José María Gorroño, eterno alcalde de Gernika, no se va. Un mes después de que tomara posesión como alcalde se aferra al sillón y dice ahora que nunca puso un plazo concreto para ceder la 'makila' de mando a su hermano, pese a que el acuerdo al que llegó 'in extremis' con el PNV para que este partido le votase y permitiera su investidura desbancado a EH Bildu, la fuerza más votada, establecía que en un mes debía convocar un pleno extraordinario para formalizar el cambio. Trascurrido el plazo fijado el PNV exige a Gorroño que cumpla su compromiso y presente su dimisión, pero el alcalde dice ahora nunca se habló de un plazo fijo y que se irá cuando esté garantizado que haya un Gobierno estable para la ciudad. Entonces dimitirá y pasará a ser concejal.
¿'Donde dije digo, digo Diego'? Gorroño ha asegurado en declaraciones a EiTB que nunca fijó un plazo y que “puede ser un mes o un mes y medio”, porque se habló de “mes o mes pico” y que espera que el acuerdo se materialice en verano. Pero el PNV tiene claro que la situación que se está creando “es muy grave” y le exige que convoque el pleno extraordinario para formalizar su dimisión cuanto antes.
Gorroño es alcalde de Gernika, de momento, con su quinta sigla, Guztiontzako Herria. Esta formación fue la segunda fuerza más votada en las elecciones municipales del 28M, por detrás de EH Bildu, pero empataron en número de concejales, seis. Ese empate concedía al PNV el poder de inclinar la balanza hacia una u otra formación. Finalmente, minutos antes de la investidura, el PNV -antiguo socio de Gorroño en la legislatura anterior, pero en una coalición que acabó mal- se inclinó por facilitar desbancar a EH Bildu de la alcaldía con el acuerdo de que Gorroño dejara el cargo en un mes porque no le quiere dirigiendo la ciudad. El propio Gorroño anunció que dejaría el cargo en manos de su hermano Iñaki, número tres de su lista. “Los pactos que ha hecho EAJ-PNV en los Ayuntamientos, con el PSE, el PP o cualquier otro, han tenido un objetivo principal; quitar a EH Bildu. Luego pasa lo que pasa. Ha habido pactos reactivos sin proyecto detrás. Y Gernika ya es una prueba de ello”, ha señalado desde EH Bildu Unai Urruzuno en las redes sociales.
Alcalde con su quinta sigla
La historia de José María Gorroño, alcalde de Gernika desde 2007 en cuando menos peculiar. El PNV le ha vuelto ha hacer alcalde, aunque fueron los desencuentros entre Gorroño y este partido los que le llevaron a crear una nueva formación Guztiontzako Herria para presentarse a las elecciones del 28M. Esta ya es quinta sigla. Arrancó su andadura en la alcaldía de Gernika en 2007 con las siglas de Eusko Alkartasuna (EA), único partido al que dice que ha pertenecido al margen de los que ha creado él. Y formó Gobierno de coalición en el municipio con ANV (Acción Nacionalista Vasca) antiguo partido de la izquierda abertzale que fue ilegalizado por el Tribunal Supremo por ser considerado sucesor de la también ilegalizada Batasuna. En las siguientes elecciones, EA se había integrado en Bildu -en 2011 todavía no era EH Bildu- y José María Gorroño volvió a encabezar la lista a las electoral, esta vez en representación de la coalición abertzale. Consiguió gobernar con mayoría absoluta. Pero, transcurridos cuatro años, EH Bildu quiso presentar otro candidato en la siguiente cita con las urnas porque consideraba que la gestión de Gorroño era demasiado “personalista”.
Como no aceptó que EH Bildu le relegara en la lista, Gorroño organizó una nueva formación. Se llamaba Eusko Abertzaleak. Casualmente con las mismas siglas del primer partido con el que ganó la alcaldía, EA. Antes de llegar a las elecciones de 2015, llegó a un acuerdo con el PNV para ir en coalición. Eso se saldó también con éxito en las urnas, con lo que ganó el pulso a EH Bildu y demostró que el 'tirón Gorroño' estaba entonces por encima de las siglas con las que concurría. Junto al PNV ganó también las elecciones de 2019, con 10 de los 17 concejales. Hasta que en el último tramo de la legislatura el acuerdo saltó por los aires y creó la plataforma Guztiontzako Herri, con la que volvió a hacerse con la alcaldía, en principio por un plazo de un mes, pero parece será un mes largo.