La letra pequeña de los presupuestos vascos de 2025, entregados este jueves al Parlamento Vasco, muestra una primera aproximación del incremento en la estructura de la Administación vasca después de que Imanol Pradales conformara en junio el Gobierno más extenso de la historia democrática, con dieciséis carteras frente a las doce que dejó Iñigo Urkullu. El anexo de personal de las cuentas apunta a una plantilla presupuestaria de 480 altos cargos y asesores, un 10,85% más que los 433 de libre designación programados el año anterior.
En cifras, solamente en la Administración general ello implica pasar a abonar 27,4 millones en nóminas por 22,7 con la anterior estructura. Esta cuantificación salarial no tiene en cuenta el perímetro conformado por sociedades y organismos autonómicos, que tienen 156 altos cargos y eventuales. En todo caso, son subidas de entre el 18% y el 24%, según la propia documentación oficial.
En cifras, Euskadi tendrá prespuestada una plantilla de 82.904 empleados públicos por 80.293 de 2024. Crece de 69.751 a 72.580 el volumen de funcionarios, que tendrán una mejora retributiva el próximo año del 2%. La Administración está realizando convocatorias de empleo en diferentes servicios públicos y, además, se están produciendo transferencias del Estado, como Cercanías. En Prisiones crece también en 200 plazas la plantilla actual, por ejemplo. Baja de 10.109 a 9.844 el volumen de laborales. Los altos cargos suben de 331 a 358 y los asesores de 102 a 122.
Los informes de los presupuestos son eso, presupuestos. La definición concreta de la estructura se realiza después mediante decretos que van aprobando consejero a consejero. De momento, solamente cinco de los dieceséis consejeros han presentado ya esos decretos. El consejero de Hacienda, Noël d'Anjou, explicó a los periodistas que solamente entonces habrá una cuantificación precisa del coste real del incremento del Ejecutivo. No obstante, también se han dado gastos extra con la incorporación de cuatro nuevo Lexus, tantos como nuevos consejeros, y reformas de despachos en la sede central de Lakua.
La entrega de los presupuestos al Parlamento Vasco la han formalizado no solamente el consejero de Hacienda, como es la tradición, sino también el propio Pradales y el máximo representante de los socialistas en la coalición de Gobierno, el vicelehendakari Mikel Torres. De hecho, D'Anjou ha sido el único que no ha tomado la palabra ante los medios de comunicación, ya que Pradales y Torres han comparecido... aunque sin admitir preguntas.
Su argumentario es que son unas cuentas de corte social -Torres ha dicho que el 72% de la inversión será para las carteras sociales- y con “esfuerzo inversor” para dinamizar la economía. Pradales ha señalado que ahora comienza una tramitación parlamentaria que permitirá explorar posibles acuerdos con la oposición, aunque numéricamente el Ejecutivo tiene mayoría absoluta. El lehendakari solamente ha excluido de esas conversaciones a Vox y ha citado expresamente como socios potenciales a EH Bildu, PP y Sumar. No ha sido posible aclarar si el PSE-EE comparte que se negocie con la derecha, a la que está enfrentada en España.
El lehendakari sí ha pedido a los grupos que hagan propuestas “realistas”. Era una referencia velada a la iniciativa ya presentada por EH Bildu para explorar un acuerdo “global” para el Gobierno vasco pero también para Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. Pradales ha enfriado claramente esa propuesta e incluso criticó que la coalición quiera gastos nuevos por valor de 1.500 millones de euros, lo que representa el 10% del presupuesto total previsto.
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