El Gobierno de Pradales incluye el nuevo Guggenheim en Urdaibai como una de sus prioridades de legislatura

A las 9.39 horas de este lunes de septiembre el Parlamento Vasco ha reactivado su maquinaria muchos meses después de que la apagara Iñigo Urkullu en febrero para que se celebraran las elecciones autonómicas en abril. Han arrancado las comparecencias de todo el Gobierno de Imanol Pradales para informar de los planes para la nueva legislatura y ha abierto la ronda la consejera de Cultura y Política Lingüística (que también lo es de Deportes) y que tiene el rango de vicelehendakari primera. Ibone Bengoetxea ha señalado que eso es una prueba de la relevancia que Pradales le ha querido dar a cuestiones como el euskera en su escala de prioridades políticas.

Bengoetxea ha querido dejar como titular que toca “dar un salto cualitativo” en el uso “social” y en el ámbito digital de la lengua vasca, también en su oficialidad en la Unión Europea. Siguiendo el modelo del Euskaraldia bienal, entiende que hay que convencer a que se use más por parte de quienes lo dominan pero también de quienes lo hablan con errores, entre los que se ha incluido ella misma. También ha planteado impulsar la oficialidad de las selecciones deportivas diferenciadas de las españolas, algo incorporado al acuerdo de Gobierno de PNV y PSE-EE y ya conocido. No ha sido hasta las 10.28 horas cuando, casi al final de su primera intervención y antes de dar paso a la oposición, ha mencionado que entre las inversiones que se irán impulsando se incluye el nuevo Guggenheim en Urdaibai.

Desde Bizkaia, el PNV ha impulsado de manera muy decidida -bajo el lema “sí o sí”- un segundo Guggenheim que replique en la comarca de Busturialdea el éxito del de Bilbao. Tendría dos sedes. En Gernika (Cubiertos Dalia) y en Murueta (astilleros). El Ejecutivo de Iñigo Urkullu fue deliberadamente equidistante con este proyecto, hasta el punto de no dotarle en ningún momento de fondos o de plantear a última hora un plan de revitalización de la zona de Urdaibai sin mencionarlo expresamente. Por el contrario, la Diputación de Bizkaia puso 40 millones para el nuevo Guggenheim -y lo hizo directamente Pradales desde la cartera que dirigía hasta hace unos pocos meses- y el PNV logró otra aportación idéntica del Estado. La anterior legislatura finalizó con Urkullu emplazando a las partes a tomarse “dos años” para madurar el proyecto, con una fuerte contestación social en la zona afectada por sus implicaciones ambientales en la única reserva. De hecho, está recurrida la flexibilización de la normativa de costas realizada 'ad hoc' para poder recalificar unas instalaciones en uso para acoger un espacio cultural.

Lo que ha señalado textualmente Bengoetxea, que también fue compañera de Pradales en la Diputación vizcaína antes de pasar a ser alto cargo de EiTB -para la que ha pedido que siga siendo “fuerte”-, es que “en los presupuestos” se detallarán las nuevas inversiones culturales pero, por mencionar las más destacadas, ha querido citar la ampliación del Bellas Artes de Bilbao, la reforma del Teatro Principal de Vitoria, que Donostia se “posicione” como “referente cultural” en Europa e igualmente “el proyecto Guggenheim de Urdaibai en el seno del patronato” de Bilbao “y en colaboración” con la Diputación. En las réplicas ha omitido dar respuesta a las preguntas de la oposición sobre el asunto hasta casi casi el final y después de que EH Bildu le insistiera. Ha admitido que no ha habido el “acierto” de comunicar correctamente el alcance del proyecto pero se ha mostrado decidida a hincarle el diente desde el “diálogo” y huyendo de los “conflictos”.

Euskera más allá de las aulas

En cuanto a medidas concretas, más allá de insistir en la importancia de la gratuidad de la enseñanza del euskera, ha apuntado a buscar un acuerdo con los municipios para hacer inmersión en lengua vasca en las actividades extraescolares. También ha demandado que el euskera gane terreno en la vida digital, que se pueda usar el navegador del coche en ese idioma o las aplicaciones del móvil. “Tenemos que lograr un acuerdo sociopolítico para que el euskera gane también peso en el ámbito laboral, sea cual sea la actividad económica”, ha apuntado. El euskera -ha apostillado- es un activo para generar más beneficios económicos en las empresas.

El PSE-EE, por boca de Estíbaliz Canto, ha dado apoyo a las líneas estratégicas de Bengoetxea, de la parte del PNV del Ejecutivo. En concreto, ha secundado la posibilidad de trabajar para la oficialidad de las selecciones vascas, aunque ha puntualizado que lo apoyarán “siempre y cuando” se haga de la mano de las federaciones y “siguiendo los canales establecidos”. Hasta ahora, el criterio es que puede crearse un equipo vasco siempre que no exista uno de España, como es el caso de la soka-tira. “La selección vasca dará derecho a decidir a nuestros deportistas. Ahora están obligados [a competir con España]”, ha abundado Bengoetxea, que ha citado el talento de los deportistas vascos a la luz de los resultados de los Juegos Olímpicos de este verano.

Desde la oposición, EH Bildu ha aprovechado para recordar que nadie presentará las líneas políticas del área de Igualdad, ya que ha sido encuadrada en Presidencia y en esta ronda no se ha programado la intervención de ningún colaborador de Pradales. Oihana Etxebarrieta, en todo caso, ha agradecido el rango de Bengoetxea y coincide con ella en que es relevante dotar de más nivel a las políticas culturales y sobre el euskera. En particular, entiende que la “ofensiva” contra la lengua vasca es muy fuerte. En castellano, Etxebarrieta se ha dirigido a quienes solamente entienden esa lengua para invitarles a acercarse a lo más bello del pueblo vasco, si idioma propio.

Finalmente, el PP ha alertado de que no se puede “discriminar” a Vitoria y Álava en las inversiones -algo rechazado de plano por la consejera- y ha cuestionado algunas medidas lingüísticas. “Le deseo suerte, pero confío en que hagan algunos cambios”, ha manifestado Laura Garrido. En la misma línea ha intervenido la única parlamentaria de Vox, Amaia Martínez Grisaleña, que entiende que los tribunales están poniendo coto a los excesos del nacionalismo. “Nunca ha sido una imposición”, ha contraargumentado Bengoetxea. Sumar, que quedó encuadrado en el grupo mixto, no ha tenido posibilidad de participar en esta comisión.