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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

‘GAL 1983’, un viaje al inicio de la guerra sucia contra ETA de la mano de las víctimas

“El conocimiento del nacimiento de los GAL en el año 1983 es un conocimiento parcial, inacabado, que tiene fundamentalmente tres soportes: un periodismo de investigación, las filtraciones del CESID (actual CNI) y la instrucción de los sumarios, llenos de obstáculos y dificultades por aquello que estábamos investigando, que es el terrorismo de Estado”. Con estas palabras pronunciadas por el abogado Iñigo Iruin, encargado de llevar el caso de las familias de Lasa y Zabala, da comienzo el documental 'GAL 1983', un viaje en el que expertos de aquella época y víctimas de la guerra sucia contra ETA recorren los comienzos de los autodeterminados Grupos Antiterroristas de Liberación.

En los años 80, ETA era el principal problema del Gobierno socialista de Felipe González, que logró la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados y en 1982 fue investido presidente. El cambio de Gobierno trajo consigo nombramientos como el del ministro del Interior, José Barrionuevo, o el del secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, que posteriormente fueron condenados por el secuestro de Segundo Marey a manos de los GAL.

Según destaca Iruin, la estructura de los GAL tenía tres patas: Guardia Civil, Policía y ministerio de Interior y, luego, en el plano regional, el gobernador civil, que en aquel momento eran José Julián Elgorriaga, gobernador civil de Gipuzkoa y Julián Sancristóbal, gobernador civil de Bizkaia. “Cuando se ponen en marcha los GAL, a esa estructura se le añade una cuarta pata, que es el CESID. Al inicio del 83, que es cuando (Juan Alberto) Perote llega a ser el jefe de la agrupación operativa de misiones especiales, el CESID ya estaba presente en el sur de Francia”, afirma el abogado.

En el año 1983 hubo un total de 43 atentados de ETA, que presionaron aún más al Gobierno. “El ambiente estaba caldeado por los militares que reclamaban una actitud más radical. El Gobierno decide que ante esa continua sucesión de asesinatos y la negativa de Francia a entregar a muchas personas, había que tomar alguna medida al margen de la legalidad. Lo que se conoce como guerra sucia o terrorismo de Estado”, sostiene en el documental J.A Martín Pallín, juez del Tribunal Supremo en el caso Segundo Marey.

A lo que el periodista de El Mundo, Antonio Rubio, que durante décadas se ha especializado en investigar sobre los GAL, añade: “El GAL es una organización que se crea, se forma y se financia dentro de lo que es la estructura del Gobierno de Felipe González. Lo que se plantea encima de la mesa es que ETA no nos fastidie la democracia y la transición que estamos viviendo (...) El CESID se dedica a la información y participa en la estructura de los GAL informativamente hablando”.

“El fondo reservado sirvió para fichar y comprar mercenarios y para recabar información, que es la base de todas las operaciones. Se contrata a mercenarios extranjeros por un lado y por otro se utilizan determinados sectores del aparato policial del Estado a los que se desgaja de sus funciones propias y se convierten en cuerpos parapoliciales”, señala Martín Pallín

El GAL es una organización que se crea, se forma y se financia dentro de lo que es la estructura del Gobierno de Felipe González

Juan Rando, ex agente del CESID, cuenta cómo se infiltró entre los terroristas refugiados en Francia haciéndose pasar por un anarquista perseguido en España para investigarlos. “Mi misión, durante dos años, se trataba de infiltrarme y de obtener información, únicamente información, sobre los movimientos estratégicos de ETA”, confiesa.

“En julio de 1983 el CESID elabora el acta fundacional de los GAL, pero no solamente participa el CESID, hay todo un conjunto de elementos que crean la situación idónea para poner en marcha los GAL”, apunta el periodista Rubio, a lo que Rando le rebate en el documental alegando que el proceso de creación de los GAL surgió a raíz de uno de los trabajos de fin de curso que se exigía a los aspirantes a ingresar en un cuerpo de élite del CESID, la Agrupación Operativa de Misiones Especiales, la AOME.

“Mi opinión es que esto no es más que el trabajo que alguien hizo sobre el contraterrorismo de ETA”, asegura el exagente del CESID. El periodista argumenta, sin embargo, que el GAL “no sale de un simple estudio de un trabajo de fin de grado, sino que se trata de un estudio hecho en profundidad, con cálculos y planificación de lo que se va a hacer”.

El documental, que según su directora Maite Ibáñez se trata de un trabajo “de divulgación”, puesto que toda la información aportada en él ya había sido publicada previamente, se ha realizado a partir de los 13 documentos secretos que desclasificó la Sala Tercera del Tribunal Supremo el 22 marzo de 1997. Esos documentos revelaban las actuaciones presuntamente delictivas de las fuerzas de seguridad en la lucha contraterrorista. Entre ellas, las relativas al secuestro y asesinato de Lasa y Zabala.

Los hermanos de José Antonio Lasa Aróstegui y José Ignacio Zabala Artano recuerdan en la película el miedo que sentían al cruzar la frontera para poder ver a sus hermanos, que huyeron a Francia a raíz de su relación con la banda terrorista, y cuentan cómo éstos eran conscientes de que estaban siendo vigilados por la Guardia Civil y la Policía. “No creo que se imaginaran lo que les venía encima”, asegura Miguel Mari Lasa, quien recuerda la última vez que vio a los dos jóvenes en una visita. Pasó todo el día con ellos y se despidió por la noche, la misma que les secuestraron.

El abogado defensor de las familias narra las amenazas, chantajes y barreras que supuso la investigación hasta llegar a la sentencia que esclarece que el 15 de octubre de ese año fueron secuestrados en Bayona por miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), trasladados y retenidos en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo. Siguiendo instrucciones del general Enrique Rodríguez Galindo, los llevaron al palacio de La Cumbre, en Donostia, donde fueron torturados. A la vista del estado en que quedaron, el general Galindo, con el conocimiento del gobernador civil Julen Elgorriaga y del teniente-coronel Ángel Vaquero, ordenó su asesinato y desaparición. Los guardias civiles Enrique Dorado y Felipe Bayo los llevaron a Aguas de Busot (Alicante), obligaron a Lasa y Zabala a cavar su propia fosa, y Dorado les disparó tres tiros en la cabeza. Después los enterraron cubiertos con cal viva.

Que Joxi y Josean tengan justicia, eso es lo que necesitamos sus familias. No han ni empezado a reconocer el daño que han hecho, ni sabemos si tendremos la suerte de que lo hagan

“¿Hasta dónde puede ser malo un ser humano para tratar así a otro?”, se pregunta en el documental Pili Zabala, “nosotros necesitamos la verdad, saber cómo y cuándo ocurrió para poder recuperar la confianza en el Estado. Que Joxi y Josean tengan justicia, eso es lo que necesitamos sus familias. No han ni empezado a reconocer el daño que han hecho, ni sabemos si tendremos la suerte de que lo hagan”, concluye la hermana de Zabala.

Este jueves, víctimas de ETA y de los GAL han visto el documental en la sede del Instituto Vasco de la Memoria (Gogora) de Bilbao, en un encuentro en el que también han tomado parte la directora de la película, Maite Ibáñez y la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro. “Entre 1983 y 1987 hubo 32 atentados realizados por los GAL, un secuestro y un intento de secuestro con un saldo de 27 muertos y 6 heridos. Solo 11 atentados de los 33 tuvieron alguna investigación y sentencia, 22 casos siguen sin resolver. A pesar de esto, todos sabemos que la ejecución penitenciaria de las condenas fue irrisoria, sobre todo en el caso de los cargos políticos condenados”, ha asegurado Ezenarro.

Karmen Galdeano, hija del periodista Xabier Galdeano ha sido una de las víctimas que ha participado en el encuentro, en el que ha lamentado que “los pocos documentos que se han podido desclasificar dicen muy poco y mucho a la vez”, sin embargo, según ha criticado “nadie ha movido un dedo” para esclarecer los casos que aún quedan pendientes. Sobre las declaraciones del que fuera ministro del Interior del Gobierno de Felipe González, José Barrionuevo, en la entrevista ofrecida a El País y las realizadas por el también exministro del Interior y de Justicia, Juan Alberto Belloch, ofrecida a El Español, Galdeano ha lamentado que “han pasado de no decir nada a declarar con orgullo”. “Que sigan contando la verdad. Han pasado de no decir nada, de estar callados a declarar con rabia y con orgullo lo que hicieron. ¿Y cada vez que alguno hable nos van a llamar para revictimizarnos? Ahora empezamos a ver apoyo, pero no el suficiente. Nos dicen si queremos ponen una querella por las declaraciones, pero ¿cómo vamos a confiar en una justicia que ha hecho eso a nuestros familiares? Estos delitos no los han realizado cuatro funcionarios locos, ha sido el Estado y es el Estado quien tiene que asumir su responsabilidad a través de una declaración institucional”, sentencia.

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