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El Gobierno central prevé retirar en julio el último escudo franquista de las calles vascas, ubicado en el centro de Vitoria

Escudo franquista en Vitoria

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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El Gobierno central proyecta tener retirado para antes de que finalice el mes de julio el escudo franquista que preside la torre este del complejo administrativo del Estado, en pleno centro de Vitoria, y que además fue inaugurado por el propio dictador en medio de un baño de masas. Han pasado casi 49 años del fallecimiento de Francisco Franco, y hasta ahora se ha mantenido presidiendo un edificio oficial -aunque sin uso desde hace años- un símbolo anticonstitucional y contrario a las sucesivas leyes de memoria histórica, dos estatales y una autonómica. Es el gran símbolo franquista que pervive en las calles vascas, aunque hay otros como la calle del alcalde franquista José Lejarreta también en Vitoria, placas en viviendas sociales de la época en toda la comunidad autónoma o una cruz en la cumbre del Morkaiko, entre Eibar y Elgoibar, en memoria de un miembro de la familia Borbón que murió combatiendo del lado sublevado en la misma cuna de la II República. En Vitoria hay otro escudo de la misma época y talla en el interior de la catedral nueva, pero lleva años tapado por un telar.

La manzana del Estado en la calle de Olaguíbel fue inaugurada en 1953. Los edificios se levantaron sobre los restos del antiguo convento de San Francisco, derribado un par de décadas antes y del que apenas quedan algunas huellas. Formaba parte de un paquete de 21 nuevos complejos de la misma factura repartidos por toda España , un estilo que se vino en llamar “la nueva planta de Franco” o, más técnicamente, “neoherreriano”. El propio dictador -con su esposa, Carmen Polo, y ministros de su Gobierno- participó en la inauguración, que incluyó una parada militar, “chistularis” y loas al partido parafascista, la Falange. La ciudad, que se echó a la calle, se engalanó con banderas de España, de la Falange y del Vaticano, ya que la visita incluyó también una visita a la nueva catedral, donde se emplaza el otro emblema.

El dictador tomó la palabra para agradecer la 'lealtad' de Álava en 1936 y, en particular, de su unidad militar de referencia, el batallón Flandes. “Álava tiene un puesto predilecto en mi corazón”, solemnizó. Tras la sublevación militar del 18 de julio de 1936, Vitoria fue el primer gran ayuntamiento conquistado por los golpistas. El máximo mando militar de la plaza era ferrolano como Franco, Camilo Alonso Vega, y los sublevados situaron a Rafael Santaolalla como alcalde en sustitución de Tomás Alfaro Fournier. Este regidor fue el que empujó a Franco a reinstaurar la marcha real como himno nacional -que es el que se mantiene hoy- y abrió la puerta a la instalación en la ciudad de los estados mayores de la Alemania nazi y de la Italia fascista. Vitoria acogió también dos de los más relevantes ministerios del primer Ejecutivo de Franco, el de Educación y el de Justicia.

En la actualidad, ese complejo tiene cuatro alas. En la torre oeste está la Sudelegación del Gobierno en Álava. A ese lado había un monumento a los “caídos” ya retirado donde ahora hay escaleras mecánicas. En el centro, se ubican la Agencia Tributaria -con escasas competencias por la existencia de la Hacienda foral propia- y la comisaría de la Policía Nacional. En el ala este estuvo el Palacio de Justicia hasta la inauguración del nuevo complejo moderno del Gobierno vasco en la Avenida de Gasteiz (precisamente antes “del Generalísimo”). Todavía está rotulado así. Hace unos años se iniciaron unas obras de reforma integral de ese espacio de las que se encarga VIAS. Incluso se han tenido que paralizar para retirar amianto. Ahora mismo se está actuando en la fachada lateral derecha de la torreta donde está el escudo franquista. En pocas semanas, esos andamios se emplazarán en el frontal y se retirará el escudo.

Según fuentes de la Subdelegación en Álava, la operación se acometerá “en breve”. “Esperamos que para finales de julio esté quitado”, insisten portavoces oficiales. Añaden que “en principio” no se va a instalar un nuevo escudo de España constitucional, como se hizo hace años en la otra parte del complejo. Inicialmente, la torre estará presidida por un espacio en blanco, la piedra desnuda. La realidad es que la operación acumula retrasos. El actual Gobierno de Pedro Sánchez ya hablaba en 2022 de la retirada inmediata, lo mismo que en 2023. En cuanto al escudo de la catedral, fuentes del Obispado indican que lleva “años” tapado. De su lado, la alcaldesa socialista de Vitoria, Maider Etxebarria, no ha comprometido la retirada de la calle al alcalde Lejarreta, ubicada en el barrio de Judizmendi.

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