La huelga del transporte, la “puntilla” para las empresas vascas

La huelga del transporte que arrancó el día 14 amenaza con enquistarse y arrastrar a cada vez más empresas que se vean obligadas a parar por no tener componentes para la producción o no poder sacar el producto ya elaborado por falta de transportes. Desde que empezó el paro se ha dejado notar con fuerza en Euskadi, pese a que solo está apoyado por Hiru, sindicato de autónomos que no supone la mayoría del sector. A partir de ahora la situación solo puede empeorar. Aunque sin sumarse al paro como tal, tras la reunión del lunes del Comité de Transportes por Carretera con el Ministerio y el rechazo de la propuesta de ayudas de 500 millones de euros, varias asociaciones de transportistas han dejado claro que la situación “no permite por el momento reanudar la actividad del transporte de mercancías por carretera” dejando abierta la posibilidad a que sus camiones tampoco trabajen. Así, mientras asociaciones como Guitrans o Asetravi aseguran que seguirán con la actividad a la espera de que se puedan negociar mejoras con el Gobierno, otras, como Asotrava, que agrupa transportistas autónomos y pymes, dan por sentado que no se puede mantener la actividad en las condiciones actuales y que en Euskadi habrá cada hora más camiones parados, aunque su intención no sea sumarse a la huelga.

Como en un efecto dominó, el paro de transporte está arrastrando al resto de los sectores a una crisis sin precedentes, aunque el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, se esfuerce en matizar que Euskadi no está en crisis porque su PIB está creciendo, aunque lo hará bastante menos de lo que estaba previsto. Al margen de si el término correcto es crisis o no, lo cierto es que se está extendiendo, y afecta ya por igual al sector primario a la industria o a los servicios. De entrada, la flota de bajura se mantiene amarrada a la espera de que solucione el transporte, por un lado, y los altos precios del gasóleo por otro. Esto supone que en las pescaderías vascas no hay anchoas, que están ahora en plena temporada. Salvo esa especie, las pescaderías están surtidas y desde mercados centrales como Mercabilbao aseguran que siguen entrando prácticamente todos los productos, y en las estanterías de las principales cadenas de supermercados se puede ratificar que no hay faltas significativas salvo cuestiones puntuales.

El Gobierno vasco ha realizado este martes un llamamiento a la calma de los consumidores para “no acaparar productos” y evitar su falta y su encarecimiento. Tras el consejo de Gobierno el portavoz, Bingen Zupiria, ha asegurado que “no hay peligro de desabastecimiento”, según la información “bastante precisa” que tiene por parte del 'clúster' de la Alimentación y por las empresas principales de distribución de Euskadi, aunque ha reconocido que “puede existir problemas de existencia respecto a algunos productos”. Ha pedido a los consumidores “no acaparar algunos productos”, porque es lo que está provocando “que falten de las estanterías”, y, “sobre todo”, que estén subiendo los precios de otros productos de los que hay 'stock'.

“Las reivindicaciones de unos la ruina de otros”

Si en la alimentación se está notando el impacto de la huelga, las empresas industriales se encuentran al límite al confluir los problemas que arrastraban por la subida de la energía con los generados ahora por el paro en el transporte. Si antes lo hizo la patronal vasca Confebask, este martes era la Cámara de Comercio de Bilbao la que daba la voz de alarma sobre que esta huelga puede suponer “la puntilla para la supervivencia de muchas de ellas” si se prolonga. “En un momento en que parecía que podían levantar cabeza”, este paro del transporte por carretera está “estrangulando la cadena de producción al colapsar la cadena logística, y las reivindicaciones de unos pueden llevar a la ruina de otros”, señalan. El organismo que preside José Ángel Corres, advierte además de que las consecuencias que pueda tener la huelga en la industria son “más graves que la posibilidad de una falta de abastecimiento en comercios y que lo note el consumidor”.Puede ser la puntilla para que muchas se vean abocadas a cerrar definitivamente al no poder atender sus pedidos, muchos de ellos internacionales, y no cumplir con los contratos firmados, lo que paralelamente implicaría despidos”.

Cierra CAF, reanuda producción Arcelor Sestao

El goteo de empresas que cierran de forma puntual por la falta de suministros es continuo e intermitente, de momento. Este miércoles parará una de las grandes, CAF, en sus dos plantas de Irún y Beasain (Gipuzkoa) por falta de suministros como consecuencia de la huelga de transporte. La división de fabricación y acabado de trenes dejará su actividad “de forma circunstancial” hasta que la situación se solucione, en principio hasta el 29 de marzo. El comité de empresa ya ha anunciado que impugnará esta decisión al “no poder verificar la afección real de la falta de material”. Los trabajadores afectados por la parada de la actividad tendrán que recuperar las horas “a lo largo del año, bien alargando el horario o bien en horas que no son laborables”.

La planta de Mercedes-Benz en Vitoria tuvo que parar el lunes, pero este martes ha reanudado la actividad, de momento hasta el viernes, pero se revisa cada semana las modificaciones de producción que sean necesarias en función de si hay materias primas o chips o no. ArcelorMittal Sestao que tenía parada la producción desde el domingo día 13, reanudará su actividad este miércoles 23. En principio trabajará seis días y parará cuatro, tal y como está establecido en el calendario. La parada de la planta de Sestao se debía al alto coste de la electricidad, por lo que la compañía “evaluará día a día” si hay que volver a parar. En el caso de esta planta, fuentes de la compañía señalan que no se está viendo afectada por la huelga del transporte, pero reconocen que en otras factorías del grupo como Bergara, Basauri o Etxebarri se está empezando a trabajar con problemas por la falta de material o por las dificultades para dar salida a la producción. El Puerto de Bilbao se está resintiendo con ese conflicto, mientras los contenedores se acumulan en sus muelles. Su presidente, Ricardo Barkala, ha reconocido este martes que la guerra de Ucrania y la huelga de transportistas, lastrarán los resultados del Puerto este año, que ya no será de recuperación. Es más, ha vaticinado que no crecerá mucho más de un 2% pese a que estaba previsto que lo hiciera un 7%.

Movilizaciones

Mientras tanto, los transportistas siguen con sus movilizaciones. Si el lunes las caravanas de camiones tomaron las carreteras de Bizkaia,  este martes han discurrido por la A-8, organizando retenciones de hasta 5 kilómetros de longitud en sentido Irún. Los transportistas autónomos de Hiru se concentrarán este miércoles, ya sin camiones, ante la sede del Gobierno vasco, en Lakua, para seguir exigiendo condiciones “dignas” para trabajar. Al día siguiente llevarán sus reivindicaciones a Bilbao, con una manifestación desde la plaza Moyua hasta la plaza del Sagrado Corazón.

 

 

 

 

  

 

 

elDiario.es/Euskadi

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