Si el 4 de junio el consejero de Salud, Jon Darpón, pedía “pruebas” en su primera comparecencia después de que se conociera la polémica en torno a las presuntas irregularidades en la OPE del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), singularmente en las categorías de especialidades médicas, más de cuatro meses después y tras completar una investigación interna en la que se asegura haber llegado “hasta el final” Darpón sigue sin encontrar “pruebas” de filtraciones para beneficiar a facultativos muy concretos. La documentación interna admite anomalías estadísticas y algunas irregularidades en los tribunales y Osakidetza ha conocido también testimonios y denuncias que apuntan en esa dirección. Pero sin saber el “cuándo, cómo y dónde” de las filtraciones Darpón ha insistido en el Parlamento, donde ha comparecido durante más de tres horas y media este miércoles, en que “no se puede presuponer que hay un delito”. Vehemente en sus planteamientos, ha llegado a decir ante las críticas de Elkarrekin Podemos que “esto no es Venezuela” y que en un “Estado de Derecho” hay que “probar” las acusaciones.
“Si se objetiva que hay un delito, no debe quedar impune. Pero hay una presunción de inocencia sobre los vocales y opositores [de las categorías señaladas]”, ha explicado Darpón, que ha estado acompañado en la comisión de Salud de la Cámara por una decena de altos cargos y asesores de su equipo. Uno de ellos, el responsable de Recursos Humanos de Osakidetza, Juan Carlos Soto, ha subrayado que las pruebas bajo sospecha apenas representan una mínima parte del conjunto de la OPE. El 99,46% de los opositores han participado en exámenes que no se han investigado y el 99,53% de los aprobados obtendrán su plaza con normalidad.
Darpón y su equipo han salido del Parlamento sin aclarar la batería de dudas planteadas por las portavoces de la oposición en la comisión de Salud. Rebeka Ubera (EH Bildu) ha calificado de “cachondeo” algunas formas de proceder en la OPE y ha retado al consejero a hacer accesibles a toda la ciudadanía las actas y expedientes para que vean lo “flipante” de algunas actuaciones. “Para ustedes no hay pruebas. Para nosotros sí [...] Nos toman por tontos con mentiras”, ha criticado Ubera.
Igualmente dura ha sido Cristina Macazaga (Elkarrekin Podemos), que ha ironizado que Darpón sólo dará su brazo a torcer si aparece un “selfie” de un médico recibiendo una filtración. Según la representante morada, la investigación de Osakidetza sólo ha buscado “tapar” las irregularidades para “asegurarse de que el sistema corrupto” de reparto de plazas entre la elite hospitalaria “no vuelva a tener fugas”. Como ejemplo del “clientelismo” ha apuntado que hay un caso en que los supuestos beneficiarios de la filtración no sólo aciertan un elevado número de preguntas de un examen complicado, sino que fallan las mismas y eligiendo en el test la misma opción errónea. “¿A esto le llama investigar hasta el final?”, ha preguntado Macazaga.
Por su parte, Laura Garrido (PP) ha fracasado una vez más en su intento de que Osakidetza aclare una de las claves de este caso: ¿quién eligió a los autores del examen teórico de las especialidades médicas? Como novedad para ofrecer más garantías en esta OPE, Osakidetza encargó al Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) que preparara el examen teórico, que además tendría un valor del 65% por encima del 35% de la prueba práctica fijada por los tribunales. Sin embargo, el IVAP no tiene especialistas en materias tan técnicas y delegó a su vez en médicos del Servicio Vasco de Salud, todos ellos miembros de los tribunales. En numerosas categorías se repite el patrón de que los compañeros de hospital del autor obtienen los mejores resultados y con notas muy superiores a las del resto de candidatos. “Los aprobados están en la órbita de quienes han hecho los exámenes”, ha recalcado Garrido, que ya en la primera comparecencia de Darpón sobre la materia, el 19 de julio, no logró aclarar quién asesoró al IVAP para elegir a los autores del examen.
Precisamente en los hombros del PP está que prospere la comisión de investigación propuesta por EH Bildu y que apoya Elkarrekin Podemos. Los 38 votos del conjunto de la oposición permitirían superar los 37 de PNV y PSE-EE, los partidos del Gobierno. Fuentes parlamentarias, sin embargo, manifiestan a eldiarionorte.es que la balanza del PP, en este momento, está más cerca del 'no' que del 'sí'. Es más, Darpón ha “agradecido” este miércoles el tono de Garrido frente al de las representantes de EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Desde el PP, por el contrario, “no se descarta ninguna opción en este momento”. Los 'populares' están “a la espera de acontecimientos” y decidirán “en función de las circunstancias”. Esperarán a que Darpón presente los cambios anunciados en el sistema de oposiciones y que incluirá, por ejemplo, una “reorganización” del área de Recursos Humanos para mejorar los procesos.
Haya o no investigación parlamentaria, el caso está a expensas de la finalización de la Fiscalía. El ministerio fiscal continúa con sus diligencias y avanza de manera discreta en la recopilación de pruebas y testimonios.
La larga comisión ha permitido conocer también otros detalles sobre toda la polémica que ha rodeado a las OPE de Osakidetza. El Gobierno autorizó a que la oposición pudiese consultar las actas y expedientes en la sede central del Servicio Vasco de Salud pero, según ha indicado Rebeka Ubera (EH Bildu), ella y su asesor fueron advertidos de que tenían que firmar una “cláusula de confidencialidad”. Ellos se negaron y Elkarrekin Podemos tampoco lo hizo, pero el PP sí la rubricó. Asimismo, se ha conocido el coste del informe estadístico externo encargado por el consejero Jon Darpón al profesor de la Universidad de Oviedo José Muñiz. Supuso 14.999 euros, justo un euro por debajo del límite para poder contratarlo 'a dedo'. Según Cristina Macazaga (Elkarrekin Podemos), Darpón necesitaba un “amigo” de Oviedo “para que le dijera lo que le interesaba” y abonar su teoría de que no hay pruebas de filtraciones. El consejero, socarrón, ha respondido que él no tiene amigos en Oviedo y que no conocía al profesor Muñiz hasta que estalló esta crisis. No ha sido su único momento de ironía, ya que ha llegado a asegurar que lo raro en la OPE sería no que obtengan plazas los candidatos de un hospital concreto, sino los aspirantes “de Valladolid”. El consejero ha tenido que matizar que no tiene “nada en contra” de los facultativos pucelanos “como tampoco de los de Copenhague” y que lo que quería decir era que la mayoría de aspirantes eran vascos y que por ello lo habitual es que sean ellos los que, mayoritariamente, aprueben la OPE.