de estas materias sin autorización, especialmente por parte de menores de 14 años, así como perseguir la venta de los productos pirotécnicos que no cumplen con la normativa establecida por la Unión Europea y carecen, por tanto, de marcado CE.