El exconcejal del PNV condenado por corrupción contrata en Leioa a través de empresas de terceros
Iñaki San Juan, exconcejal del PNV en la localidad vizcaína de Leioa condenado a más de cinco años de prisión en el ‘caso De Miguel’, el mayor sumario de corrupción conocido hasta la fecha en Euskadi, no solamente continúa recibiendo contratos de su antiguo Ayuntamiento con la misma empresa implicada en la trama, Errexal, sino que se ha valido en al menos dos ocasiones de empresas socias para intentar facturar de manera indirecta, según ha podido comprobar este periódico de varias fuentes. La oposición al PNV en el municipio, EH Bildu, ha denunciado también un tercer caso similar. En uno de los casos, además, ha reaparecido como intermediario un personaje que ya participó en varios negocios del ‘caso De Miguel’, Juan Antonio Bilbao.
Este periódico publicó en mayo que San Juan, que ha cambiado el nombre de Errexal por el de Perexila Proyects ante el registro mercantil y que opera comercialmente como Karabansarai Produkzioak, había recibido un total de tres contratos sin concurso desde el Ayuntamiento de Leioa. El primero ya era conocido, ya que databa de 2019: 3.509 euros por la organización del concierto de Atlantia Ë Ria en Kultur Leioa. La novedad radicaba en dos contrataciones más en 2020 y 2021, posteriores a la sentencia condenatoria, que mantiene a San Juan con medidas cautelares que ha de cumplir para que no se decrete su entrada en prisión. En la resolución judicial de la Audiencia Provincial de Álava ha quedado acreditado que Errexal, formalmente una empresa de organización de eventos y que se creó en Vitoria, operó como empresa pantalla para recaudar comisiones ilegales en varias operaciones. La sentencia de primera instancia no es firme porque ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo pero plantea con claridad la disolución de la mercantil por las ilegalidades cometidas.
En cuanto a los contratos, eran 4.840 euros para organizar una actuación del músico Javier Urrutia y otros 4.840 euros por la organización de la obra de teatro 'Ángela, el verso suelto de Iparragirre'. Los datos aparecían en el registro oficial de contratos del Ayuntamiento, del que este periódico tiene una copia. Una semana después de conocida la información, EH Bildu preguntó por estos tres contratos al alcalde del PNV de Leioa, Iban Rodríguez, que encajó la interpelación con enojo. “¡Qué salsa le gusta a hacer a algunos en algunos medios de comunicación diciendo que este alcalde da contratos a dedo, dejando entrever que está, cuando menos, prevaricando! Gezurra! [‘mentira’]. Lo ven mis aitas, mis hijos, mi mujer, mi hermano… Parece que estoy delinquiendo. Yo nunca voy a ir contra ti. Y podría. Pero no lo voy a hacer […] Pues ya sabes, pa’ casita entonces”, le replicó con dureza al concejal abertzale Asier Izquierdo.
Y retó: “Dices que tenemos tres contratos con Perexila. ¿Cuáles son? Tú aseveras que son tres. ¿Cuáles son? Que yo sepa tengo constancia de uno, que se hizo en el 2019, antes de que saliera el juicio”. Se da la circunstancia de que el juicio arrancó en enero de 2018 y ya había finalizado en diciembre de ese año, por lo que Rodríguez confundió las fechas. San Juan, además, llevaba imputado desde 2011, cuando un informe de la Ertzaintza ya apuntaba la naturaleza de Errexal. Acto seguido, defendió la adjudicación. “Eran tres músicos prestigiosísimos, ¿vale? A nivel mundial han hecho una gira muy muy importante”, apostilló. Y siguió, incurriendo en el mismo error de fechas: “Se contratan antes de que salga el juicio. Que eso no quiere decir que una vez de que salga el juicio la empresa es ilegal, porque no es firme la sentencia”.
EH Bildu mostró su sorpresa porque constaban en el perfil del contratante otras dos adjudicaciones y ahí quedó el debate. A preguntas de este periódico, fuentes oficiales de la Alcaldía indican que en el concierto de Urrutia hubo una “errata al hacer la transcripción” ya que “esa actuación no corresponde a Perexila” y la gestionó Albouga Produkzioak. Urrutia, en todo caso, es una persona del entorno de San Juan, según admitió el propio regidor cuando lo mencionó en otro momento del pleno llamándolo, por error, Jaime Urrutia, que es el vocalista de Gabinete Caligari.
Sobre la obra de teatro, estas mismas fuentes oficiales indican de nuevo que se produjo un “error” y no se modificó el Excel que se subió al portal de transparencia. Respaldan esta versión con un decreto firmado el 23 de febrero de 2021 por el propio alcalde en el que se apunta a que se ha “observado” un “error material” en la contratación de San Juan para la obra de teatro ‘Ángela, el verso suelto de Iparragirre'. “Donde dice Perexila Proyects […] debe decir Trade Affairs”, se puede leer en esa corrección.
Dosuve o Vanitas et Veritas
Pero, ¿qué es Trade Affairs? Según se puede comprobar en el registro mercantil a tenor del CIF que aparece en el documento del Ayuntamiento la empresa, en realidad, no se llama así. Su nombre completo es Dosuve Marketing & Trade Affairs. Y es heredera de una compañía ya disuelta llamada Vanitas et Veritas, cuya marca comercial era precisamente Dosuve. Detrás de aquélla y de ésta se halla Juan Antonio Bilbao, amigo personal no solamente de San Juan sino también de quien da nombre al ‘caso De Miguel’, Alfredo de Miguel, ex ‘número dos’ del PNV de Álava. También lo era del comisionista confeso Josu Arruti y del también condenado exdirector de Juventud del Gobierno vasco, Xabier Sánchez Robles, que colmó de contrataciones irregulares a las empresas de la trama. ‘Juanan’, como se le conocía en los correos electrónicos del sumario del caso, nunca estuvo imputado.
En conversación con este periódico, Bilbao explica que no mantiene una relación cercana con San Juan y que no le “suena” la empresa Perexila a pesar de que en su momento declaró que San Juan entraba y salía de sus oficinas de manera habitual. Preguntado por cómo es posible que en los carteles de la obra y en Facebook sea Karanbasarai el promotor de la actuación de Leioa cuando supuestamente era un “error” que la organizaran ellos, señala que había varios “coproductores” de la misma obra de teatro, sin más detalles. “Hay veces que el nombre comercial no coincide con el nombre de la empresa”, ofrece por toda explicación.
Bilbao declaró en el juicio del ‘caso De Miguel’ a propuesta de la letrada de San Juan para defender que Errexal era una empresa limpia y hacía un buen trabajo. Sin embargo, a preguntas de la Fiscalía, no pudo sino reconocer que era cierto un correo electrónico en el que quedaba acreditado que Dosuve y Errexal se cruzaban facturas falsas. San Juan, por ejemplo, trató de camuflar el cobro de comisiones ilegales con relaciones comerciales con ‘Juanan’. Un constructor abonó el 4% de unas obras a la trama de De Miguel a través de un pago a Errexal y se facturó por unos supuestos trabajos de señalética en la obra que nunca consta que se hicieran. Dosuve no solamente proporcionó a San Juan una factura para que la presentara en el juicio sino que explicó en la vista que les costó mucho hacer esos carteles. En otro mensaje, en este caso dirigido a De Miguel cuando era diputado foral en Álava, le pedía “cariño” para su empresa en la institución al tiempo que le preparaba a quien todos conocían como Txitxo un viaje por Jerez o preparaban otro a la Toscana italiana. Dosuve también entregó en el juicio un documento en el que se pretendía probar que la principal empresa pantalla del caso, Kataia Consulting, que compartía domicilio social con Errexal, también era una sociedad normal y corriente.
Hubo una línea de investigación en torno a San Juan y Dosuve que quedó archivada. Estaba residenciada precisamente en Leioa, en concreto en la entidad promotora del ‘txakoli’ Mendibile Jauregia. Se llegó a tomar declaración como imputado a Asier Arzalluz, del mismo grupo de amigos e hijo del histórico presidente del PNV, el ya fallecido Xabier Arzalluz. Como gerente de Mendibile Jauregia había adjudicado un contrato a Errexal para la gestión del centro tras un supuesto concurso en el que había ‘competido’ contra Dosuve y contra otra firma relacionada con San Juan, Nekalur. La hostelería de Mendibile Jauregia también fue a parar a otra empresa cercana a San Juan, Altzatebaita, en la que participaba su hermano Gotzon San Juan.
San Juan no figura, pero “da pistas” al Ayuntamiento
Asimismo, este periódico ha podido comprobar que en otro contrato reciente también estuvo detrás San Juan. Se trata del Festival Internacional de Música Clásica de 2019, en el que consta el logo de Karabansarai en la casilla de “organizadores” del póster que se editó sin que haya referencias contractuales oficiales para que eso pueda ser así. También lo difundió en sus redes sociales como un trabajo propio. Este festival se celebró en el palacio Artaza, una de las sedes de la Presidencia vasca junto con Ajuria Enea. El evento, a efectos municipales, lo tramitó la asociación cántabra WOM mediante una subvención de 20.000 euros.
Fuentes conocedoras de esa contratación explican que fue San Juan quien ideó el evento y quien buscó a la entidad que se dirigiera al Ayuntamiento para lograr los fondos. No hubo acuerdo escrito alguno pero el pacto era que WOM y Errexal irían al 50%. Ahora bien, el resultado económico del evento fue negativo y San Juan no asumió su parte en ningún momento. Aunque de todo esto no existe rastro oficial, desde el Ayuntamiento no niegan que WOM “llega a través de Iñaki San Juan, que es quien pone en contacto al Ayuntamiento con esta asociación”. “Iñaki San Juan nos da la pista sobre contar en Leioa con WOM por su carácter de campus internacional de jóvenes y música clásica, un certamen que ya llevaba años realizándose en otros sitios”, añaden. Insisten, en todo caso, que los pagos se realizan “única y exclusivamente” con la entidad de Cantabria.
Finalmente, EH Bildu denunció ante el alcalde en el pleno otro caso más que podría seguir el mismo patrón. La obra ‘Ele! Lorca-Lauxeta’ también es una producción de San Juan y así consta tanto en la ‘web’ de Kultur Leioa como en un canal de YouTube de un autor llamado ‘Perexila Proyects’. Sin embargo, la factura se realizó con otra empresa de Cantabria. Rodríguez, muy enfadado nuevamente, ironizó que vaya empresa “pantalla” era Errexal si estaba detrás de una obra en la que el protagonista, aparentemente, es “muy” de EH Bildu y “el director es zinegotzi” o concejal. “¡Vaya pantalla! Este alcalde no ha dado un contrato a dedo en su vida. ¡En su vida! Yo firmo todos los contratos, eso sí. Pero esa firma la hago por propuestas que me hacen los técnicos, en este caso de Cultura. Aunque se les pueden dar unas directrices, en ningún momento se le ha pedido que contraten a nadie. […] ¿No le habéis contratado nunca [a San Juan]? No tengo ningún problema en decirte pueblos y asociaciones [que han contratado con estas empresas]”, clamó sin ofrecer, finalmente, esa relación de municipios.
¿Qué es Errexal?
En este tiempo se ha conocido y constatado judicialmente que, dentro de la trama dirigida por De Miguel, Errexal actuaba como empresa pantalla para el cobro de comisiones ilegales tras la adjudicación de contratos públicos, que tenía una caja B, que se usaba para contratar a personas del partido y que recibió contratos teledirigidos e irregulares desde Administraciones afines, como la Dirección de Juventud con Juan José Ibarretxe, cuyo titular era Xabier Sánchez Robles, amigo común de De Miguel y San Juan desde EGI, la organización juvenil del PNV.
La mercantil central de la trama de De Miguel, conocido como Txitxo, se llamaba Kataia Consulting y en ella participaban también otros dos dirigentes nacionalistas alaveses, Aitor Telleria y Koldo Ochandiano. Estaba a nombre de esposas del trío y las iniciales de los seis dan sentido a la extraña denominación. La sentencia dejó claro que Errexal -mencionada 847 veces en la resolución judicial- era también una empresa controlada por ellos, al menos en su gestación. Un correo electrónico prueba que fue Ochandiano quien dio las instrucciones para su creación en el otoño de 2005, apenas unos meses después del nacimiento de Kataia Consulting. Su primer domicilio social, además, fue también el almacén de bebidas del cuñado de Txitxo y de su hermana, los también 'jeltzales' Miguel Ángel Díaz Arana y Eguzkiñe de Miguel. Este local luego pasó a ser una sociedad gastronómica. Como administrador se ubicó a San Juan y como contable a otra hermana de De Miguel, Aintzane.
Errexal se creó ya directamente para canalizar una subvención teledirigida de 90.000 euros del área de Juventud, siempre según la sentencia. Para beneficiar a la trama, Sánchez Robles fraccionó también otros contratos o toleró que algunos de ellos se pagaran sin que conste que se hiciera el trabajo. Fueron un total de 130.037,40 euros los que facturó Errexal de este modo en aquella época y San Juan y Txitxo, además, crearon otra empresa más, Ortzi Muga (ya extinta), que ingresó otros 57.715,80 euros con una mecánica similar, a los que se suman los 34.075,00 euros de la propia Kataia Consulting. Además, la trama se valió al menos en dos ocasiones de Errexal para camuflar el cobro de mordidas equivalentes al 4% de contratos de obras al empresario afín Jon Iñaki Echaburu, en concreto adjudicaciones en las localidades alavesas de Lapuebla de Labarca y Zigoitia. En ambos casos, Errexal emitía una factura por supuestos trabajos para blanquear el pago de la comisión. Las dos operaciones certificadas suman 10.080 y 6.990 euros. En las cuentas incorporadas a la causa, apareció también que Errexal fue contratado por el propio PNV para actos electorales por 47.623,80, 28.257,60, 9.848,40 y 6.159,60 euros, respectivamente. La Fiscalía, asimismo, llegó a definirla como un “colocadero” para personas del partido.
En cuanto a San Juan, fue concejal de Cultura por el PNV entre 1999 y 2003. Su padre, también Iñaki San Juan, fue alcalde entre 1979 y 1987 e igualmente director de Deportes del Gobierno vasco y miembro de la dirección del partido en Bizkaia, el BBB. En el arranque del juicio, San Juan se permitió escribir en 'Deia' un artículo en el que aseguraba que la documentación del sumario era “insignificante” en su mayoría, en el que denunciaba el despilfarro de dinero público que había supuesto la investigación -“ingentes recursos públicos malgastados de los que nadie se hará responsable”- y en el que sugería que todo era un montaje de “Bildu-PSOE” contra el PNV. Y añadía sobre el “circo” que creía que era el juicio: “Payasos tampoco se esperan. Algún que otro periodistilla aficionado a la sobreactuación y poco más”. Meses después, su gran amigo Josu Arruti sería uno de quienes confesó que la existencia de una trama ilegal de cobro de comisiones. Durante todo el proceso, San Juan siempre trató de ocultarse bajo una gran capucha de la prensa y cuando la Fiscalía pidió el ingreso en prisión tras la sentencia de primera instancia -el tribunal lo dejó en medidas cautelares a la espera del Supremo- San Juan alegó que no podía ir a la cárcel porque tenía que atender trabajos para las instituciones públicas.
0