Edurne Zenitagoia tuvo a su segundo hijo hace pocos meses. No era su primer parto, pero sí era primeriza en dar a luz en casa. Su hija mayor nació hace tres años en el Hospital de Mondragón. “Me quedo con el parto en casa, es una experiencia más personal, menos fría”, reconoce.
Pregunta. Después de haber tenido ya una niña en el hospital ¿cómo te animaste a dar a luz en casa?
Respuesta. Con el primer embarazo ya lo había pensado, pero tomé la decisión demasiado tarde. Además conocía a otras madres que habían dado a luz en casa y conocía sus experiencias. Es verdad que en el Hospital de Mondragón respetan bastante el ritmo de la mujer, pero con el segundo me entró otra vez el gusanillo. Nos informamos y nos decidimos.
P. ¿Qué diferencias has encontrado entre los dos partos?
R. En el hospital es todo más frío, te hacen muchas preguntas cuando estás con las contracciones, te menean mucho… En casa es todo más personal, yo estaba con 2 matronas y una doula (una asistente que proporciona apoyo emocional y físico durante el embarazo), y con mi pareja y mi hija. Estás con quien tú quieres. Respetaron mi ritmo, controlaban constantemente las pulsaciones del niño, pero por lo demás me dejaron libertad, ni si quiera me dieron puntos. Fueron 25 horas entre el preparto, el parto y el expulsivo. Luego te quedas en tu casa, cenas y te vas a tu cama.
P. ¿Y no te asaltó ningún miedo?
R. Sí, claro que tenía miedo. Pero me había informado mucho y confiaba plenamente en las matronas, además tenía el hospital a 15 minutos. El miedo está siempre, también en el hospital.
P. ¿Cómo lo llevó la familia?
R. Mi pareja y mi hija estuvieron conmigo, la niña no pudo estar en el momento de parto porque fue de noche, pero me acompañó durante la dilatación. Ya la habíamos preparado para ello, le contábamos cada noche el cuento del parto en casa, y lo vio como algo muy normal.
Mi madre y mi suegra sí que tenían más dudas, me peguntaron si no era más seguro en el hospital, pero respetaron nuestra decisión.
P. ¿Con qué te quedas?
R. Con el parto en casa, sin duda.