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Los jóvenes vascos, cada vez más alejados del feminismo por sentirse “señalados”, “desprotegidos” y “víctimas”

Jóvenes en el campus de Bizkaia de la UPV/EHU

Maialen Ferreira

Bilbao —
1 de octubre de 2024 21:46 h

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En los últimos años entre los jóvenes vascos se constata un cierto alejamiento con respecto al feminismo debido a que se sienten “señalados” por el movimiento. Consideran que se están llevando “demasiado lejos” algunas reivindicaciones y que el discurso feminista “culpabiliza a todos los hombres y atenta contra su presunción de inocencia”, lo que les desconcierta y les genera sensación de “desprotección”. Este argumento está especialmente extendido entre los hombres jóvenes, pero también es compartido por algunas mujeres de esa edad. Esta es una de las conclusiones del informe 'Actitudes machistas entre la población adolescente y joven de Euskadi' presentado este martes en el Parlamento Vasco por el equipo del Ararteko, encabezado por el responsable de esta institución, Manuel Lezertua.

Según el estudio, los espacios virtuales en Internet que propugnan mensajes abiertamente sexistas y misóginos -conocido como la 'manosfera'- contribuyen a la desacreditación del movimiento feminista. “En términos generales, la juventud muestra un posicionamiento más cercano al feminismo que el del conjunto de la población, si bien las mujeres jóvenes se muestran mucho más contundentes a la hora de definirse como feministas que los hombres. En 2020 algo más de la mitad de las mujeres jóvenes de Euskadi se consideran muy feminista (53,2%), mientras que el porcentaje de hombres jóvenes que se siente así se sitúa en el 32,1%. No obstante, el concepto de feminismo no es tan cercano ni está tan aceptado como el de la igualdad, especialmente entre los hombres jóvenes”, recoge el documento.

En cuanto a la violencia machista, el 74% de las vascas de entre 14 y 29 años considera que se trata de un problema social de primera magnitud, mientras que en el caso de los chicos de esa misma franja de edad, apenas un 50% lo consideran como tal. Por ello, el Ararteko alerta de que “no a todas las formas de violencia contra las mujeres se les atribuye la misma importancia y algunas de ellas se trivializan”. “Es preocupante que algunas personas jóvenes manifiesten que es algo que ha ocurrido siempre; que en determinados contextos es 'inevitable'”, destaca el informe que añade que “se siguen advirtiendo importantes dificultades para detectar algunas expresiones de esta violencia, dificultades que son más acusadas entre quienes están en la adolescencia”.

El documento indica que para los jóvenes es difícil detectar la violencia machista “en el ámbito de la violencia sexual, violencia de control o a la que se ejerce a través de Internet”. “El intenso uso que hacen las personas jóvenes de las redes sociales y de Internet les hace especialmente vulnerables a esta forma de violencia”, recoge. Además, algunos hombres jóvenes creen que los hombres “están desprotegidos frente a la violencia que se ejerce contra ellos” (en 2022 el 52,2% de los jóvenes españoles así lo afirma) y frente a “denuncias falsas” (el 47,2%), lo que refuerza un imaginario colectivo en el que “los hombres se presentan como víctimas”.

En cuanto a la percepción de discriminación sexista, en general, la población joven entiende que las situaciones de sexismo que se dan tienen más que ver con “comportamientos de generaciones anteriores que con los suyos” y la idea de que la “situación ha mejorado” se explicita en sus discursos. Esto tiene un lado negativo según el Ararteko, puesto que “dificulta la toma de conciencia sobre el carácter estructural de esta forma de discriminación”. “No obstante, al menos a nivel de discurso, las mujeres jóvenes parecen desmarcarse de los hombres, son más conscientes y muestran un mayor rechazo hacia las diferentes situaciones de discriminación sexista que ellos”, señala el informe.

El informe constata que entre los jóvenes se reproducen buena parte de los estereotipos y los roles de género que existen entre la población de otras franjas de edad. De esa forma, el 50% de los chicos piensa que las chicas son más capaces de dar cariño, mientras que en el reparto de las tareas de hogar, se constata que las chicas dedican 60 minutos más de media al día a estas labores que los chicos. Esta diferencia, además, se acrecienta a partir del momento de la maternidad, “entendiéndose que la mujer es la que tiene que llevar a cabo las tareas de cuidado”, según apunta el Ararteko.

Pedagogía y mensajes positivos para que los jóvenes entiendan el feminismo

El documento finaliza con una serie de pautas de actuación recomendadas a las administraciones vascas para promover la igualdad entre la infancia, adolescencia y juventud. La primera de ellas es “resignificar el valor del feminismo como teoría que libera y beneficia a mujeres y hombres, y explicar la igualdad por razón de sexo como objetivo común para mujeres y hombres”. “Es destacable el posicionamiento tan dispar de la población joven hacia el feminismo y hacia la igualdad de mujeres y hombres. Mientras que el valor de la igualdad cuenta con una amplia aceptación entre esa generación, el feminismo no ha conseguido conectar con una buena parte de la juventud, especialmente con los hombres jóvenes. Es habitual que asocien el movimiento feminista con consignas y mensajes que consideran excesivamente radicales (lo que denominan ”feminismo extremo“ o ”feminismo radical“) y que generan cierta incomodidad y/o malestar entre muchos hombres jóvenes y también entre algunas mujeres jóvenes. Por ello, se observa una necesidad de acercar el feminismo a la juventud a través de mensajes más pedagógicos que expliquen realmente qué es el feminismo y cuál es su lucha, al tiempo que contrarresten los mensajes de desacreditación que han ido proliferando”, sostiene el Ararteko.

Según aclara “podría ser útil que los mensajes se plantearan en clave positiva e invitaran a un mayor alineamiento y a tejer alianzas entre chicas y chicos jóvenes, poniendo el acento en presentar el feminismo como movimiento político que reivindica la igualdad de mujeres y hombres como valor social fundamental que beneficia a toda la sociedad”. Para ello, el Ararteko insiste en promover la igualdad entre los jóvenes fuera de los espacios de la educación reglada. “Los espacios de ocio en general, y en especial el deporte, pueden ser ámbitos clave para la juventud, pues quedan fuera de la educación reglada y permiten un contexto de trabajo en el que existe una mayor frescura en las relaciones. Son ámbitos en los que se aprecian de manera muy marcada las brechas de igualdad entre chicas y chicos, las expectativas sociales desiguales y el reconocimiento desigual de unas y otros, pero al mismo tiempo ofrecen una oportunidad de avanzar en el aprendizaje de la igualdad de una manera más sólida y consistente, en la medida en que dicho aprendizaje pueda vivirse, no como una imposición externa y teórica de la educación reglada, sino como una experiencia real y práctica que puede llegar a interiorizarse como propia”, indica.

“La pedagogía de la igualdad debe ser innovadora en medios, divertir y atraer a la gente joven, y debe adaptar los mensajes al público al que se dirigen, intercambiando las reflexiones mediante una interlocución constante con las personas destinatarias y no imponiendo ideas o teorías que puedan ser percibidas como una suerte de adoctrinamiento. Se trata de evitar el rechazo que puede producir la reiteración de teorías expuestas unilateralmente (más habituales en la educación reglada) y optar por modelos orientados a la discusión, la escucha y el intercambio de experiencias (más viables en espacios de ocio o tiempo libre)”, concluye.

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