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Los presos mueven ficha para forzar a Rajoy a desatascar el final de ETA

Aunque se había especulado en las últimas semanas con un movimiento de ETA en relación a la posible entrega de parte de sus arsenales, lo que de verdad venía cociéndose desde hace meses es un debate en profundidad en el seno del colectivo de presos de ETA afín a la estrategia de la dirección terrorista. El conocido como EPPK (Colectivo de Presos Políticos Vascos). Durante meses alguno de los documentos que han servido para el debate interno han revelado parte del debate que se ha prolongado desde 2012. El colectivo de familiares de presos de ETA, Etxerat, ha cifrado en un total de 527 el número de reclusos que forman parte del colectivo EPPK y que se encontrarían encarcelados en 81 centros penitenciarios. En su seno se ha producido este debate y en él han participado un total de 609 reclusos de la organización terrorista. Según un informe citado por Naiz.Info, más de 300 presos y presas han suscrito aportaciones por escrito.

Uno de esos últimos textos, de la propia dirección, fechado hace poco más de un mes, señalaba que los reclusos etarras habían acordado reclamar su traslado a cárceles vascas invocando razones jurídicas y dando prioridad a los reclusos enfermos, a los que tengan más de 70 años y a los 20 dirigentes del colectivo de presos.

Las peticiones no incluirán ninguna autocrítica ni solicitud de perdón. Se presentarán inicialmente ante las juntas de tratamiento de las cárceles y si no son aceptadas se recurrirán ante los tribunales, según un documento de la dirección publicado recientemente por la agencia Vasco Press.

El nuevo documento difundido ayer da un salto cualitativo, presumiblemente para dar fuelle a un proceso de final de ETA que está obturado, estancado y que solo movimientos unilaterales -exigidos tanto por el Ejecutivo central como por la mayoría de los partidos políticos- como este puede acelerar o, al menos, poner en movimiento. El pronunciamiento -al que puso voz la exdirigente Soledad Iparraguirre, 'Amboto'- llega después de la resolución del Tribunal de Estrasburgo contra la 'doctrina Parot' -que ha aparejado un goteo de excarcelaciones de los etarras de la etapa más sanguinaria de ETA y una oleada de críticas de las asociaciones mayoritarias de víctimas del terrorismo como la AVT- y pocos días antes de la que, a todas luces, puede convertirse en una multitudinaria marcha en Bilbao en favor de los presos de la organización terrorista, a principios de enero. Y, de hecho, el documento recuerda la sentencia europea: “Siguen utilizando la política penitenciaria al servicio de objetivos e intereses políticos, vulnerando y violando derechos fundamentales, tal y como ha sentenciado Europa, antes alimentando la confrontación, ahora obstaculizando la solución” se apunta en el texto.

Aceptar, como hace el colectivo que “nuestro proceso de vuelta a casa –nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro traslado a Euskal Herria- se efectuasen utilizando cauces legales, aun cuando ello, para nosotros, implícitamente conlleve la aceptación de nuestra condena” es algo histórico. Y admitir que “compartimos que tanto la ley como su aplicación cumple una función esencial de cara al futuro”, es inédito en la historia de los presos etarras.

“Total generosidad”

El documento desglosa también la conculcación de dercho en las cárceles, las “torturas”, pero todo ese pasaje de agravios cede ante los movimientos que son de un calado fundamental para desatascar lo que ese mundo tacha de “inmovilismo” del Gobierno, más de dos años después de que ETA anunciara el fin definitivo del terrorismo, en octubre de 2011.

Y para finalizar se encomienda al Foro Social para el proceso de Paz -promovido por Lokarri y Bake Bidea y que ha venido dando cobertura en los últimos meses al proceso del final de la violencia- y a sus recomendaciones para avanzar que, con “total generosidad”: “El EPPK no rehuirá sus propias responsabilidades ni dependerá de los movimientos de los demás para hacer los suyos ya que mostramos nuestro absoluto compromiso en ser un agente activo y eficaz tanto en el conflicto como en su solución. Haremos cuanto esté en nuestra mano”.

El Foro Social El Foro Social había recomendado acometer un proceso de integración de las presos y huidos de ETA por medio de “cauces legales” y que se desarrollara de forma “individualizada, escalonada, y en tiempo prudencial”. Además, también recomendaba a los reclusos de la banda armada reconocer el daño causado por su actuación, algo que finalmente han aceptado.

LOS MOVIMIENTOS DE LOS PRESOS DE ETA:

1. A nuestro modo de ver, para resolver las consecuencias del conflicto político resulta indispensable tomar en cuenta el origen y las razones del mismo. Es precisa una hoja de ruta firme para que el conflicto que sufre nuestro pueblo encuentre una solución integral. El origen político del conflicto exige asimismo una solución política.

2. La normalización política se debe basar en la posibilidad de desarrollar y llevar a cabo democráticamente todos los proyectos políticos. Debemos evitar cualquier salida parcial o falsa para impedir que el conflicto se perpetúe y no defraudar ni al pueblo ni a su ciudadanía.

3. La solución política ha de ser integral y es imprescindible que en el ámbito de las consecuencias del conflicto exista una visión global que tome en cuenta y desarrolle todos sus apartados. Reconocemos con toda sinceridad el sufrimiento y daño multilateral generado como consecuencia del conflicto.

4. Reconocemos el nuevo escenario surgido tras el cese de la lucha armada de ETA y en adelante, en pro de la libertad de Euskal Herria, utilizaremos vías y métodos políticos y democráticos, de acuerdo con las decisiones que se han tomado en ese sentido.

Por ello, en lo sucesivo renunciaremos al empleo del método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición, represión y vulneración de derechos. Nuestro compromiso con el nuevo escenario es nuestra decisión de fortalecerlo y consolidarlo.

5. Es necesario derogar toda situación y medida de excepción. Adaptar el entramado jurídico a la situación política. Cambiar radicalmente la política penitenciaria y priorizar el fin de la dispersión. Reconocer nuestros derechos, posibilitar nuestra vuelta a casa e impulsar la solución integral a la actual situación política.

6. Por todo ello, podríamos aceptar que nuestro proceso de vuelta a casa –nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro traslado a Euskal Herria- se efectuasen utilizando cauces legales, aun cuando ello, para nosotros, implícitamente conlleve la aceptación de nuestra condena. Compartimos que tanto la ley como su aplicación cumple una función esencial de cara al futuro, ya que han de ser utilizadas para fortalecer los pasos que hayan de darse.

7. Estamos dispuestos, dentro de un plan de actuación global, a estudiar y tratar la posibilidad de que el proceso que culmine con nuestra vuelta a casa se efectúe de manera escalonada, mediante compromisos individuales y en tiempo prudencial.

8. Asumimos toda nuestra responsabilidad sobre las consecuencias derivadas de nuestra actividad política en el conflicto político. Asimismo, mostramos nuestra voluntad para analizar la responsabilidad de cada uno de nosotros, dentro de un proceso acordado que reúna las condiciones y garantías suficientes.

Para ello:

1. El EPPK se pondrá en contacto con los promotores de las recomendaciones del Foro Social y con otros agentes de Euskal Herria, a fin de buscar acuerdos en torno a los mismos y de encontrar fórmulas que permitan su desarrollo.

2. A fin de facilitar la superación de las situaciones de excepción que sufrimos en las cárceles, el EPPK escuchará las propuestas y reflexiones de los distintos agentes y compartirá las suyas, con objeto de que las decisiones y pasos que se adopten para que el proceso avance sean compartidos y gocen del apoyo necesario.

3. Hacemos un llamamiento a la ciudadanía, instituciones, agentes sociales y partidos políticos para buscar un amplio consenso que posibilite nuestro regreso a casa, enmarcado en un proceso integral, que no ponga en cuestión nuestro carácter ni dignidad política.

4. No es tiempo de ocultarse tras dificultades e impedimentos. Es hora de la responsabilidad política. La de todos. También la nuestra, en la medida en que somos parte y consecuencia del conflicto político. El EPPK no rehuirá sus propias responsabilidades ni dependerá de los movimientos de los demás para hacer los suyos ya que mostramos nuestro absoluto compromiso en ser un agente activo y eficaz tanto en el conflicto como en su solución. Haremos cuanto esté en nuestra mano, con total generosidad, en la consecución de la libertad de Euskal Herria.