De las 25 ciudades más pobladas de España solamente hay dos cuyos alcaldes siempre han sido del mismo partido desde la restauración de la democracia, L'Hospitalet de Llobregat, del PSC, y Bilbao, del PNV. Nada apunta a que en la ciudad vasca más poblada vaya a haber una sorpresa en estas elecciones municipales. De hecho, la gran duda es si el actual alcalde y candidato a la reelección, Juan María Aburto (Bilbao, 1961), ganará con mayoría simple o con mayoría absoluta. Aburto, que encara ya su tercera legislatura y que se empieza a acercar a los registros del alcalde de Bilbao por excelencia, Iñaki Azkuna, que estuvo quince años en el poder, es el candidato más conocido con diferencia y cumple los cánones del bilbaíno de pro. Hace unos días, en plena campaña, recibió la insignia de oro por llevar medio siglo como socio del Athletic Club y en julio cortará la cinta de la salida de la carrera ciclista más importante del mundo, el Tour de Francia.
“Juan Mari lo tiene todo. Tiene la aptitud y la actitud necesarias para ser un gran alcalde. Ya lo ha demostrado. Es una persona con mucho conocimiento y experiencia para dar las respuestas más adecuadas a los retos de su querido Bilbao. Y, por otro lado, además de ser un trabajador incansable, es muy buena persona. De forma natural le nace una actitud empática con la gente. Se preocupa o alegra, según el caso, por lo suyo y por lo de los demás. Incluso se muestra así cuando se trata de logros o preocupaciones de las otras capitales vascas. Tiene un gran sentido de país”, dice de él el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, compañero de partido y que dejará el cargo ya que no opta a la reelección.
Juan Mari lo tiene todo. Tiene la aptitud y la actitud necesarias para ser un gran alcalde. Ya lo ha demostrado.
Nacido en 1961, casado y con dos hijos, dejó su cargo de consejero en el primer Gobierno de Iñigo Urkullu para ser alcalde. Era responsables de áreas como Empleo, Vivienda y Políticas Sociales y tuvo que afrontar las denuncias de fraude asociado a los extranjeros llegadas en aquella época desde el PP de Javier Maroto. Antes estuvo en la Diputación de Bizkaia y mucho antes también en la Administración autonómica pero en el área de Seguridad, con Juan María Atutxa. Imanol Zuluaga estaba en su equipo de Comunicación en Lakua hasta 2015. “La receta de un buen liderazgo se compone de capacidad, de experiencia, de dedicación y de vocación. Y Juan Mari tiene de todos esos ingredientes en cantidad”, asegura. “Su vocación por Bilbao es absoluta. Por eso Juan Mari es el mejor alcalde posible”, resume. Zuluaga está ahora en el equipo de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que fue fichada para la Diputación, para el Gobierno vasco y para el Ayuntamiento de Bilbao por Aburto, también ha grabado un vídeo para apoyar su candidatura, al igual que la también consejera Olatz Garamendi o incluso Ibon Areso, el escudero de Azkuna que fue alcalde incidental durante unos meses tras su fallecimiento en el cargo y hasta la llegada de Aburto y que hora roza los 80 años.
Su vocación por Bilbao es absoluta. Por eso Juan Mari es el mejor alcalde posible
El paralelismo entre Azkuna y Aburto empieza a ser inevitable. Más si cabe cuando ha retomado lo que el difunto regidor vino en llamar “guerra al navajero”, aunque ahora reformulada como “palo al delincuente”. Aunque en las entrevistas ha afirmado que Bilbao es una ciudad segura y que lo es más que en el entorno, las discusiones sobre la inseguridad y el aumento de la criminalidad son recurrentes. Formaciones como PP o Vox exprimen esos argumentos en Bilbao, pero su espacio político es muy reducido. “Que nadie tenga duda, Policía preventiva y coercitiva; contundencia, palo al delincuente, que se sepa que en Bilbao te detienen y te condenan”, ha clamado en estos días el candidato del PNV, que plantea igualmente reeditar el pacto por la seguridad y seguir reforzando la Policía local.
Un antiguo concejal de la oposición, que prefiere el anonimato, asegura que Aburto no es Azkuna y que el suyo es un “tirón de la marca” del partido y no un tirón “personal” como en el caso de su predecesor. “Mientras Azkuna era un hombre expansivo, con un talento arrollador, Aburto es una persona más comedida. Tengo la sensación de que es más conservadora en el sentido de que no arriesga en política. Segundas partes nunca fueron buenas: Azkuna solamente había uno”, indica. Pero este PNV ha contenido a EH Bildu como no ocurre en Vitoria, Donostia o Pamplona.
Que nadie tenga duda, Policía preventiva y coercitiva; contundencia, palo al delincuente, que se sepa que en Bilbao te detienen y te condenan
Bilbao encara la nueva legislatura con el reciente 25 aniversario del Guggenheim, convertido en icono de la nueva ciudad moderna, internacional y abierta que ha dejado atrás el sambenito de una urbe gris e industrial. Esa nueva Bilbao sale en series de Netflix como 'Intimidad' o ahora en 'El silencio'. Los siguientes hitos parece el derribo del viaducto de Rekalde y la gran transformación que traerá el soterramiento del ferrocarril para la llegada del AVE a la estación de Abando-Indalecio Prieto. Buena parte del proyecto que emerja de ahí condicionará las políticas de vivienda, no tan tensionadas como en Donostia pero igualmente urgentes. Alquilar en Indautxu, por ejemplo, implica un desembolso de 1.000 euros.
Aburto ha gobernado en coalición con el PSE-EE en los últimos años. Las políticas de movilidad han generado algunas tensiones, pero nunca excesivas. Los socialistas están encabezados por Nora Abete, que releva a Alfonso Gil. Bilbao no tiene zona de bajas emisiones pero se adelantó al decretar desde las áreas socialistas todo el casco urbano como zona 30. Ahora, el alcalde y candidato del PNV repite en las entrevistas que quiere huir del binomio “Gobierno-oposición” para pensar por otro modelo de “Gobierno-colaboración”, haya o no haya mayoría absoluta. Una gran lona con el rostro de Aburto cubre Sabin Etxea, la sede central del PNV. Con él aparece Elixabete Etxanobe, la nueva candidata a diputada general de Bizkaia. El arrastre de Aburto en Bilbao será determinante para que ella también gane con holgura.