Los ganaderos vascos han sacrificado más de 6.000 vacas de leche en un año por el elevado precio de los piensos
El número de vacas lecheras en Euskadi está descendiendo de forma vertiginosa por el elevado precio de los piensos, a lo que que se suman los costes energéticos que supone mantener las explotaciones con la escalada del precio de la electricidad y el gas. Muchos ganaderos están optando por sacrificar algunas de las cabezas de ganado para poder pagar las facturas en un negocio que cada vez les es menos rentable, ya que lo que se les paga por el litro de leche no les compensa los gastos, según denuncian.
Según datos del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, del que depende el sector Primario, solo en un año, desde noviembre de 2021 hasta este mes de octubre, se han sacrificado en Euskadi 6.159 vacas frisonas –de ordeño– de más de dos años, edad a la que empiezan a dar leche. La disminución del número de vacas destinado a la leche es continuo desde hace varios años, pero desde finales del año pasado hasta el mes de junio de este año se ha disparado debido a la subida del precio de los piensos, de hasta el 80%.
Esta misma semana el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, cifraba en un 8% la pérdida de vacuno de leche en Euskadi desde principios de este año hasta el mes de junio. Pero, según datos de su propio departamento la situación es todavía peor si se compara con el número de cabezas de ganado que había en los últimos meses del año pasado. Si en noviembre de 2021 se contabilizaban 24.106 vacas lecheras de más de dos años en las explotaciones ganaderas vascas, en mayo de este año ya se habían reducido a 20.570 y en este mes de octubre la cifra ha mermado hasta 17.947 cabezas. Es decir, una reducción del 25,5% en el número de vacas entre noviembre del año pasado y octubre de este ejercicio. En este periodo el precio de los piensos ha llegado a superar los 500 euros por tonelada.
“La ganaderos están empezando a sacrificar vacas porque en estos momentos se saca más dinero por la carne que por la leche”, señala Xabier Iraola, coordinador general del sindicato ENBA. “Cuando la vaca llega a un umbral en el que baja la producción de leche no es rentable tener que seguir alimentándola al precio que está el pienso”, dice.
Según señala Txema López de Abechuco, ganadero y miembro de la ejecutiva del sindicato UAGA, si una de sus vacas da una media de 35 litros de leche al día, “se está sacrificando en cuanto no llegan a 28 o 30 litros”. “No las podemos mantener”, lamenta. Los precios de los piensos superan los 500 euros por tonelada “cuando hace dos años no llegaban a 300”. Cada vaca necesita una media de 12 kilos al día. Pero la vaca necesita más para su alimentación: 7 kilos de hierba, –que ha multiplicado por 1,5% su precio– 20 kg de maíz, –que no superaba los 60 euros por tonelada y ahora se paga a 120 euros– y 7 kilos de alfalfa –que se vende a 300 euros la tonelada y que antes estaba en los 210 euros–. A estos precios que relata López de Abechuco hay que sumar “el gasoil, la mano de obra, la electricidad, la maquinaria, impuestos...”. “No podemos seguir sobreviviendo de tirar de ahorros y de las limosnas que nos llegan de la administración. Hay que reducir cabezas para pagar las facturas”, dice. A esto se añade el bajo precio que los ganaderos denuncian que se les paga por el precio de la leche. “Me pagan 0,48 euros por litro y solo me es rentable si me pagan por encima de los 0,60 euros”, señala.
“El problema es que todos los costes están disparados, y no se ve una solución”, señala Javi Torre, presidente de UAGA. “Acaban de decir que va a subir el petróleo y ya nos ha subido el gasóleo 10 céntimos en dos días, cuando es un gasoil que estaba almacenado. La especulación es terrible”, abunda.
El departamento ya reconoce que la situación va a llevar a una alteración del mercado de la leche porque cada vez habrá menos. De hecho, según el departamento el pasado mes de agosto “las entregas de leche en Euskadi alcanzaron un mínimo histórico para un mes en los últimos 9 años, bajando un 9,6% respecto a agosto de 2021. En el Estado la bajada no es tan acusada, aunque también han descendido las entregas”, señalan. De hecho, los ganaderos reconocen que las vacas que se sacrifican no se están sustituyendo por otras lecheras. “Simplemente se está reduciendo la cabaña, y perderemos otra materia prima que es esencial como es la leche”, advierten.
Ayudas a la alimentación
Para intentar paliar el coste de los piensos el Consejo de Gobierno vasco de este martes ha aprobado la convocatoria del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, de ayudas temporales extraordinarias dotadas con 1.850.000 euros, dirigidas a las empresas operadoras de alimentación de animales de granja para hacer frente a las consecuencias económicas derivadas de la invasión de Ucrania por Rusia. La finalidad es apoyar al sector ganadero garantizando el aprovisionamiento de materias primas, y con ello, “contener los incrementos de sus principales insumos en la alimentación de animales de granja, altamente afectados por la invasión rusa a Ucrania”.
Desde el Gobierno vasco han señalado que la invasión de Ucrania “está agravando de forma crítica la situación que ya atravesaban buena parte de los sectores agrarios, muy dependientes de insumos externos a la UE”. El impacto combinado de los aumentos de los costes de la energía, los fertilizantes, los cereales y los aceites es “especialmente grave” para la ganadería, han advertido, para añadir que los incrementos de los precios de los piensos desde el inicio de la guerra, y el incremento de del maiz, principal materia prima en la elaboración de pienso, ha subido un 45%.
Estas ayudas se vienen a sumar a los 14,1 millones que el Gobierno vasco ya aprobó a finales de septiembre para apoyar a las explotaciones agroganaderas y paliar de esta manera las dificultades que vienen experimentando a consecuencia del incremento de sus costes de producción derivado de la invasión rusa a Ucrania. En esa ocasión, a empresas de los subsectores de vacuno, ovino, caprino, aves de carne y de puesta, porcino, conejos, equino, patata, remolacha, maíz forrajero y ciertas leguminosas.
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