El Gobierno vasco y EH Bildu mantienen formalmente la negociación presupuestaria pero “sin grandes expectativas” de acuerdo
Premisa uno: después de las elecciones vascas de 2020 el Gobierno de Iñigo Urkullu, la coalición de PNV y PSE-EE, tiene mayoría absoluta en el Parlamento y no necesita a la oposición en las votaciones. Premisa dos: cuando tenía minoría en la pasada legislatura, el Ejecutivo pactó los presupuestos con el PP (2017 y 2018) y con Podemos y Equo (en 2020), pero las negociaciones con EH Bildu (2019) acabaron con reproches mutuos. Premisa tres: Vitoria no es Madrid ni Pamplona, donde, con diferente correlación de fuerzas, los socialistas, el PNV y la izquierda abertzale han alcanzado acuerdos económicos recientemente. En este contexto se ha celebrado este viernes la reunión presupuestaria entre el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, y una delegación de EH Bildu encabezada por Maddalen Iriarte. Tras 75 minutos de conversación detrás de las mascarillas, las partes se han emplazado a intercambiar documentos de cara a un posible entendimiento en las cuentas de 2021, las de la pandemia y la crisis, pero los mensajes de ambas partes parecen apuntar en otra dirección.
Iriarte, que ha estado flanqueada por Mikel Otero y Nerea Kortajarena, ha visto al Ejecutivo “amable” en las formas pero ha calificado el contenido del encuentro como “decepcionante”. “Hemos salido sin grandes expectativas”, ha reconocido Iriarte, quien también asume que a PNV y PSE-EE “no les hace falta que nadie les apoye” este año para sacar adelante los presupuestos. La portavoz de la principal fuerza de la oposición ha lamentado el “cero diálogo” con EH Bildu que, a su juicio, exhibe el Gobierno en un momento “excepcional” que requiere “respuestas excepcionales”. En este contexto, ha subrayado que el año 2021 se ha iniciado sin tener lista la ley más importante del año. Iriarte ha acusado al Gobierno de haberse ido de “vacaciones” en Navidad sin los deberes hechos.
Desde el otro lado de la mesa, el Gobierno ha asegurado que, “en la reunión, EH Bildu no ha planteado ninguna propuesta concreta”. “Ante la falta de concreción por parte de EH Bildu, el consejero Azpiazu ha mostrado su interés por recibir en los próximos días la propuesta de este grupo político para poder analizar las cuestiones que planteen”, han indicado desde Economía y Hacienda, que defiende lo “ambicioso” del proyecto del Ejecutivo, con el nivel de gasto “más potente con el que ha contado nunca el Gobierno vasco” a pesar de la situación generada por la pandemia y con “cero recortes”. Se pueden leer aquí las claves de los presupuestos vascos de 2021.
Además de con EH Bildu, el Gobierno se verá con Vox, con PP+Cs y con Elkarrekin Podemos-IU. En el caso de esta coalición de izquierdas, ha afirmado que encara este proceso sin “líneas rojas” aunque con propuestas que aspiran no sólo a mover partidas mediante enmiendas sino a articular un nuevo “modelo” e incluso una reforma fiscal, cuya regulación compete a las Juntas Generales y no a la Cámara autonómica. El Podemos que pactó en 2020 con el Gobierno -IU se desmarcó de ese pacto- ya no existe al ser nuevos todos los dirigentes y parlamentarios morados. La actual portavoz, Miren Gorrotxategi, ha denunciado en varias ocasiones los incumplimientos de esos puntos consensuados.
El calendario presupuestario lleva a la aprobación de las cuentas el 11 de febrero, si bien hay varios plazos previos. El más acuciante es el de presentación de las enmiendas de totalidad, que acaba el 18 de enero -a mediodía del día siguiente con las 12 horas de gracia- y que supone una solicitud de devolución del proyecto al Gobierno. En paralelo, se han enviado ya al Gobierno central las 188 propuestas con las que se opta a captar hasta 5.700 millones en fondos europeos.
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