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Iñigo Iraultza, el 'nieto del Olentzero' que viajará al 'fin del mundo' para llevar mensajes de sus familias a aquellos que perdieron la vida por el coronavirus

Imagen del 'nieto del Olentzero' en su próxima aventura, un viaje a Finlandia

Maialen Ferreira

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Probablemente una de las consecuencias más negativas de la llegada de la COVID-19 al planeta es la que sufren los familiares de las personas que fallecen con el virus. La obligación del aislamiento para evitar contagios ha hecho que miles de personas mueran en soledad y ha dejado a sus familiares sin poder dedicarles unas últimas palabras de despedida. Para enmendar esto último, el ‘nieto del Olentzero’ va a viajar hasta el fin del mundo para entregar las cartas con aquellas palabras que quedaron por decirse.  

El ‘nieto del Olentzero’ es el protagonista del proyecto 'Olentzero Munduan, Arraun the World', un viaje documental por lugares remotos en el que entrega deseos en forma de vídeo-mensajes y regalos de personas residentes en Euskadi a sus familiares y amigos que viven en otras partes del mundo. Así, este Olentzero viajero ha repartido deseos en lugares como Mauritania, Marruecos, Centroamérica o Filipinas, haciendo sentir cerca a personas que por distintas circunstancias viven a kilómetros de distancia.  

El activista que da vida al ‘nieto del Olentzero’ se llama en realidad Iñigo Iraultza, que significa 'revolución' en euskera. Iñigo, cuenta a elDiario.es/Euskadi que se encontraba en Bilbao mostrando el documental de sus aventuras como Olentzero cuando los niños que estaban viéndolo le comentaron lo tristes que estaban porque a raíz del coronavirus este año Olentzero igual no podía llegar hasta sus casas a llevarles los regalos. “En ese momento, de manera improvisada, les dije a todos que escribieran una lista con regalos y una carta a quien quisieran, que yo haría lo posible para hacérsela llegar”, explica este activista. 

Lo que no se esperaba fue recibir la carta de Markel, de 7 años, cuyas palabras iban dirigidas a su abuelo que perdió la vida dos meses antes a causa de la COVID-19. “Cuando me lo dijo así me emocioné y me costó mantener la compostura delante del niño, pero se me ocurrió una idea. ¿Por qué no hacerle llegar esa carta a su abuelo? Y qué mejor lugar que Finlandia, el ‘fin’ del mundo”, sostiene. 

De esta manera, el pequeño Markel y su madre, que estaba viendo la escena junto a ellos, escribieron una carta al abuelo para poder despedirse de él. También lo hicieron otras personas que perdieron a algún familiar por la pandemia. Ahora, Iñigo tiene la difícil tarea de recorrer el mundo para poder entregar esos mensajes. Su intención es partir cuanto antes y grabar otro documental con la hazaña, pero a causa de las restricciones de movilidad por el estado de alarma lo ve más complicado de lo habitual. 

“No sé cuándo podré salir, normalmente viajo con mi equipo, pero esta vez tengo que hacerlo solo. Iré y lo grabaré todo yo mismo, pero creo que es algo que debo hacer, por todos ellos que no se han podido despedir de sus seres queridos. Esta es una forma simbólica de hacerlo”, expresa el ‘nieto del Olentzero’. 

Así, citando el poema del Bernardo Atxaga ‘Egun finlandiar luze bat’, ‘Un largo día finlandés’ en su traducción al castellano, Iñigo Iraultza explica a este diario el objetivo de su viaje y el simbolismo del mismo: “Todas las personas necesitamos un largo día finlandés para poder despedirnos de una manera plena de los que más queremos. Un largo día finlandés para poder plantar todo lo que sentimos en nuestro último pedazo de tierra”.

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