El director general de Mercedes-Benz en España y de la planta de la firma en Vitoria, Emilio Titos, y su hijo se enfrentan a una petición de la Fiscalía de dos años de cárcel, a 12.000 euros de multa y a la retirada del permiso de conducción por haber conducido “con temeridad manifiesta” y “a velocidad muy superior a la permitida” dos vehículos deportivos de gran cilindrada de la marca alemana traídos a Vitoria para una jornada de puertas abiertas celebrada en septiembre de 2016 en la que es la principal fábrica tanto de la capital vasca como de todo Euskadi. Un tercer conductor que circulaba de manera reglamentaria aquella jornada de hace tres años se vio sorprendido por una maniobra aparentemente ilegal de los deportivos, frenó bruscamente, se salió de calzada, chocó contra un terraplén y quedó completamente destrozado.
El juicio contra el empresario y su hijo se celebrará este mes de mayo en Vitoria y se ha personado también una acusación particular que eleva la calificación de los hechos al añadir a los delitos contra la seguridad vial el de omisión de socorro, aunque hay discrepancias jurídicas sobre si puede ampliarse la calificación en este sentido. Eso sí, el propio escrito del fiscal -es previsible que el juicio lo lleve Manuel Pedreira- incide en que “los acusados no detuvieron sus vehículos tras el accidente”, aunque el conductor afectado y los otros ocupantes del coche sí que “fueron asistidos” por otras personas que presenciaron lo ocurrido.
Los hechos se produjeron el 23 de septiembre de 2016 a las 16.15 horas en la carretera A2124, a la altura del municipio alavés de Peñacerrada (punto kilométrico 26,7). Según el ministerio fiscal, “en un momento de la conducción y en un tramo de curvas”, el vehículo conducido por uno de los dos acusados -la Fiscalía no ha querido aclarar este extremo amparándose en la normativa de protección de datos a pesar de la petición de este periódico- realizó un adelantamiento imprudente que motivó el accidente. Según explican fuentes policiales, tras el accidente, la Ertzaintza localizó al hijo del empresario ya de vuelta en la planta de Mercedes-Benz. Posteriormente se concretó también la participación de Titos en los hechos. Los coches deportivos estaban destinados, originalmente, a una exposición durante una jornada de puertas abiertas en las instalaciones de la automovilística alemana.
Padre e hijo están representados en este proceso por el bufete Cuatrecasas. Emilio Titos, en concreto, ha contratado al abogado Gonzalo Susaeta, conocido por haber defendido a Alfredo de Miguel, ex 'número dos' del PNV de Álava, en el mayor sumario de corrupción abierto en Euskadi. La defensa incidirá en la inocencia de los dos acusados y presentará contrapruebas para demostrar que no existió la conducción temeraria que las acusaciones atribuyen a padre e hijo.