Gobierno y oposición escenifican una negociación casi imposible de cara a los presupuestos vascos de 2024

Formalmente, han arrancado las conversaciones entre el Gobierno de Iñigo Urkullu y la oposición en torno a los presupuestos vascos de 2024. Este jueves el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, se ha sentado en el Parlamento Vasco con toda la oposición menos con Vox. Pero ni el Ejecutivo necesita apoyos dada su mayoría absoluta ni la oposición parece muy convencida con la propuesta inicial presentada ya en la Cámara. El propio Azpiazu ha admitido ya que ve complejo encontrar un acuerdo en período preelectoral, aunque no haya fecha para las autonómicas.

Incluso antes de las reuniones EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU habían exhibido sus diferencias con el Gobierno. Los primeros, que pactaron las cuentas de 2022 pero no ya las de 2023, han aprovechado el contexto del cuadragésimo aniversario de Osakidetza para recalcar que es difícil un acercamiento con la Sanidad pública “en declive”, en palabras de Nerea Kortajarena. Los segundos, en un tono similar, han insistido en que no van a sumarse nunca a un modelo que permite centros de salud sin médicos. Y han añadido que no puede haber pueblos en Euskadi sin colegio público. El PP y Ciudadanos han comparecido después del encuentro. Los primeros, con Carlos Iturgaiz como máximo representante a pesar de haber dejado la presidencia del partido en Euskadi, han insistido en la necesidad de una rebaja fiscal.

Azpiazu, además, acota el marco de negociaciones de manera clara. No quiere ni pretensiones “extrapresupuestarias” ni “cambios estructurales” en el documento del Gobierno. Solamente aceptarían PNV y PSE-EE modificaciones “viables”, en palabras de Azpiazu. Los socialistas forman parte del equipo negociador aunque la cartera de Economía y Hacienda esté dirigida por los nacionalistas. Ahora se ha abierto una fase para que la oposición envíe documentos y propuestas. El Ejecutivo ha indicado que las leerá, pero ni siquiera garantiza una segunda ronda con los grupos. “Dependerá de la viabilidad de las propuestas”, han explicado.

Las reuniones han tenido lugar en el Parlamento, coincidiendo con el pleno ordinario semanal. Han explicado en el equipo de Azpiazu que se trataba de “aprovechar” que estaban allí Gobierno y oposición. Pero la fórmula no ha convencido nada a algunos partidos, ya que les ha obligado a acompasar sus intervenciones en la sesión con la cita presupuestaria.