La Guardia Civil denunció dos veces en verano a la empresa cerrada en Navarra por irregularidades con los lixiviados

El equipo contra delitos ambientales de la Guardia Civil, conocido como Seprona, ha formulado dos denuncias este verano contra el empresario titular de la planta de gestión de residuos de Artajona Ecofert Sansoain después de que en junio se decretara su cierre cautelar por haber recibido toneladas de lixiviados de modo irregular y con distintas procedencias, como la planta CMG-I de Zubieta en Gipuzkoa, de titularidad foral y por lo que hay abierta una investigación penal en Donostia, o las empresas privadas Viscofan u Oleofat. Ambas actuaciones policiales ponen de manifiesto movimientos en una empresa que, en principio, no debería tener actividad hasta que corrigiera las deficiencias detectadas.

El primer caso es de julio. La Policía detectó una incidencia en la empresa hermana de Ecofert Sansoain, Desarrollos Medioambientales La Coya. En concreto, el informe manuscrito del Seprona aporta imágenes de “aguas de color muy oscuro” en las acequias cercanas a las instalaciones de la compañía, así como “espuma y un fuerte olor”. Los agentes comprobaron que “aguas arriba” esa masa de agua no presentaba problemas. El segundo caso es de agosto. La Guardia Civil localizó un tractor con una cisterna de 5.000 litros de capacidad extrayendo lixiviados de la balsa de Ecofert Sansoain. El conductor, que era el propio dueño, manifestó en el acto que iba a “vaciar” el contenido en cunetas y escorrentías. Al día siguiente los agentes comprobaron que se hacían movimientos similares.

El área de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, que sancionó en varias ocasiones a estas empresas antes de ejecutar el cierre de las instalaciones, respondió que las actuaciones de agosto de la Guardia Civil no generaban la necesidad de aplicar nuevas medidas contra Ecofert Sansoain y señala que “se desconoce” si finalmente hubo un mal uso de los lixiviados que se estaban moviendo, aunque agradeció las denuncias de la Guardia Civil. La Policía Foral también ha realizado visitas frecuentes a Artajona y no ha reseñado movimientos anómalos en las instalaciones que deberían estar cerradas.

Fuentes de la empresa señalan que Artajona “es un pueblo pequeño” y que “hay muchos odios” para explicar los informes negativos de la Guardia Civil, que es también la Policía judicial encargada de las investigaciones en Gipuzkoa. Reseñan, asimismo, que la compañía está “ultimando su reapertura” de la mano de Medio Ambiente y que ya ha cumplido con la obligación de reenviar los lixiviados recepcionados a un “gestor autorizado”. “Cuando se certifique todo, se hará la reapertura”, insisten desde Ecofert Sansoain. Asimismo, desmienten un informe elaborado por Tüv para el Gobierno navarro y que considera “peligrosos” los residuos que entraban a esa planta. Aseguran que tienen otras periciales que los clasifican como “no peligrosos” y “no tóxicos”.