El nuevo consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha insistido en la necesidad de “reforzar la imagen de la Ertzaintza” (en castellano) y de “prestigiar” (en euskera) una institución clave del autogobierno vasco que viene de años convulsos. Simbólicamente, entre las medidas previstas para ello está un cambio en los uniformes con el ánimo de ofrecer un aspecto más “moderno” y también para que el trabajo sea más “confortable” para los agentes, también para las mujeres, ya que se comprarán materiales “con perspectiva de género”.
Zupiria, que ha comparecido este miércoles en el Parlamento Vasco en el marco de la ronda de todos los consejeros de Imanol Pradales para presentar las líneas maestras de su nuevo cargo, no ha ofrecido detalles sobre esta simbólica decisión. Tampoco se los ha pedido la oposición. El actual uniforme fue estrenado en la legislatura 2009-2012, con Rodolfo Ares como consejero. Se prescindió de la 'txapela' en los servicios diarios y se optó por ropas más azules y similares a las dos otros cuerpos, con menos rojo. Existe una mesa de negociación con los sindicatos dedicada expresamente a la compra de materiales. Zupiria sí ha indicado que las adquisiciones “anticiparán” obligaciones legales, como la inclusión de 'airbag' para trajes de motoristas.
La Ertzaintza quiere ser también más transparente. Zupiria ha indicado que ya se está generalizando el uso de cámaras de grabación incorporadas a los uniformes y “mejorar” la oficina que recibe las denuncias tanto de la Policía autonómica como de las locales. El consejero ya se ha reunido también con la comisión de control y transparencia, un órgano externo que analiza operativos controvertidos y que está presidida por el exmagistrado Juan Luis Ibarra. Entre los compromisos verbalizados está también reforzar la coordinación y se ha citado la interconexión entre la base de datos Viogen de casos de violencia contra las mujeres de Españas como el EBA vasco -algo ya anunciado en varias ocasiones- y de los sistemas de información de la Ertzaintza y municipales.
Zupiria, que es uno de los pocos consejeros con Iñigo Urkullu que continúa, aunque antes era titular de Cultura, ha insistido en que “Euskadi es un país seguro”, aunque no ha orillado que las estadísticas de criminalidad están creciendo y, sobre todo, que lo ha hecho la “sensación de inseguridad”. “Nos tomamos muy en serio todos estos aspectos que hablan de nuestra seguridad. También los que tienen que ver con la percepción de la ciudadanía. La percepción es parte de la realidad y debemos afrontarla como un reto más. No nos conformamos con que los datos muestren una Euskadi más segura que otros ámbitos de nuestro contexto europeo o internacional. También es nuestra labor aumentar la sensación de Seguridad. Sabemos que en las grandes urbes y, sobre todo, en zonas determinadas, existen bolsas delincuenciales a las que la Ertzaintza debe hacer frente en coordinación con las Policías locales”, ha explicado Zupiria.
Igualmente, ha señalado que la Policía vasca no puede funcionar bien “desde un ambiente enrarecido o convulso”. Ha sido su referencia a las protestas asindicales y de las centrales con representación, que se han sucedido particularmente desde 2023. Cree el consejero que “es imposible asumir y afrontar” la política de seguridad “sin la colaboración de los miles de personas” que trabajan en ello. Ha citado un “plan de cobertura de plazas” -la plantilla oficial debería ser de 8.000 pero ahora los agentes disponibles son 7.400- y otro de “modernización” del cuerpo, en busca de la “excelencia”. Ello incluiría una actualización del convenio, que lleva una década caducado. “Me comprometo, por lo tanto, a abordar con el mejor de los talantes y la máxima dedicación [...] impulsar el diálogo y el pacto sobre el acuerdo regulador de las condiciones de trabajo de la Ertzaintza”.
Seguridad tiene también otras competencias. De hecho, Zupiria ha demandado la transferencia completa de Meteorología, por ejemplo. El consejero ha informado también de que el 'número dos' actual y que procede también de la etapa final de Josu Erkoreka, Rodrigo Gartzia, se jubilará próximamente. Ricardo Ituarte, exalcalde de Santurtzi, viceconsejero de la parte administrativa en los últimos meses y muy cercano al lehendakari ocupará ese puesto de gran relevancia en el organigrama y de quien depende directamente la Ertzaintza. Joana Egiluz asumirá esa otra pata, con funciones sobre Emergencias, Tráfico, Juego o Elecciones. Miren Dobaran dirigirá la academia de Arkaute después de haber acompañado a Zupiria en su etapa anterior en Cultura. Han asistido al Parlamento Victoria Landa y Josu Bujanda, directora y jefe de la Ertzaintza, respectivamente, y que ya tenían esa función en la pasada legislatura.
¿Qué ha mencionado la oposición? EH Bildu, que mantiene por cuarta legislatura a Julen Arzuaga como portavoz en materia de Seguridad, destaca como guiño al euskera que sea Dobaran la que dirija la academia. Igualmente, ha expresado su preocupación por los operativos de la Brigada Móvil y por el uso de armamento supuestamente “no letal”, como las pistolas de tipo Taser o los proyectiles de 'foam'. Desde el flanco derecho, el PP ha apelado a la “Euskadi real” que tiene “un problema de seguridad”, ya que “lidera los rankings de delincuencia”. Ha hablado de “okupaciones” y otras oleadas de delitos en las calles. Ainhoa Domaica ha dicho también que la Ertzaintza tiene “muy pocos medios” para combatirlo aunque “hay dinero” para tener completa la plantilla. “Podemos tener 8.000 agentes”, ha enfatizado la nueva portavoz 'popular', que procede del Ayuntamiento de Vitoria. Vox, de su lado, ha mostrado su enfado porque Zupiria crea que Euskadi es un “país” y también ha aludido al incremento de la criminalidad.