La Guardia Civil de Gipuzkoa ha hallado el cuerpo sin vida de Abderrman Bas, un guineano de 25 años de edad a lo largo de la mañana de este sábado mientras trataba de cruzar la frontera a nado en el río Bidasoa, a la altura del puente internacional Behobia. Según ha informado la Delegación del Gobierno en País Vasco, el joven había entrado en el país por Arrecife (Lanzarote), el pasado 12 de mayo. El cadáver no mostraba signos de violencia y la Policía forense le practicará la autopsia el próximo lunes.
Según confirman fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco a este diario, la Ertzaintza ha recibido un aviso de la Policía francesa y varias patrullas de la comisaría de Irún han acudido para acordonar la zona. Los bomberos franceses han sido quienes se han encargado de retirar el cuerpo del agua, señalan estas mismas fuentes. Una vez analizadas las huellas dactilares, la Guardia Civil ha podido identificar al fallecido a primera hora de la tarde.
Se trata de la quinta persona que fallece en menos de un año tratando de cruzar a nado el río Bidasoa. Desde hace casi un lustro, la frontera entre España y Francia supone un muro invisible para impedir el paso de los cientos de jóvenes, en su mayoría provenientes de África, que tratan de cruzarlo cada día, normalmente a pie, pero también a nado, ruta muy peligrosa debido a las fuertes corrientes y las aguas frías del río Bidasoa.
Además de las personas que han fallecido tratando de cruzar el río, la directora de Zehar Errefuxatuekin, Arantza Chacón, recordaba en un evento celebrado el jueves por el Día Mundial de los Refugiados que en el último año, una persona se suicidó en Irún y otras tres más fueron arrolladas por un tren en el sur de Francia, tras haber cruzado la frontera desde Euskadi. “Las rutas migratorias en esta zona son cada vez más peligrosas. En el caso de Ucrania se ha visto claramente como cuando hay voluntad política se puede acoger a las personas refugiadas y se puede garantizar su protección. Nunca antes se había aplicado de esta manera a pesar de haber otros conflictos como Siria o Afganistán, entre otros. La mayoría de las personas que llegan a Euskadi solicitando protección internacional pasan por una carrera de obstáculos que dificulta enormemente su incorporación a la sociedad, primero porque los trámites de protección internacional son farragosos, pero también porque la mayoría de las respuestas son denegadas”, criticó.
A través de un mensaje de Twitter, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso ha descrito lo ocurrido como “un nuevo drama humano en el Bidasoa”. “Personas migrantes que buscan un hogar, un lugar donde desarrollar una vida, y se topan con la muerte en una frontera en el seno de Europa. Aspiramos a flujos migratorios seguros, legales y ordenados”, ha indicado.
El director de Migración y Asilo del Gobierno vasco, Xabier Legarreta también ha criticado el “control selectivo y racista que ejerce la Policía francesa en la frontera”. “El fenómeno migratorio en transito nos vuelve a mostrar su cara más dura y dramática. El control selectivo y racista que ejerce la Policía francesa en la frontera de Irún obliga a que estas personas se vean obligadas a utilizar rutas menos seguras para conseguir su objetivo, provocando en algunos casos situaciones dramáticas como la vivida esta mañana. Desde el Gobierno vasco, una vez mas, exigimos rutas y corredores seguros”, ha señalado.
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