El Gobierno vasco aclara que su salida de Bahía Bizkaia no supondrá su cierre porque habrá demanda de gas “durante décadas”
El Gobierno vasco saldrá de Bahía Bizkaia Gas, como del resto de los negocios en los que participa que tienen relación con lo hidrocarburos. Lo hará antes de 2030, en cumplimiento de la Ley de Cambio Climático aprobada recientemente en el Parlamento Vasco. Pero la salida de la inversión pública del capital de la compañía no supondrá en ningún caso el cierre de la planta ya que “la demanda de gas seguirá existiendo durante décadas y por tanto, ésta deberá ser suministrada”, señala el Ejecutivo en un ejercicio de realismo sobre el largo plazo al que puede preverse que disminuya la dependencia del gas pese al desarrollo de las renovables.
La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, señala en contestación a una pregunta parlamentaria que esta planta es “una infraestructura clave y estratégica para garantizar el suministro de gas natural ya que recibe el gas de diferentes orígenes”, por lo que “no tiene previsto dejar de comercializar hidrocarburos”. Es decir, sólo dejará de tener participación pública.
El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU David Soto interpela a la consejera sobre si hay unos plazos previstos para acometer un cierre gradual de Bahía Bizkaia Gas, ya que considera este grupo parlamentario -que no apoyó esta ley- que “la eliminación gradual de la participación del Gobierno vasco en sociedades público-privadas que exploran, explotan, regasifican o comercializan hidrocarburos no tiene sentido si el socio privado continúa con la actividad”.
“No hay actualmente planificado un cierre de la planta de regasificación de GNL, Bahía de Bizkaia Gas (BBG). Esta infraestructura es actualmente necesaria para dar servicio a Euskadi y satisfacer la demanda de gas natural a los diferentes consumidores del territorio. La demanda de gas natural es posible que vaya descendiendo a lo largo de los próximos años, pero todavía seguirá existiendo durante décadas y por tanto, ésta deberá ser suministrada. Adicionalmente, esta planta es una infraestructura clave y estratégica para garantizar el suministro de gas natural ya que recibe el gas de diferentes orígenes”, señalan en la respuesta.
En este sentido, añade Tapia que “la posible salida de EVE del accionariado de aquellas empresas en las que participa se realizará mediante la venta de sus participaciones o acciones en la sociedad a otra entidad, y por tanto, no estará vinculada a un cese de la actividad o a un cierre de la empresa, perdiendo, por tanto, la presencia pública en las mismas”, nada más. El Gobierno vasco participa a través de Ente Vasco de Energía (EVE) en el 50% del capital de Bahía Bizkaia Gas. El otro 50% restante está en manos de Enagás. Según la información facilitada por el Gobierno vasco entre los años 2018 y 2022, el Ejecutivo ha percibido un total de 50,25 millones de euros en concepto de dividendos por los resultados obtenidos por esta planta.
Elkarrekin Podemos-IU relaciona en su interpelación al Gobierno la actividad de Bahía Bizkaia Gas (BBG) con la“ financiación” de Rusia en la guerra contra Ucrania, porque esta planta ha sido una de las principales entradas de gas ruso a España. “BBG es una sociedad que realiza una actividad regulada cuyo régimen económico y de funcionamiento se ajusta a lo previsto en la Ley del Sector de Hidrocarburos. No se tiene constancia de que dicha actividad regulada esté financiando a ningún país ni ninguna guerra”, responde el Ejecutivo.
También critica Elkarrekin Podemos-IU que Bahía Bizkaia Gas “colabore energéticamente con Francia al suministrarle gas cuando Francia no colabora con la conexión del TAV y la Y vasca”. “No se comprende la relación entre las actividades indicadas. El mercado energético europeo cuenta con redes de interconexión previstas para ayudar a equilibrar los posibles desequilibrios entre oferta y demanda en diferentes zonas geográficas tanto en el ámbito de la electricidad como en el del gas natural. No tiene relación en modo alguno con el desarrollo de redes ferroviarias”, responde el Gobierno.
Desinversiones en hidrocarburos
La nueva Ley de cambio climático pretende conseguir las cero de emisiones en Euskadi para el año 2050, y para ellos tiene como uno de sus ejes fundamentales una hoja de ruta clara para la desinversión pública en combustibles fósiles. Para el año 2030 el Gobierno vasco deberá desprenderse de sus activos vinculados a la exploración y explotación de hidrocarburos y a los combustibles fósiles, aunque en un año deberá macarse la ruta a seguir en esa desinversión. El dinero obtenido de esas enajenaciones se destinará al EVE para reinvertirlo básicamente en energías renovables. Además de Bahía Bizkaia Gas supondrá la venta de su participación Bahía Bizkaia Electricidad, que se nutre del gas de BBG y de la que tiene un 25%. A finales del año pasado BP vendió su 75% al grupo Gunvor. También se desprenderá de la extracción de gas en Viura en La Rioja, que realiza a través de la sociedad Shesa, y previsiblemente de su participación en Enagás Transporte del Norte.
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