“No somos culpables pero sí responsables de que se mantenga. El silencio nos hace cómplices”. La sentencia es del impulsor de la Rueda de Hombres contra la violencia machista de Bilbao. Txema Olleta reconoce que esa contundencia para expresar el rechazo hacia la violencia machista y ese reconocimidento expreso de responsabilidades compartidas causa el retraimiento de potenciales apoyos masculinos al acto del 21 de cotubre. No obstante, no quieren rebajar esa severidad en su exposición porque la causa la requiere. Las víctimas mortales por violencia de género son 41, según datos de septiembre del Ministerio de Servicios Sociales e Igualdad. El panorama es desalentador.
Pese a las campañas informativas y de sensibilización las cifras no se rebajan. 2014 es el segundo año con más víctimas de violencia de género desde que se registran datos. La lacra no se frena. Así que los mensajes para combatirla tampoco se suavizan. Por eso el manifiesto que proponen para este año desde la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género, AHIGE, es rotundo. “Los agresores, no son mayoría, ni mucho menos. Pero... ¿y el resto? ¿Dónde estamos y qué hacemos el resto de los hombres? La violencia es posible porque el resto de los hombres mantenemos algún tipo de complicidad y cierta tolerancia hacia ella. Ya sea por miedo, por egoísmo, por rencor o por una malentendida solidaridad masculina, lo cierto es que muchos de nosotros no hacemos lo suficiente para acabar con la violencia”, se lee en uno de sus párrafos.
La simbólica denuncia pretende visibilizar el rechazo expreso de los varones hacia cualquier forma de violencia o maltrato hacia las mujeres. La plaza Circular de Bilbao acogerá por cuatro año consecutivo este acto. El pasado 2013 secundaron la propuesta unas 20 personas, una cifra discreta pero superior a la registrada el primer año de estreno. “Recuerdo perfectamente ese día. Estábamos cinco iluminados haciendo el gamba. Ahora está organizado e incluso los medios de comunicación lo incluyen entre sus coberturas. Con lo que adquiere notoriedad”, rememora Txema Olleta.
“Algún tipo de complicidad y cierta tolerancia”
El objetivo fundamental de esta campaña 2014 es multiplicar el número de ruedas y hacer partícipes al mayor número de hombres posible en España. El deseo de sus promotores es que se celebre una rueda en cada localidad aunque de momento tan solo hay programadas ocho en todo España y solo una de ellas se desarrolla en Euskadi.
La iniciativa viene desarrollándose cada 21 de octubre por todo el país y consigue reunir a numerosos grupos, asociaciones por la igualdad y hombres a título individual para, además, mostrar así a la sociedad el trabajo que muchos varones desarrollan cada día en este ámbito. E
El acto es sencillo pero impactante. Consiste en situar a los participantes alrededor de una gran lazo blanco depositado sobre el suelo. A la luz de las velas se lee el manifiesto y a continuación uno por uno se recitan “alto y claro” los nombres y apellidos de las mujeres asesinadas y la localización del crimen mientras todos los presentes guardan silencio. “Ponerles los nombres que en los medios de comunicación no aparecen por temas de confidencialidad -solo figuran las iniciales- es como ponerles cara y ojos, personalizar esas víctimas anónimas escondidas” relata Olleta, que lamenta que sólo se salga a la calle un día al año. “Me parece poco pero no queremos ocupar los espacios, que es lo que se nos achaca a los hombres, que siempre estamos ocupando los espacios públicos”. Olleta también echa en falta la participación en la ruedas de hombres de cargos políticos e institucionales masculinos. “La invitación se cursa y además es un acto abierto pero de momento no han acudido ni a título individual ni como representantes. Esperemos que este año cambien. Ellos son un referente y su presencia es muy importante”, declara Olleta.