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Cuando el fútbol se transforma en inclusión: la parte más “auténtica” de la Donosti Cup cumple cinco años

Tres jugadores de la Real Sociedad en la Donosti Authentics Cup

Mattin Izaguirre Eguiguren

Donostia —
9 de julio de 2025 20:53 h

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Dos semanas después del concierto de Bruce Springsteen, de nuevo reina la música en el estadio Reale Arena. En esta ocasión, los 'jefes' son Jakes Txapartegi y Leire Martinez, dos de las figuras centrales en la inauguración de la edición trigésima tercera de la Donosti Cup. Txapartegi padece discapacidad visual, pero este hecho no impide para que pueda ofrecer la canción “Bat-batian”, de Aita Donostia. Los más de 20.000 presentes aplauden con efusividad al terminar la canción. Y es que esta competición va más allá de eso y tiene derivadas como la Authetics Cup, que cumple ya cinco años.

En esta nueva edición, 900 equipos de diferentes partes del mundo se han reunido en la capital de Gipuzkoa para participar en un evento que emana igualdad, solidaridad, sostenibilidad y, sobre todo, inclusión. Prueba de ello es la Donosti Authentics Cup, que un año más demuestra que el deporte puede unir a todo tipo de personas. El objetivo de este evento es dar cabida a equipos formados por personas con discapacidad intelectual. Iñigo Olaizola, el fundador y director de la Donosti Cup, señala: “Estoy muy contento cómo están saliendo las cosas, la gente está disfrutando mucho. El principal objetivo es conseguir que los grandes protagonistas sean el respeto y el juego limpio, y la verdad es que se está viendo momentos muy emocionantes”.

Iñigo Olaizola, el fundador y director de la Donosti Cup en un partido de Donosti Authentics Cup

En esta edición, 15.000 jóvenes de 30 nacionalidades diferentes participarán el torneo general. Los partidos se disputarán en 67 terrenos de juego distintos. Uno de ellos es el campo de fútbol Zubipe, ubicado en la localidad de Hernani, que se encuentra a escasos kilómetros de Donostia. Allí, en las primeras horas de la tarde del 8 de julio se celebra la primera fase de la Donosti Authentics Cup, mientras que la segunda fase y la final, tiene lugar el 9 de julio en el Miniestadio de Anoeta.

Olaizola comenta que la Authentics Cup “es una forma de visibilizar el valor del deporte inclusivo, en este caso, las personas con discapacidad intelectual”. “Es muy importante sensibilizar para que los participantes conozcan esta realidad”, dice. Para el fundador del evento, ellos son el ejemplo en cuanto a la camaradería, relación y deportividad. “Incluso, cuando el balón está en juego, y algún jugador se ha caído, paran el juego para levantarles. Detalles como este son espontáneo, no los hacen para cumplir ninguna norma, sino que les sale del corazón”, indica.

En Zubipe, familias, amigos y vecinos se encuentran en las gradas para animar a los jugadores, que en pocos minutos saldrán al campo. Un padre se encuentra en la grada observando a su hijo. También es miembro de la Peña Genuine Reala, un grupo que nace desde la iniciativa de las familias de los jugadores que pertenecen al equipo de Real Sociedad de La Liga Genuine, una competición para personas del colectivo DI (discapacidad intelectual) de España. “En un torneo de estas características, tan multitudinario, tan grande, que se acuerden de ellos, es muy bonito”, comenta el padre emocionado. “Con mi otro hijo me tocó recorrer todo Gipuzkoa, y ahora con Ibón también”, señala. Y añade: “La felicidad de nuestro hijo, es nuestra felicidad”.

Obed Aguilar, entrenador de Gladiadores Especiales, junto a un jugador

Entrenando a los gladiadores

En el campo, el equipo mexicano Los Gladiadores Especiales se prepara para el partido contra Mindara Elkartea. Obed Aguilar, el entrenador, anima a cada jugador, antes, durante y después del partido, siendo consciente de que es un momento único para todos. “Está siendo una experiencia muy enriquecedora, realmente estamos muy agradecidos con el torneo y de ver cómo se fomentan estos avances en inclusión”, comenta Aguilar. Además, destaca que participar en este tipo de torneos es un privilegio, y que para él supone un orgullo poder compartir la alegría mexicana con el resto del mundo“.

Es la tercera vez el equipo viene a la Donosti Cup y, según comenta Aguilar, “México no apoya mucho este tipo de iniciativas”. “Aunque esta vez se han implicado más, es complicado conseguir este tipo de apoyos para las personas con discapacidad”, apunta. Si bien en la edición actual han tenido más apoyo, durante estos años, para financiar su participación, han tomado diferentes medidas como organizar un torneo con fines benéficos. “Además, se han utilizado las redes sociales como TikTok con fines publicitarios para pedir apoyo”, comenta, sin olvidarse “del apoyo de los padres de familia”, que ha sido fuerte. “Estamos aquí y eso es lo importante”, concluye.

En la otra parte del campo, se encuentra Francesc Piqué, director de la asociación catalana Set 11 Sports, que observa con entusiasmo a su equipo. “Desde Lleida se dirige esta asociación donde se fomenta el deporte inclusivo y el deporte para otros jóvenes que no tienen ninguna discapacidad”, cuenta. Mirando al pasado, por otra parte, hace una lectura positiva de la evolución que ha habido en el ámbito de la inclusión. “Hace 20 años había muchas cosas que no se podían llevar adelante, pero gracias a la evolución de las personas, se ha evolucionado mucho”, entiende.

En cuanto las familias, Piqué comenta que “agradecen muchísimo y también a ellos les ha cambiado la vida”. “Muchos de los chavales trabajan y han pedido sus vacaciones en el trabajo. Se les ha concedido. Y todo por el fútbol, por la ilusión de convivir y vivir esta experiencia”, explica. Por otra parte, cuando Piqué habla sobre sus jugadores, sus ojos se llenan de lágrimas: “No tengo palabras. Me emociono. Es auténtico. La palabra 'authentics' no puede representar mejor el torneo. Se saben disculpar, celebrar el gol, competir. Es auténtico, no hay quejas, no hay trucos. Hay mucha humanidad y sencillez”.

El director valora el trabajo que se ha hecho desde Gipuzkoa para llevar adelante este tipo de evento. “En Gipuzkoa se ve lo que realmente se invierte, lo que se trabaja. Se ve en el campo, nunca mejor dicho”, agrega. Piqué señala, también, que otras ciudades y entornos deberián tomar como ejemplo el trabajo realizado en este territorio. Además, comenta que los jóvenes quieren volver al evento: “Dicen continuamente que quieren regresar, y por nuestra parte haremos todo lo posible para poder participar y para que esta actividad siga creciendo”.

En Zubipe, también participan equipos del territorio guipuzcoano, como es el caso de Atzegi, una asociación sin ánimo de lucro en favor de las personas con discapacidad intelectual. Javier, uno de los entrenadores, señala: “Verles disfrutar a ellos es un placer”. Además, explica que “cuando juegan, se aprecian valores profundos como el respeto al rival o la deportividad, se crean lazos de amistad muy fuertes entre ellos”.

Los jugadores de Gladiadores Especiales en la inauguración de la Donosti Cup

Torre Baró, un barrio que encontró esperanza en el fútbol

En los gradas, Antonia Martinez, presidenta de CD Torrebaró se encuentra sentada disfrutando el ambiente festivo que se ha creado a lo largo de la tarde. El aire es suave y el sol, radiante. Se encuentra junto a Dolors, madre de uno de los jugadores del equipo catalán. “Este club nació en 1986. Al principio se comenzó con niños que tenían problemas con la droga. En los ochenta, en Torre Baró, se vendía mucha droga. Los taxistas no querían ir al barrio por la droga, por el contrabando que había. La película ”47“ refleja lo que se vivía en el barrio. El que no caía en la droga, poco le faltaba. Y entonces decidimos hacer un equipo de fútbol”, explica Martinez.

La presidenta, vecina de Torre Baró desde que nació, explica que todo cambió a raíz de un partido: “Nos invitaron a jugar un partido amistoso con un equipo de personas con discapacidad, en el 92 o 93. Y nos enamoramos de los niños. Antes del año 2000, ya todos los jugadores eran personas con discapacidad. Y hasta hoy”.

En la Donosti Cup, para dar cabida a este tipo de organizaciones, decidieron invitarles y ellos lo aceptaron. “Es un club sin ánimo de lucro, nadie cobra. Los jugadores pagan 110 al año y todo el dinero se invierte en ellos. Además, se busca sponsor y patrocinadores para que ayuden”. El Ayuntamiento de Barcelona ha ayudado cubriendo el transporte, que asciende a 3.000 euros. El alojamiento de los 20 jugadores, por su parte, ha sido cubierto por la organización de la Donosti Cup. “A Donosti, los chavales vienen con todo pagado”, narra Martinez.

Además, Martinez explica que para el club es como una familia: “son como nuestros niños”. Martinez mira al campo y señala a un jugador. “El número 7 lleva al menos 20 años con el equipo. Mi marido es entrenador, mi hija entrenadora, mi otra hija entrenadora, mi nuera entrenadora. Y nadie cobramos, el que lo hace, lo hace porque quiere y porque le nace”.

La clave, para ella, está en el trato que se les da desde el club: “se les tratamos como personas, no como discapacitados. En su vida diaria ya se les trata como discapacitados en su trabajo y en el fútbol encuentran su espacio y su familia”. Dolors mira con admiración a la presidenta. Luego comenta: “Soy madre de un niño discapacitado y puedo decir que nadie les ha tratado nunca tan bien como lo hacen ellos. Está encantado. Es su familia”.

Jakes Txapartegi tocando una pieza musical al piano en la inauguración de la Donosti Cup

Un desfile con mensaje de paz e inclusión

Después del emotivo momento de Txapartegi durante la inauguración –que sirvió también para homenajear la quinta edición de la Donosti Authentics Cup–, los equipos empezaron a desfilar. Mientras sonaba la canción “Imagine” de John Lennon, la primera bandera en aparecer fue la de Palestina. Es un país que salió sin equipo, ya que una delegación de Gaza estaba invitada pero no pudo asistir al evento debido por la circunstancia que se vive en la franja.

Olaizola explica: “Siempre nos gusta estar cerca de las situaciones en las que podamos apoyar y este año teníamos intención de contar con un equipo de Gaza, con el que estábamos en contacto desde hace tiempo. Pero viendo cómo han ido las cosas, al final no han podido venir”. Olaizola deja claro que desde la organización cuentan con ellos para año que viene. “Sabemos que han sufrido mucho en sus instalaciones deportivas, que han sido bonbardeadas. También han tenido varias víctimas, y nos parecía bien abrir el desfile con bandera de Palestina, con el mensaje de que les esperamos el año que viene”, dice.

Después, todos los equipos salieron a desfilar, uno tras otro. Cada miembro de los equipos, festejaron la emotiva experiencia. Cuando llegó el turno de los equipos de la Donosti Authentics Cup, los asistentes aplaudieron aún con más fuerte. Todos los entrenadores los acompañaban, y en las gradas, como siempre, las familias observan emocionadas, presentes mientras sonaba la canción “The best” de Tina Turner.

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