El informe de respuestas a las alegaciones al PTS de renovables es prácticamente calcado al elaborado antes de las elecciones
El informe con las respuestas a las más de 4.000 alegaciones presentadas al Plan Territorial Sectorial (PTS) de renovables es prácticamente calcado al que ya estaba elaborado en octubre de 2023, es decir, hace un año, pese a que el Gobierno vasco siempre ha justificado el retraso en la complejidad de respuesta al elevado volumen de alegaciones. Este informe preliminar se publicó en la web en la que se cuelgan los procedimientos relacionados con la tramitación del PTS en el mes de enero y se retiró unas horas después, argumentando que se había publicado por error, porque no estaba finalizado y era muy complicada la respuesta. Sin embargo, una comparativa de ambos documentos no arroja cambios significativos que puedan, de entrada, justificar tanto retraso en la publicación, un año entre la elaboración de uno y la publicación del informe final. El documento definitivo se publicó el pasado día 31 de octubre por la tarde, casi al límite del plazo que se había marcado el nuevo consejero de Industria y Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi.
En este informe se argumentan los rechazos a la mayoría de las alegaciones presentadas por particulares e instituciones y de entrada todas las que consideran que la expansión de los parques eólicos y fotovoltaicos sea incompatible con la agricultura. “El cambio climático no entiende de compatibilidades con la agricultura”, se argumenta en el escrito, que tampoco acepta las que piden las modificaciones de las zonas de exclusión, es decir, ampliar las zonas que quedarán libres de posibles ubicaciones de instalaciones de renovables, ni porque sean zonas en las que debe protegerse montes de utilidad pública, el alimoche u otras aves o fauna, porque sean corredores ecológicos o áreas de especial interés paisajístico.
Básicamente lo mismo que ya se había decidido en octubre de 2023, cuando se elaboró el informe inicial porque, los cambios entre ambos documentos no van más allá de corregir errores ortográficos, cambios en la sintaxis, eliminación de nombres propios de algunos alegantes particulares por la protección de datos, con alguna excepción en la que se extienden más en las explicaciones para justificar el rechazo de una alegación o de un grupo de alegaciones. Es el caso, por ejemplo, de las referidas a la negativa de ampliar la zona de exclusión para proteger el alimoche y otras aves, en la que en el nuevo documento se amplían los argumentos para rechazar ampliar la zona de exclusión de los parques. En cualquier caso cambios que no parece necesario que deban implicar un año de trabajo de un equipo técnico. El documento publicado este pasado mes de octubre es prácticamente calcado al anterior, hasta tal punto de que en unos de sus párrafos se refiere a la Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi, como una norma “todavía en proceso de tramitación en la actualidad”, pese a que se aprobó por el Parlamento Vasco en el mes de febrero. Estaba en tramitación en la publicación del primer informe “por error”. El informe de respuestas definitivo se ha publicado después de ocho meses con la Ley en vigor.
Esa ley contra el cambio climático fue una de las últimas que se aprobó en la Cámara vasca antes de su disolución por la celebración de elecciones autonómicas el 21 de abril. De hecho, el día que se votó la ley se produjeron protestas de agricultores a las puertas del Parlamento como continuación a varios días de movilizaciones con tractoradas incluidas que colapsaron varias ciudades y que amenazaban con hacerse muy presentes a lo largo de la precampaña electoral que estaba a punto de arrancar. Entre sus múltiples reivindicaciones se incluía la protesta por el daño que la apuesta de las renovables desde el Gobierno vasco estaba haciendo a la agricultura. La publicación en ese momento de conflicto de la respuesta unas alegaciones en las que se sostiene que el cambio climático no entiende de incompatibilidades con la agricultura y se rechaza que los parques eólicos reduzcan la superficie dedicada al sector primario no parecía lo más indicado para evitar los dueños de los tractores cumplieran su amenaza de condicionar la precampaña y la campaña electoral.
El anterior departamento responsable de este tema del PTS de renovables y de ese primer informe de respuestas, Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, que entonces dirigía Aratxa Tapia, y en el que se incluía el área de Agricultura, en lugar de publicar el informe, aplacó a los agricultores con la promesa de crear una mesa con el sector para analizar de forma conjunta el impacto del desarrollo de las energías renovables en el suelo agrícola. Además, de otro decálogo de actuaciones que hoy en día los agricultores se quejan de que no acaba de ponerse en marcha.
Aunque los agricultores eran ese periodo los que estaban más movilizados, la respuesta negativa a las alegaciones hubiera sido sin duda materia de batalla electoral desde los partidos de la oposición, que presentaron sus propias alegaciones que se han rechazado o que están vinculados a asociaciones que alegaron en contra del proyecto. Tras las elecciones, el lehendakari Imanol Pradales creó un departamento propio para el sector primario, algo que también pedían los agricultores, y lo separó del área energética y medioambiental.
El departamento que dirige ahora Mikel Jauregi, preguntado por elDiario.es Euskadi sobre esta cuestión, no ha ofrecido ninguna explicación a por qué ambos documentos son tan similares y sobre todo, porque se ha demorado tanto su publicación si no se ha cambiado nada de forma sustancial. Es cierto que el nuevo equipo con Jauregi a la cabeza ha llegado al final de este proceso, aunque el propio consejero, ha defendido en varias ocasiones la demora por la complejidad de abordar las respuestas, y de hecho, se apuró el plazo comprometido hasta el último día.
Hay que tener en cuenta que la respuesta a las alegaciones ha retrasado toda la puesta en marcha del proceso para la aprobación definitiva del PTS de renovables, que es el que tiene que ordenar los nuevos parques eólicos y solares y que, en este periodo de tiempo, se han dado curso a nuevas solicitudes. Con la publicación de este informe el pasado mes de octubre, se abre ahora el tiempo para la aprobación provisional del PTS. La semana pasada el Parlamento Vasco acordó instar al Gobierno vasco a aprobar el plan de forma provisional antes de que acabe el año y ya de forma definitiva en la primera mitad de 2025.
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