Tantos informes favorables como desfavorables y competencia a la Universidad pública: luces y sombras del nuevo proyecto que impulsa Querejeta
La nueva Universidad privada impulsada por Josean Querejeta y por su grupo empresarial Baskonia-Alavés encara estos meses la fase final de su reconocimiento oficial. La pelota está en manos del Parlamento Vasco luego de que el Departamento de Educación aprobara el proyecto de ley para la puesta en marcha de un centro que lleva por nombre Euneiz y en el que se pretenden ofrecer estudios vinculados al mundo de las ciencias de la salud, los contenidos digitales o el deporte. Sin embargo, el proceso ha constituido un camino de luces y de sombras y todavía está en el aire que los primeros alumnos de Euneiz -a los que les espera una matrícula de 8.000 euros por curso- puedan empezar las clases en el curso 2021/2022.
El proyecto tiene detrás a la sociedad mercantil Eusteiz 2018, a su vez participada por otra empresa llamada Uleni 30 y administrada por un consejero del Deportivo Alavés, Íñigo Sánchez de Movellán, un abogado catalán del equipo de Querejeta. Aspira a dar una nueva vida a la modernista antigua sede de la Caja Vital en Salburua, pero también a llevar parte de la actividad a la ciudad deportiva del Baskonia (BAKH, pegada a la anterior), a la futura ciudad deportiva del equipo de fútbol (según Gasteiz Hoy, el concejo de Zuazo ha avisado de que no puede invadir sus caminos) e incluso a locales de instalaciones públicas como son las del pabellón Fernando Buesa Arena, que es de la Diputación de Álava. Cuenta como socios con los centros catalanes Enti y Euses, vinculados a la Universidad de Barcelona (UB).
En sus ya varios años de lentos avances para ponerse en marcha ha acumulado tantos informes positivos como negativos, tal y como consta en la documentación remitida al Parlamento como acompañamiento del proyecto de ley. En este último apartado de documentos desfavorables hay dos que son especialmente contundentes. El primero está fechado el 4 de abril de 2019 y es de la Agencia de Calidad del Sistema Universitario vasco. Su entonces directora era Eva Ferreira, actual rectora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).Su dictamen es “desfavorable”. El segundo es de la propia Universidad pública.
Unibasq estima que Euneiz acumula “debilidades” tales como “titulaciones sin aparente relación entre sí” y que “no representan una oferta completa en ninguna de las ramas en que se enmarcan”. A este organismo le surgen dudas sobre la calidad del programa investigador del nuevo centro, así como por el “insuficiente cumplimiento” de los requisitos de plantilla. Tampoco le queda claro “de qué instalaciones van a disponer”. Ante la dureza de este informe, el Departamento de Educación vasco solicitó un contrainforme al Ministerio de Ciencia, que consideró “completamente gratuitas” las aseveraciones de Unibasq, a quien afeó no basarse en “argumentos sólidos” para cuestionar la propuesta de Euneiz. Unibasq, en todo caso, ha emitido otro dictamen favorable más recientemente aunque ceñido a los aspectos formales de la ley.
La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) tiene también muchas dudas sobre Euneiz. Las tenía ya antes de que Ferreira fuese elegida como rectora, ya que el anterior equipo de Nekane Balluerka emitió un dictamen a principios de 2020 en el que acusaba abiertamente a los promotores de “duplicar” o incluso de “triplicar” ofertas académicas ya existentes en Euskadi sin que la demanda esté “justificada”. La institución tiene en Vitoria, por ejemplo, el IVEF (Instituto Vasco de Educación Física). “Resulta extremadamente arriesgado aceptar la viabilidad de una propuesta de nueva Universidad sin conocer el CV del capital humano académico que la va a formar […]. La capacidad de investigación y de docencia no se improvisan”, sostiene la Universidad pública. Y añade: “Debemos recordar que se está sopesando la posibilidad de implantar una universidad privada con ánimo de lucro en el País Vasco, lo que acarrea una enorme responsabilidad, máxime si tenemos en cuenta que las dos universidades privadas existentes hasta el momento [Deusto y Mondragon] son universidades sin ánimo de lucro que proporcionan un servicio a la sociedad vasca, al igual que lo hace su única universidad pública”. En Euskadi, en todo caso, opera también otro centro público, la UNED.
Lo que más escama a la Universidad pública es que “en el expediente consta también que cuenta con el respaldo institucional y social de la Diputación Foral de Álava y del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz”. En efecto, existe una valoración escrita muy positiva emitida por la Diputación y el propio Ramiro González ha defendido públicamente el proyecto de Querejeta. “Desconocemos en qué va a consistir concretamente el apoyo, pero preocupan especialmente a la UPV/EHU el apoyo directo por parte de las instituciones públicas a una entidad privada con ánimo de lucro […] existiendo una universidad pública”, concluye la UPV/EHU. Mondragon Unibertsitatea (MU) también cuestiona la irrupción de Euneiz y entiende que el marco universitario vasco ha de estar “armonizado” y ser complementario. El rector de Deusto, José María Guibert, es mucho más aséptico y en un breve documento ve positivo que se sume un nuevo agente al ecosistema vasco de enseñanzas superiores siempre que cumpla con los estándares de calidad.
El asunto llegó esta semana a la sesión de control al Gobierno del Parlamento Vasco. En respuesta a una pregunta del representante de Elkarrekin Podemos-IU Íñigo Martínez, el consejero del ramo, Jokin Bildarratz, indicó que la Administración se ha limitado a tramitar “conforme a la normativa vigente” una solicitud. Bildarratz pidió “rigor” en este tema y aseguró que el informe de Unibasq ha permitido “adoptar todas las medidas correctoras pertinentes” antes de dar luz verde definitiva al plan. “Gracias al informe de Unibasq, el preceptivo informe de la conferencia general de política universitaria es afirmativo”, zanjó.
“Es una pretendida universidad privada diseñada a capricho. Si esto falla, ¿quién va a asumir las consecuencias?”, preguntó Martínez. Elkarrekin Podemos-IU mencionó, además, que el ministro Manuel Castells ha planteado un nuevo decreto para regular la oferta formativa de los centros. “Si con las actuales condiciones, que son bastante laxas, no cumple los requisitos para ser una universidad, mucho menos los va a cumplir cuando se apruebe próximamente ese real-decreto”, auguró Martínez.
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