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Glavista, otra operación de una empresa vasca con un fondo y que pagarán 240 trabajadores

Los 240 trabajadores a punto de perder su empleo en Autoglass-Glavista saben bien lo que es que compre la empresa un fondo de inversión extranjero. El fondo busca una rentabilidad rápida y en cuanto consigue los beneficios sale de la compañía y, si no los consigue, con más razón. Y a los trabajadores 'si te he visto no me acuerdo', dicen. Cuando Guardian Llodio vendió su división de parabrisas para automóvil al fondo Parter Capital en el 2020, los trabajadores de la que pasó después a llamarse Autoglass- Glavista ya se temieron lo peor. Ahora, tres años después, se confirman sus sospechas. La planta está parada, en concurso de acreedores desde el mes de abril y en tramitación de un ERE de extinción para toda la plantilla, que tuvo este miércoles la primera reunión del periodo de consultas. “Nos han dejado morir”, afirman.

Parter Capital quiere salir y liquidar la empresa y los trabajadores se aferran a que existe un posible comprador que puede mantener el empleo y acusan a a sus antiguos dueños, Guardian Llodio, de bloquear la venta de los terrenos en los que se levanta la empresa, justo a su lado, sobre los que mantiene la propiedad, impidiendo así que la actividad de la empresa continúe y no se pierda el empleo. “Se está demostrando lo que nos temíamos: que la venta a Parter Capital era un instrumento para Guardian, que lo que quería desde un principio era cerrar la empresa”, afirma Iker Olazabal, responsable de ELA en la zona de Aiala. “Es la única explicación que encontramos a que bloquee la venta de los terrenos al comprador que puede dar continuidad a la actividad. Estos terrenos son la llave para el proyecto industrial y para salvar más de 240 puestos de trabajo”, dice.

La negativa de Guardian a vender los terrenos ha forzado al posible comprador, la empresa Amine, que capitaneaba Javier García, un antiguo directivo de Guardian, junto a otros inversores, a retirar la oferta de compra que ya había sido autorizada por el juzgado que se ha hecho cago de proceso concursal. Una de sus condiciones era contar la propiedad de los terrenos y “Guardian se niega a vender sin dar razones a su negativa”, señala Olazabal. Así las cosas, sin comprador, el juzgado ha tenido que poner en marcha el ERE de extinción dentro del proceso concursal en el que está la empresa con un pasivo de 17 millones de euros, de los que ocho corresponden a deudas contraídas con Guardian, porque era su proveedora de materia prima y la propietaria de los terrenos que estaban en régimen de alquiler.

Guardian Llodio vendió la parte de la empresa dedicada a los parabrisas para automóviles en 2020 al fondo Parter Capital justo antes de que saltaran a la opinión pública las presuntas irregularidades por la venta de las plantas de Alcoa en Asturias y Galicia a este fondo, que nueve meses después revendió a otro grupo.

“Desde que se hizo con Glavista no ha hecho nada en la empresa, ni inversiones, ni financiación. Ha dejado morir a la empresa”, señala el representante de ELA, que recuerda que dos años después de la venta la empresa se había quedado sin liquidez“. ”Si no hay liquidez inmediata no puedes comprar materia prima, y ante esta situación no se ha tomado ninguna medida dejando que la empresa se asfixie. Parter ha hecho lo que hacen casi todos los fondos, dejar morir a la empresa“, dice. ”Pero en este caso, creemos que con el beneplácito del vendedor“. ”¿No es mucha casualidad que el cierre se plantee transcurridos tres años, cuando ya se exime de responsabilidades al vendedor?“ ”Y porque no quiere vender los terrenos si eso permite que continúe la empresa?“, se pregunta. Este periódico ha intentado que Guardian Llodio ofrezca su versión de por qué se niega a vender los terrenos, sin conseguir una respuesta.

Los trabajadores no pierden la esperanza de que se consiga dar marcha atrás en la decisión de Guardian, finalemente venda los terrenos y desbloquee la venta. “Vamos a seguir movilizándonos para conseguirlo”. La semana pasada mantuvieron un encierro en las instalaciones de la fábrica y realizaron una multitudinaria manifestación en Llodio, cuyo consistorio les ha mostrado su apoyo. Decidirán en breve las movilizaciones que realizarán a lo largo del mes de octubre, mientras se negocie el ERE de extinción con la esperanza de poder pararlo y que el reloj deje de correr en contra de 240 trabajadores.