En el 'statu quo' actual del PP vasco cohabitan un nuevo presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, y un líder local impuesto en su día por Pablo Casado, Carlos Iturgaiz, que continúa sin ser refrendado en un congreso que toda apunta que se pospondrá todavía al menos hasta que pasen las elecciones forales y municipales de la primavera de 2023, ya con resultados en la mano. Y con ellos cohabitan dos discursos, como se ha manifestado este jueves en Bilbao en la reunión de la junta directiva de los 'populares', presidida excepcionalmente por Núñez Feijóo. En su alocución, ha reclamado un partido en “Euskadi” -palabra que ha alternado con “País Vasco”- que “se dirija a la mayoría de la sociedad vasca” y que entienda que España “es una nación de 500 años que garantiza la autonomía de sus nacionalidades y regiones” y las “peculiaridades” de todos los “pueblos”. Antes, Iturgaiz no ha variado sus duras críticas a “Sánchez, al PNV y a demás colegas radicales” y ha asegurado que en el “País Vasco” -aquí sin “Euskadi”- la ley de memoria histórica orilla a las víctimas “no nacionalistas” -en posible referencia a víctimas del bando republicano en la Guerra Civil, como ya defendió en el Parlamento- y que la reforma educativa persigue un “euskera obligatorio y que desaparezca el español” y que se acaben los colegios concertados religiosos. Además, ha apostillado que “el nacionalismo prepara” un nuevo estatus con el objetivo, “como piden los proetarras, de tumbar el régimen constitucional monárquico” y romper España.
El contexto de la situación actual arranca a principios de 2020. Cuando Iñigo Urkullu y el propio Núñez Feijóo decidieron convocar autonómicas en Euskadi y en Galicia en abril de ese año -aunque luego pactaron también retrasarlas a julio por el confinamiento-, Casado fulminó a Alfonso Alonso, entonces líder 'popular' y rescató a Iturgaiz como candidato, histórico dirigente décadas atrás y ya apartado incluso como europarlamentario. Génova impuso también una coalición leonina con Ciudadanos, inexistente en Euskadi. ¿El resultado? Seis escaños, dos de ellos 'naranjas', aunque el PP ha 'recuperado' uno con el salto de Luis Gordillo a las filas del PP en una maniobra considerada transfuguismo por los socios. Con todo, Casado convirtió al candidato en presidente del partido sin contar con la interina Amaya Fernández, también fulminada. La fecha del congreso se ha ido retrasando y, pasados dos años, todo apunta a que no será antes de las elecciones del año que viene, como indican fuentes internas. El horizonte son las autonómicas de 2024, a las que Iturgaiz llegará habiendo superado -o no- el examen de las forales y municipales. La coalición Ciudadanos, eso sí, ya se da por olvidada.
En las intervenciones públicas de Núñez Feijóo e Iturgaiz no se ha mencionado el asunto. Ni siquiera ha habido muchas pistas. Sí ha señalado Iturgaiz que “este PP vasco, Alberto, presidente, es la voz de los vascos sensatos”. “El PP del País Vasco ha estado siempre y estará al servicio del PP de España. Cueste lo que cueste y siendo complementarios [...]. Te encuentras ante los hombres y mujeres que constituimos en las instituciones la única verdadera oposición política en el País Vasco”, ha explicado. Y ha remachado: “Somos vasquistas, españolistas, foralistas, europeístas y 'gernikakoestatutistas'”.
El expresidente gallego ha optado por un discurso marcadamente económico que le ha servido para criticar a Pedro Sánchez con dureza. “Ante un supuesto de inflación que supera los dos dígitos, o la inflación la pagan los ciudadanos o se solidariza el sector público. Las rentas bajas, cuando todo sube, es evidente que no tienen para la cesta de la compra, el depósito de la gasolina, el recibo de la luz o las hipotecas. Desde que nos bajaron 20 céntimos [el litro de combustible], ha subido 35 céntimos. El precio es superior y el Estado recauda más”, ha explicado Núñez Feijóo, que ha considerado que España tiene la peor gestión económica de Europa desde la pandemia y también una imagen internacional deteriorada a la luz de lo sucedido esta semana en la cumbre de la OTAN. Ha criticado igualmente el volumen de altos cargos del Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos con un símil futbolístico local: “El Gobierno son dos equipos, 22, el Athletic y la Real Sociedad. Y un árbitro al que no siempre le hacen caso algunos de un equipo”.
El líder del PP ha ironizado que EH Bildu tiene mucha razón cuando afirma que para ellos es buena la “oportunidad” de tener a Sánchez en La Moncloa. “A mí lo que me sorprende es que el Partido Socialista Obrero Español [sic] le haga el juego a [EH] Bildu. Si algún día [EH] Bildu dijese del PP que es una 'oportunidad que hay que aprovechar al máximo', estoy convencido, queridos amigos, de que me echaréis del PP”, ha bromeado un Feijóo que no ha formulado críticas expresas al PNV más allá de plantear un partido “que sea alternativa ideológica y de gestión en España y en Euskadi”.
Núñez Feijóo ha pasado el viernes en Bizkaia. Ya visitó Euskadi en marzo, en plena campaña para hacerse con el control de la organización. Ahora, como entonces, ha intercambiado mensajes con el lehendakari, con quien mantiene muy buena relación desde su etapa en Galicia, aunque por el momento no hay previsto ningún encuentro, según indican fuentes de la Presidencia casca. Además de presidir la junta directiva ha visitado Petronor -a la que ha señalado como una de las empresas señeras de Euskadi y una de las refinerías más potentes “del sur de Europa”-, ha comido con empresarios y ha departido con afiliados en Getxo, uno de los municipios donde históricamente ha cosechado más apoyos su formación. Ya está confirmado que regresará la semana que viene para el acto de homenaje por el vigésimo quinto aniversario del secuestro y posterior asesinato a manos de ETA el concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco. “La próxima no es una semana cualquiera para nosotros. Te agradecemos tu cercanía y cariño”, ha aplaudido Iturgaiz a este respecto.