La juventud vasca aprueba con un 5,3 sobre 10 la gestión de la Unión Europea durante la pandemia de la COVID-19, pero le suspende en cuanto a la lucha contra el cambio climático, con un 4,4, en su participación en la guerra de Ucrania, con otro 4,4, en desempleo juvenil, con un 3,9 y en la crisis de las personas refugiadas -no ucranianas- a la que puntúan con un 3. La mayoría de ellos, un 72,3%, están de acuerdo con otorgar el estatuto de persona refugiada a las personas que huyen de Ucrania hacia la Unión Europea, sin embargo, critican que no se haya dado el mismo trato a personas de otros orígenes. Un 67,4% coinciden en que se deben imponer sanciones económicas y financieras a Rusia y un 59,4% opinan que es correcta la medida de cerrar el espacio aéreo europeo a las aerolíneas rusas. Por el lado contrario, tan solo un 31% de los jóvenes vascos están de acuerdo con la Unión Europea a la hora de financiar la compra y entrega de armas a Ucrania.
Estos son algunos de los resultados del informe 'La Unión Europea. Estudio de opinión de la juventud de Euskadi en 2022' del Observatorio Vasco de la Juventud presentado este lunes por los investigadores Miren Bilbao y Oskar Longo durante el evento con motivo del Día de Europa, 'UEngage. Tiempos para involucrarse' y que se publicará en las próximas semanas. Para elaborarlo, se ha encuestado a 4.046 personas de entre 15 y 30 años residentes en Euskadi a las que se les ha preguntado cuestiones como si sienten apego por la Unión Europea, si entienden realmente sus funciones o si se alegrarían si ésta despareciera.
Los resultados apuntan que un 3% de los jóvenes encuestados se alegrarían de que la Unión Europea desapareciese. Un 59% muestran interés por las cuestiones que ocurren en Europa. Sin embargo, tan sólo una de cada tres personas entiende cómo funciona realmente la Unión Europea. “Cuando surgió la Unión Europea y el euro, mucha gente desde Euskadi tenía miedo a que se perdiera la identidad cultural vasca o el euskera, pero ya no se percibe ese miedo y eso se refleja en la encuesta”, señalan los investigadores.
“Hay dos niveles: al preguntar qué significa la Unión Europea, para ellos, sobre todo significa la libertad para viajar, el euro y factores culturales relacionadas con esos ámbitos, sin embargo, el desconocimiento es más sobre el entramado institucional, el funcionamiento y las estructuras. Hay un europeísmo cultural bien arraigado, pero hay susceptibilidades hacia la Europa de Bruselas”, explica a este periódico Oskar Longo.
Los investigadores coinciden en que para los jóvenes de Euskadi “la UE en su totalidad no suspende”, pero sí lo hacen “distintas gestiones” que lleva a cabo. “La pandemia, con toda la gestión sobre las medidas y la vacuna, al final, saca un cinco, pero luego hay otras cuestiones como lo de los refugiados de Siria, por ejemplo, que es muy llamativa si se compara con la gestión de refugiados de Ucrania. En Siria hubo un goteo mínimo de personas hacia el resto de Europa, sin embargo, las instituciones se han volcado más con las personas refugiadas de Ucrania, y eso es un hecho. La gente joven valora muy bien la gestión de refugiados ucranianos, pero ven lo que ocurrió con los sirios y lo que sigue ocurriendo en el Mediterráneo y no les parece bien. La juventud vasca está bastante abierta a la inmigración, pero luego ven las políticas europeas de contención y se dan cuenta de que lo que se critica de Trump se está realizando también en Europa”, detalla Miren Bilbao.
A lo largo de la jornada, que ha tenido lugar en Azkuna Zentroa, en Bilbao, han participado algunos expertos en la materia como el director de Asuntos Europeos del Gobierno vasco, Mikel Anton, Sergiou Despo, del área de Juventud de la Comisión Europea, Rafa López-Arostegi, asesor de Políticas Sociales del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas sociales del Gobierno vasco, María Rodríguez, del Foro Europeo de la Juventud, Juanjo Gómez, de la asociación de personas mayores 'Helduak adi!', así como Mariano Sánchez, de la Universidad de Granada, la presidenta del Consejo de la Juventud de Euskadi, Maialen Olabe y la directora de Juventud del Gobierno vasco, Agurtzane Llano, encargadas de cerrar el evento.
Ser escuchados “sin condescendencia”
Sergiou Despo, del área de Juventud de la Comisión Europea, ha explicado que con la pandemia los jóvenes han demostrado “resiliencia y lo pueden seguir haciendo en otras cuestiones”, pero, para ello, se debe “fomentar el diálogo intergeneracional y facilitar que participen en la construcción de la Unión Europea”. María Rodríguez, del Foro Europeo de la Juventud y la única joven entre las ponentes, ha destacado la importancia de contar con una formación para fomentar esa participación y que, cuando los jóvenes participen, sean escuchados sin “condescendencia”. “Los espacios de participación deben darse en términos de igualdad y, que en el momento en el que participamos, los diálogos institucionales no se reduzcan a las típicas condescendencias que en muchas ocasiones percibimos las personas jóvenes. Se nos oye, pero no existe realmente una intención de tomarse en serio lo que estamos contando y lo que decimos no tiene una respuesta institucional. Hay espacios que se crean por pura imagen, no pasan de la foto y después no se crean políticas públicas con las demandas que realizamos. Que nuestras ideas tengan trascendencia es fundamental”, ha criticado Rodríguez.
A modo de respuesta, el asesor de Políticas Sociales del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas sociales del Gobierno vasco, Rafa López-Arostegi, ha destacado “la escucha activa” tanto de jóvenes como de mayores, para la “transformación de políticas públicas”. “Me parece que ni jóvenes ni mayores aceptáis ya la discriminación, por ello se deben generar espacios en los que participéis y que lo que se aporte se traduzca en iniciativas concretas y proyectos en los que os impliquéis. Desde mi implicación personal, en colaboración con otros, quiero tener impacto en las políticas y generar transformación estructural. No estoy dispuesto a sentarme en una mesa en la que únicamente se os escucha, nos hacemos una foto y ya está”, ha concluido López-Arostegi.