Los Gobiernos central y vasco conectan sus sistemas de protección de víctimas de violencia machista tras años de retraso
Los sistemas EBA, empleado por la Ertzaintza, y VIOGEN-2, de las Fuerzas de Seguridad del Estado, ya están interconectados, según ha informado el Gobierno vasco en el marco del 25N. Se ha destacado que este “nuevo paso mejora la protección y atención a las víctimas de violencia machista y doméstica”. Tras dar por concluidas las pruebas para la interconectividad entre los sistemas EBA, Emakumeen eta Etxekoen Babesa, del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, y VIOGEN-2, del Ministerio del Interior, es efectiva ya esa interconcexión, aunque el proceso ha acumulado años de retraso.
Estos sistemas permiten gestionar de manera integral los expedientes de violencia contra las mujeres, homologar las evaluaciones de riesgo, establecer la protección adecuada y gestionar las órdenes judiciales de protección. Según ha explicado el Gobierno vasco, la coordinación entre ambos sistemas refuerza la protección a las mujeres víctimas de la violencia machista y facilita su movilidad segura dentro del Estado. El Ejecutivo autónomo ha destacado que, así se optimiza la coordinación en la adopción de medidas de prevención y protección integral contra la Violencia Machista. En este sentido, el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha subrayado que “este nuevo paso mejora de la protección y atención a las víctimas de violencia de género y doméstica”.
Entre enero y septiembre de 2024, la Ertzaintza ha registrado 5.268 delitos en las diferentes formas de violencia contra la mujer ejercida por parte de la pareja o expareja, por un familiar en el seno del hogar o contra su libertad sexual. Comparando con el mismo periodo del año anterior, este tipo de delitos ha crecido, en su conjunto, un 7,97%. Durante ese periodo, la Ertzaintza contabiliza 4.276 mujeres víctimas de estos delitos, lo que supone un crecimiento del 7,36% respecto al mismo periodo de 2023. Por territorios históricos, el mayor número, tanto de casos como de mujeres víctimas, se registra en Bizkaia, sin embargo, en porcentaje, donde más crecen los delitos de estas tipologías en su conjunto es en Gipuzkoa, con un aumento del 15,69%. En concreto, en Bizkaia se contabilizaron 2.691 delitos (+2,91%), en Gipuzjoa 1.498, con el citado incremento del 15,69% y en Álava 844 (+10,18%). Las mujeres víctimas de violencia fueron en el territorio vizcaíno un total de 2.160 (+1,89%), en Gipuzkoa 1.423 (+14,67%) y en Álava 693 (+11,41%).
El mayor número de denuncias de la Ertzaintza de ese periodo siguen recogiéndose en 2024 por casos de violencia ejercida por la pareja o expareja, 3.815, lo que supone un aumento del 6,89% con respecto al año anterior. De ellas, la mayoría son malos tratos habituales físicos, injurias, vejaciones y lesiones, seguido de los delitos contra la libertad como amenazas, coacciones, o acoso. En lo que va de año una mujer ha sido asesinada en Euskadi a manos de su pareja, Y.G, de 31 años, quien fue asesinada por su compañero sentimental en Bilbao el 12 de septiembre. El segundo principal entorno en el que se dan las agresiones a las mujeres es en el entorno del hogar (violencia intrafamiliar, excluyendo la pareja o expareja) donde se han dado 903 casos en lo que va de año, lo que supone un aumento del 8,01% respecto a los 836 casos del año anterior. Finalmente, se registra un crecimiento en la comparativa de los periodos 2024 y 2023 en el ámbito de los delitos contra la libertad sexual, ya que se han dado 550 casos frente a los 474 del año anterior, un 16,03% más. La mayoría han sido agresiones sexuales, con un aumento del 13,54%.
El Gobierno vasco ha subrayado que es indicativo que las agresiones sexuales más graves continúan en ascenso: frente a las 89 del año 2023, este año 2024 se han producido 122, un 37,08 % más. Seguridad ha destacado que uno de los principales ejes de actuación de la Ertzaintza es el dirigido a la protección integral de las mujeres víctimas de la violencia machista. La evaluación del riesgo de cada mujer se clasifica en 4 niveles (básico, moderado, alto y especial) en base a los cuales se asignan las medidas de protección adecuadas. En estos momentos, 6.019 mujeres reciben algún tipo de protección de la Ertzaintza tras denuncia o conocimiento policial. De ellas, 3.826 lo son por orden judicial, mientras que el resto recibe esa protección atendiendo a los protocolos policiales que analizan el riesgo de cada víctima:
Los casos más graves se realizan con un servicio de escolta permanente o puntual a las mujeres con mayor riesgo: 40 mujeres en estos momentos, 22 en Bizkaia, 9 en Gipuzkoa y 9 en Álava. En el servicio de contravigilancia están 239 mujeres, 127 en Bizkaia, 82 en Gipuzkoa y 30 en Álava. Además, 217 mujeres disponen de una aplicación tecnológica (76 en Bizkaia, 59 en Gipuzkoa y 82 en Álava) y 135 hombres llevan pulsera de localización por orden judicial controlada por la Ertzaintza: 46 en Bizkaia, 54 en Gipuzkoa y 35 en Álava. En todas las comisarías de la Ertzaintza hay equipos que se dedican única y exclusivamente a atender a las mujeres víctimas de estas violencias, pero, además, cada agente de protección ciudadana dedica una parte de su jornada laboral diaria a actuaciones y seguimiento de los casos de violencia contra las mujeres de su demarcación.
Seguridad ha señalado que, cada vez que se detecta un nuevo caso, la Ertzaintza procede a su registro en un expediente informático. Desde ese momento, con independencia del nivel de riesgo asociado a la víctima, e incluso de la posible resolución judicial del caso, la Ertzaintza pasa a prestar protección activa a la víctima. Según ha manifestado, cada expediente aglutina cronológicamente todo el historial del caso, como entrevistas, denuncias, órdenes judiciales o datos procedentes de otras aplicaciones informáticas, entre otras informaciones.
Seguridad ha señalado que, para alcanzar mayor protección y facilitar los trámites judiciales, en los casos más graves se ofrece a la mujer maltratada el acompañamiento de agentes al juzgado para los primeros trámites judiciales. Además, hay canales de comunicación con los servicios sociales para ofrecer atención a hijos e hijas menores cuando se registran los episodios de maltrato. El riesgo se clasifica en cuatro niveles: básico, moderado, alto y especial. Su evaluación es continúa, por lo que puede variar si cambian las circunstancias de la víctima o el agresor. Seguridad ha precisado que la primera medida de seguridad común a todas las víctimas es la formación en autoprotección, que incluye dentro de una sesión personal la emisión de un vídeo y la entrega de un folleto informativo. A esa primera acción sigue una supervisión con contacto telefónico de forma periódica.
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