Dos históricos del socialismo vasco, español y europeo, Joaquín Almunia y Ramón Jáuregui, han pedido este miércoles en Bilbao un voto masivo en las elecciones europeas y un voto socialista. “Nos jugamos mucho” el 9J, dicen. Ambos han cerrado filas entorno a la candidatura del PSOE que encabeza Teresa Ribera y en la que la exvicelehendakari Idoia Mendia figura en la décima posición. Cree que es la mejor alternativa para construir la Europa que se necesita para abordar los retos del presente y sobre todo del futuro. “Me da mucho gusto participar en un acto del partido y ayudar, como me corresponde como militante, a intentar conseguir el mejor resultado”, ha dicho Jáuregui. “Encantado de estar en mi ciudad y con mi candidata al Parlamento Europeo”, ha agregado Almunia, que ha hecho hincapié en sus ganas de colaborar para que se entienda la importancia de estas elecciones aunque, según ha bromeado, ellos ya “forman parte del paisaje ya” por su edad, 75 años en ambos casos.
Almunia fue secretario general del PSOE, ministro de Trabajo y de Administraciones Públicas en Gobiernos de Felipe González, además de vicepresidente de la Comisión Europea, y comisario europeo de Competencia y de Economía. Ramón Jaúregui fue delegado del Gobierno de Felipe González en Euskadi, vicelehendakari del Gobierno vasco, ministro de la Presidencia con José Luis Rodríguez Zapatero y, además, eurodiputado. Es decir, son dos pesos pesados dentro del PSOE, alejados ahora de la política activa, haciendo campaña por el PSOE actual. No debería ser un hecho noticioso en sí mismo si no fuera porque es más fácil encontrar a excargos socialistas de la época de González, incluido el expresidente, criticando la deriva del partido de manos de Pedro Sánchez que sumándose a los actos de campaña.
El acto que ha reunido estos dos históricos del PSOE entorno a la candidata vasca a las elecciones europeas ha sido la presentación de una revista Grand Place, que edita la Fundación Mario Onaindia, y cuyo último número se ha dedicado íntegramente a Europa y los retos a los que se enfrenta. En ella figuran firmas como las del propio Almunia y Jáuregui, junto a las de Josep Borrell, Juan Fernando López Aguilar o Enrico Letta o Claudio Aranzadi entre otros. Tanto Joaquín Almunia como Ramón Jáuregui han hecho hincapié en la importancia de estas elecciones y del sentido del voto porque el mundo “está cambiando” y es necesario conseguir una Europa fuerte, unida “y que sea capaz de tomar decisiones conjuntas” para abordar los retos mundiales que se plantean, algo que sólo será posible, de entrada, si se consigue frenar en las urnas el avance de la ultraderecha para caminar hacia “un federalismo europeo”.
La propia candidata socialista, Mendia, ha recordado que el PP deja “la puerta abierta a la ultraderecha” porque quiere volver al pasado. “Pero Europa no se puede permitir no seguir avanzando”, ha defendido. “Lo contrario sería retroceder y perder”. En este sentido, ha recordado que lo que se debate este 9J, es “si Europa puede avanzar o si las derechas extremas irán acompañadas de los conservadores tradicionales”.
Y, ¿qué es necesario para que Europa avance y sea un actor importante en orden mundial? “Más Europa”, dicen Almunia y Jáuregui, entendido esto como una mayor integración y decisiones y estrategias comunes en diversos ámbitos desde el el fiscal o financiero, al comercio o a la defensa, una cuestión que está adquiriendo cada vez más importancia desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Y una Europa que sea capaz de tomar decisiones, para lo que es necesario buscar caminos alternativos a la “unanimidad” que se impone ahora en el momento de trazar estrategias conjuntas.
Jáuregui parte de la base de que tras la pandemia y el inicio de la Guerra de Ucrania “el mundo ha cambiado mucho y ha cambiado a peor”. “Es un mundo profundamente hostil a la idea europea”, dice . “Europa tenía un papel en el mundo pero ha cambiado el tablero geopolítico y Europa necesita posicionarse”, abunda. En primer lugar, cree que Europa debe enfrentarse “al reto de la Defensa”. “La idea de la guerra había desaparecido de la cultura europea, pero está ahí. No es porque vayamos a hacer la guerra mañana, pero hay riesgo de que Europa no sea capaz de defenderse”, aunque “Europa es un proceso de paz”, dice. Y recuerda el peligro de Rusia y del resultado que tengan las elecciones americanas, porque si gana Trump se dejará de tener el sostén de Estados Unidos. “Nos enfrentamos a la necesidad de construir un sistema defensivo propio”, y lo que ahora no hay ni ejército propio ni armonización armamentística ni planificación estratégica unitaria.
También cree Jáuregui que Europa tiene que buscar tener una “capacidad de influencia” en el tablero mundial, con una política exterior fuerte y unitaria. “De igual forma que es necesaria la seguridad defensiva es necesaria la seguridad económica. Nos hemos dado cuenta con la pandemia de que todas las cadenas de provisionamiento, de tu propio funcionamiento económico, inclusive el alimentario o el farmacéutico y otros muchos, dependen de países que ya no son amigos, que dependen de otros líderes regionales” o de unas canales de comunicación que de pronto, “te dejan bloqueado”. Otro de los retos es en su opinión el tecnológico. “Hemos perdido terreno. Hay materias que van a definir el siglo XXI, que van a definir el mundo” desde el punto de vista tecnológico “en las que Europa no está”. “Esto nos obliga a tener que reformular todo nuestro mercado interior y hacer un gran esfuerzo de competitividad para que Europa no sea un parque temático, sino que sea capaz de producir y vender en el mundo”,.Y para hacer frente a todos estos retos hace falta “un sistema financiero, un marco de financiación público y privado que pueda soportar todos estos gastos y no lo tenemos”. “El reto es que todo esto que hay que hacer hay que hacerlo juntos. Y sólo un proyecto de federalista es capaz de hacerlo. Sólo el federalismo europeo da solución a esto”, ha señalado Jáuregui.
Por su parte, Almunia ha destacado también que estos cambios en el mundo hacen necesaria una integración europea “más que nunca” y ha defendido la necesidad de que se busquen alternativas a la “unanimidad” entre los 27 que ahora es necesaria para tomar cualquier decisión en materias de política exterior o financiera y de impuestos, donde urgen los cambios. “Lo que salga de las urnas el 9J, el nuevo Parlamento Europeo, es el lo que va marcar cómo será las reglas de juego de futuro”, ha señalado Almunia. “No puede ser que baste que un país como por ejemplo Malta se oponga para que no se puedan tomar decisiones sobre la existencia de paraísos fiscales o de de los miles de millones de euros que perdemos como consecuencia de la capacidad de eludir el pago de impuestos por parte de empresas transnacionales o multinacionales”, ha recordado. “Las nuevas reglas nos tienen que servir para tomar las decisiones que nos convienen a los europeos”. Además, ha abogado por unir fuerzas para conseguir “buenas reglas comerciales, buenas reglas de inversión y buenos instrumentos para protegernos de las actuaciones desleales de otros países como China y Estados Unidos”. También ha recordado que Europa se enfrenta a que muchos de los países que la conforman tienen ya en sus gobiernos a la extrema derecha, y que este “virus” hay que pararlo también en las urnas europeas para conseguir que el juego de mayorías se incline a favor del progreso.