La coordinadora general de IU en Euskadi, Isabel Salud, nació en 1961 en un pueblo de Barcelona llamado Sant Climent de Llobregat cuya bandera es totalmente roja. Salvo por un ancla en vez de la hoz y el martillo, podría pasar perfectamente por una enseña comunista. En 1991, Salud obtuvo una plaza de funcionaria en Eibar y se instaló en tierras vascas con su militancia de izquierdas. En 2002 se convirtió en secretaria general del EPK-PCE (que aglutina también a la organización de Navarra por razones históricas) y desde 2012 lidera la marca vasca de IU. Asumió el cargo en un momento de crisis absoluta para la organización tras la escisión de Alternatiba, el sector de Oskar Matute que pasó integrarse en EH Bildu, y la ruptura con la época personalista de Javier Madrazo, que llegó a ser consejero de un Gobierno liderado por Juan José Ibarretxe y compuesto por PNV, EA y la propia IU, entonces conocida como Ezker Batua. Ese segundo cisma hizo que llegaran a enfrentarse en las urnas Izquierda Unida y Ezker Batua, dos marcas que significan exactamente lo mismo en castellano y en euskera (por eso ahora se traducen como Ezker Anitza, aunque no sea una fórmula equivalente). Aquello acarreó que la formación quedara totalmente fuera de las instituciones. Ahora IU participa en las instituciones en coalición con Podemos (tiene dos escaños en el Parlamento Vasco) y, en algunos casos como Vitoria, todavía con Equo. Niega Salud que estas siglas estén diluidas, niega también que Alternatiba tenga más peso que el partido del que salió y defiende la unidad de la izquierda, como propugna “Yolanda”, como se refiere a la vicepresidenta Díaz. Muy al contrario de lo que ocurría con Madrazo, IU ofrece ahora un discurso contundente contra el gobernante PNV, al que Salud pide “desalojar” y reclama colaboración a EH Bildu y al PSE-EE. Hace dos años, cuando sus socios de Podemos y Equo pactaron los presupuestos de Iñigo Urkullu, IU ya se desmarcó. “La izquierda es plural, no podemos pretender que sea uniforme”, explica Salud, que reivindica también el legado en Euskadi del PCE ahora que ha cumplido su centenario.
Acaba de ser reelegida este sábado como coordinadora general con un 87% de los apoyos. Tomó las riendas del partido en 2012 cuando estaban fuera de las instituciones y tras la ruptura con la antigua Ezker Batua de Javier Madrazo. ¿Cómo está ahora la salud de su formación?
Estamos mejor. La época donde se produjo la ruptura con el ‘madracismo’ fue una época de crisis. Nos quedamos fuera de las instituciones. Fue un momento de ruptura y tuvimos que remontar. Y, bueno, remontamos. Lo hicimos con paciencia, pero volvemos a estar en todos los niveles de las instituciones vascas. Tenemos presencia desde el Parlamento Vasco hasta los ayuntamientos. Hemos salido a escena de nuevo. Nos hemos reforzado. Hemos organizado nuestras asambleas locales y tenemos un espacio en la sociedad. Hacemos una valoración positiva del trayecto y del recorrido hasta ahora.
¿Cuántos afiliados tiene Izquierda Unida en Euskadi?
Creo que andaremos sobre 500, aproximadamente.
¿IU está diluida dentro de la coalición con Podemos?
No, no estamos diluidos. Lo que pasa es que los medios de comunicación, en general, hablan más de Podemos que de IU. La coalición se llama Elkarrekin Podemos-IU, ¿no? Sin embargo, muchas veces en los medios de comunicación no se menciona esa IU de Izquierda Unida. Hacia el exterior, como los medios de comunicación llegan a todas partes, parece que nuestra presencia es más desconocida. Pero, dentro de la alianza con Podemos, tenemos muy claro, muy muy claro, que somos dos fuerzas políticas. Tenemos un acuerdo en torno a un programa pero, cuando discrepamos, tanto Podemos como nosotros tenemos total libertad de votar diferente. De hecho, ya lo hemos hecho en alguna ocasión. Y lo hicimos desde la normalidad. No hubo ninguna bronca, pero sí un mensaje claro de que, desde la izquierda, somos plurales. Pasa en todos los ámbitos de nuestras vidas y tenemos claro que la discrepancia también es un valor en sí mismo, porque es el reflejo de que somos plurales. La izquierda es plural, no podemos pretender que sea uniforme.
¿Tendría IU en Euskadi espacio político propio en caso de concurrir en solitario a las elecciones?
Nosotras, en principio, no nos planteamos esa cuestión. Creo que la unidad hace la fuerza. En el espacio que ocupamos tanto Podemos como IU no caben más actores. Tenemos una ley electoral que castiga las divisiones. Esto nos penaliza. Nuestro objetivo es tener presencia en las instituciones. Es un altavoz poderoso y, por tanto, ése es uno de nuestros objetivos. Lo cierto es que tenemos voluntad de trabajar conjuntamente. No nos planteamos esa situación. Ya hemos vivido situaciones en las que nos hemos tenido que presentar como organización, pero no es lo que queremos. Vamos en busca de espacios unitarios y, de hecho, se está viendo ahora también en el ámbito del Estado. Yolanda está trabajando para ampliar también la coalición de Unidos Podemos y aquí tenemos una buena valoración de esa situación. Ojalá presentamos una plataforma amplia y que reúna a muchos actores como ella está pretendiendo. Ojalá lo hiciéramos así, porque la izquierda transformadora tendría más fuerza para aplicar nuestro programa.
¿Tendría en Euskadi alguna consecuencia práctica esa confluencia?
Puede que igual no tenga el reflejo que pueda tener en otros sitios como Valencia o Catalunya, donde hay otros actores.
¿Qué piensa al ver que una escisión de IU como fue Alternatiba tenga ahora más peso que la propia organización original dentro de EH Bildu?
No sé… No creo que Alternatiba tenga mucho más peso… Quizás tiene más visibilidad porque tienen a Oskar Matute como diputado. Pero IU tiene mucho más peso que antes. Le comentaba que tenemos representación en todos los niveles institucionales, o sea, en el Parlamento Vasco, en las Juntas Generales y en los ayuntamientos. Desde ese punto de vista, tenemos mucho más peso y más personas trabajando. Por lo tanto, no estoy muy de acuerdo con esa afirmación.
El Partido Comunista de España (PCE) acaba de cumplir 100 años. ¿Cuál ha sido su aportación a la historia de Euskadi en el último siglo?
Ha tenido una aportación fundamental. Como en el conjunto del Estado, participó en el paso de la dictadura a la democracia. Jugamos un papel fundamental y eso tenía también su reflejo en todos los lugares del Estado. El PCE tiene organización en todos los territorios. Y también quiero mencionar -porque en Euskadi es algo bastante desconocido- que el PCE fue el primer partido que en el año 1978 se manifestó públicamente por las calles contra del terrorismo. Siempre en el PCE hemos tenido claro que una cosa es la unidad popular y la lucha unida de un pueblo y que otra cosa es el terrorismo. En general, hemos aportado muchos cuadros, mucha gente destacada tanto en la Transición como ahora. La gente del PCE ha sido gente muy activa, gente pensante para la política actual.
EH Bildu se ha ofrecido en los últimos días a pactar los presupuestos con el Gobierno de Iñigo Urkullu. ¿Cómo ven este giro en la política vasca?
Estamos viendo que EH Bildu se está moviendo, también en el ámbito del Estado. Está en unas posiciones -digamos- pragmáticas. Lo que pasa es que una cosa es reforzar a un Gobierno progresista como es el del Estado -no tenemos total sintonía con el Partido Socialista pero este Gobierno aporta a la política española y al bienestar de los ciudadanos muchas mejores condiciones que si hubiera un Gobierno de la derecha y de la extrema derecha- y otra es apoyar los presupuestos de Urkullu. Primero porque el PNV ya lleva muchos años gobernando y, aunque solamente sea por eso, toca oxigenar un poco el ambiente. Creo que Urkullu y el PNV deberían ya pasar a la oposición. Y, en segundo lugar, porque las políticas que practica Urkullu son políticas de derechas que favorecen a las elites económicas. Solamente hay que analizar qué tipo de presión fiscal tenemos en Euskadi. El PNV es un partido de derechas y tenemos necesidad de cambiar las políticas en Euskadi. ¡No vamos bien con los datos de las encuestas de pobreza y desigualdad sociales! No hacemos un discurso catastrofista sino un discurso respaldado por datos. Hay que cambiar la política fiscal y hay que cambiar también las políticas sociales y económicas. Por lo tanto, el necesario es que trabajemos en un camino de alternativa al PNV. No sé a qué obedece este movimiento de EH Bildu, pero nosotras planteamos otro movimiento de progreso, un movimiento de izquierdas donde se incluya a EH Bildu, al PSE-EE y en el que estemos nosotras. Eso sí sería un movimiento estratégico de cambio. Un cambio más radical y de orientación política.
Los socialistas tienen acuerdos con el PNV en casi todas las instituciones. ¿Con Eneko Andueza al frente del PSE-EE esto es factible?
No lo sabemos. Se acaba de estrenar. Parece que en los medios de comunicación se apunta a que se podría esperar otro camino, pero es una incógnita. Nos reuniremos, por supuesto, y les reemplazaremos de nuevo. Lo veremos muy pronto.
Cuando dice que hay que “oxigenar” las instituciones después de tantos años con el PNV al frente, ¿a qué se está refiriendo?
Euskadi necesita un cambio. Lo que le decía antes: simplemente es una necesidad la de desalojar del Gobierno al PNV. Lleva muchos años gobernando y, bueno, esto al final te acomoda. Y se puede estar gobernando muchos años si hay una política al servicio de la mayoría social, pero en este caso no la hay. No hay una política al servicio de la mayoría social.