Una exposición en Vitoria muestra parte del día a día de la ciudad en el verano de 1936, al inicio de la Guerra Civil

El centro cívico Aldabe, en el centro de Vitoria y que celebra su vigésimo quinto aniversario, acoge este mes de diciembre una exposición fotográfica sobre el verano de 1936, el del golpe de Estado y el inicio de la Guerra Civil. Aunque no se menciona, Vitoria fue el primer municipio conquistado por los sublevados franquistas, que el mismo 19 de julio, a las 24 horas del inicio de la rebelión, impusieron a Rafael Santaolalla como alcalde en sustitución del republicano moderado Tomás Alfaro Fournier, nieto de Heraclio Fournier. La capital también acogió dos relevantes ministerios del primer Gobierno ilegítimo de Francisco Franco, los de Justicia y Educación, y los cuarteles generales de la Alemania nazi y de la Italia fascista, que apoyaron a los golpistas de modo decisivo. Entre otros, fueron fusilados el consejero de Salud del primer Gobierno autonómico, el republicano Alfredo Espinosa, o el alcalde electo en 1931, Teodoro González de Zárate, izquierdista.

La muestra, que lleva por título 'VG 1936ko (G)UDA', un juego de palabras en euskera con las palabras 'guerra' y 'verano', se enmarca en un ciclo más amplio sobre historia y memoria con charlas, visitas guidas y otras actividades. Están especialmente enfocadas a los jóvenes. “Conscientes de que los jóvenes actuales van a ser el futuro de nuestra sociedad, es un proyecto que mira a las nuevas generaciones. Oroitz (Memoria Araba) busca despertar el interés por la historia entre las personas jóvenes, reflexionar sobre el pasado de nuestra ciudad y nuestro país y acercarnos a la memoria histórica”, se explica desde la organización.

En las imágenes, todas ellas del Archivo Municipal, aparece una parada de milicianos de la Falange, el partido parafascista y único de la dictadura. Se yerguen en la plaza bajo el Ayuntamiento con una bandera negra y roja y con otra de España. Hay también una fotografía de la visita del general Millán Astray, que pronunció un discurso multitudinario desde la azotea del Banco de España, actual Memorial de víctimas del terrorismo. Fue solamente uno de los muchos jerarcas del nuevo régimen que pasó por Vitoria, como también lo hicieron en años sucesivos militares próximos a Adolf Hitler y Benito Mussolini.

En otra de las fotografías aparece el requeté carlista, una fuerza tradicionalista muy arraigada en Navarra y en Álava que apoyó al primer franquismo y combatió por él en la Guerra Civil. En esa imagen, aparecen acompañados del obispo Mateo Múgica, que tuvo una participación controvertida ya que años después acabó en el exilio y defendiendo por escrito algunos excesos de los sublevados y aplaudiendo las bondades y la religiosidad del nacionalismo del PNV, que se mantuvo leal a la legalidad republicana. Hay menciones también a las “milicias ciudadanas” y a las “margaritas”, grupos de veteranos y mujeres que respaldaron la sublevación. También se muestra que ya desde el inicio del cambio de régimen el saludo romano o fascista era muy común, como lo serían después las esvásticas y otros símbolos como el 'Duce, duce, duce' de apoyo a Mussolini.

En el marco de la exposición se han programado actividades paralelas como una charla de Josu Santamarina, profesor de la UPV/EHU, sobre la arqueología olvidada de la Guerra Civil en Álava, cuyo frente de batalla más importante fue el de Legutio, la gran ofensiva vascorrepublicana para tratar de recuperar Vitoria y que fue fallida. También se han ofrecido datos de alaveses en campos de concentración del nazismo de la mano de Etxahun Galparsoro o las derivadas en el arte con Karlos Turrillas. Precisamente el franquismo eligió Vitoria como sede de un encuentro internacional de Arte Sacro, uno de los primeros grandes eventos del nuevo régimen y que fue publicitado por la propaganda grandemente.