Gobierno y PP+Cs escenifican la ruptura ya decidida en las negociaciones presupuestarias vascas
La coalición PP+Cs ha confirmado un secreto a voces: se opone a los presupuestos del Gobierno de Iñigo Urkullu, una coalición de PNV y PSE-EE. Aunque públicamente algunos medios de comunicación habían alimentado la tesis de que las negociaciones seguían abiertas, estaba claro que como en el caso de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU las conversaciones se cerraron el pasado martes. Nunca ha habido ninguna reunión más prevista ni la habrá. Y ni el Ejecutivo quería como socio a 'populares' y naranjas ni esta formación escatima críticas a nacionalistas y socialistas. Así las cosas, este grupo, según han anunciado Carlos Iturgaiz, Luis Gordillo y José Manuel Gil este viernes, ha registrado ya una enmienda de totalidad y 400 parciales valoradas en 270 millones de euros.
Con todo, el Gobierno ha criticado que PP+Cs haya comunicado la enmienda de totalidad “a través de un medio de comunicación” -en referencia a 'El Diario Vasco'- y no personalmente al consejero al frente de la negociación, Pedro Azpiazu, titular de Economía y Hacienda. “Ante tal falta de respeto, Azpiazu considera que la confianza en el proceso negociador se ha quebrado. Es lamentable ver el uso teatral que algunos partidos realizan de la negociación. Denota muy poca seriedad”, señalan desde el Gobierno. Sin embargo, PP+Cs también opina lo mismo y critica que, por ejemplo, se haya pretendido negociar con cuestiones que ya estaban previamente decididas como si fueran propuestas nuevas, particularmente sobre Educación concertada. “No han querido negociar de forma seria”, dicen también desde el otro lado de la mesa.
Iturgaiz, en todo caso, ha resumido con un “hasta el rabo” todo el toro la evidencia de que sigue siendo posible acordar, aunque no le desee ninguna de las partes. Ha recordado que las enmiendas se pueden retirar y que no se votan hasta el 9 de diciembre. En particular, entiende que sería deseable una rebaja fiscal para “aliviar” a familias y empresas y ha urgido a Azpiazu a que asuma algo que ya ha descartado. Por vez primera, PP+Cs ha puesto números a su planteamiento. Esta bajada implicaría que se perderían del orden de 400 millones en recaudación para las instituciones vascas, de los que el 70%, algo menos de 300 millones, los tendría que asumir directamente el Ejecutivo. 80 de ellos serían por una nueva deflactación -ya se han hecho tres- de dos puntos más y el resto en bajadas de “uno o dos puntos” del IRPF a tramos de renta medios.
El PP ha cedido parte de protagonismo a Ciudadanos en la rueda de prensa en que ha informado de estas cuestiones. Gil, que ha exhibido una carpeta corporativa de su partido, ha tenido unos minutos para explicar la postura de la formación naranja. En un par de frases, ha despejado cualquier duda a quienes alimentaban la hipótesis de un hipotético acercamiento a PNV y PSE-EE: “A veces confunden la negociación con la picaresca infantil” y “Nacionalismo y liberalismo son como el agua y el aceite”.
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