El juicio por el doble crimen machista de Vitoria en 2018 arranca con el acusado culpando a las víctimas
El acusado de matar a puñaladas a su exmujer y a su exsuegra en Vitoria ha afirmado que el día de los asesinatos llevaba un cuchillo “para hacerse daño”, pero que cuando llegó al domicilio de su expareja y tras discutir con ambas mujeres se le “fue un poco la olla”. “Pasó lo que no tenía que haber pasado”, ha declarado.
La Audiencia Provincial de Álava ha iniciado este lunes el juicio con jurado contra el acusado, para el que la Fiscalía pide 50 años de cárcel como autor de dos delitos de asesinato con alevosía, con los agravantes de parentesco y razones de género, y reclama que se le quite la patria potestad sobre los dos hijos que tuvo con su exmujer y los indemnice a ellos y a los familiares directos de las víctimas con 1.220.000 euros. La acusación particular, por su parte, solicita 55 años de cárcel para el acusado y la Asociación Clara Campoamor, personada como acusación popular, 60 años de prisión, informa Europa Press.
En su declaración -los acusados tienen derecho a mentir y, de hecho, el procesado sólo ha querido contestar a las preguntas de su abogado-, este varón ha asegurado que “jamás” tuvo intención de matar a su exmujer y exsuegra. Según ha indicado, cuando el día del suceso se acercó a la casa de su exmujer, quería recoger unos documentos. Tras confirmar que llevaba consigo un cuchillo, ha indicado que solía utilizarlo para comer en el trabajo y que “pensaba hacerse daño”. Ha señalado que al llegar a la puerta de la vivienda se encontró con las dos mujeres, con las que discutió y ha asegurado incluso que ambas le empujaron.
Según ha confirmado, las persiguió por las escaleras al piso inferior donde “pasó lo que no tenía que haber pasado”. “Se me fue un poco la olla y saqué el cuchillo”, ha afirmado, antes de asegurar que ambas se defendieron y que no recordaba el número de puñaladas que asestó a ambas mujeres. El acusado ha subrayado que no estaba de acuerdo con los términos económicos de la separación porque pensaba que los 750 euros al mes que pagaba por la manutención de los dos hijos a su exmujer era elevada. “Otras separaciones estaban pagando muchísimo menos”, ha dicho.
Asimismo, ha destacado que en el momento en el que ocurrieron los hechos se encontraba de baja por depresión, que el 5 de marzo tuvo una crisis de ansiedad en su trabajo por la que fue ingresado en un hospital durante diez días y el 14 de marzo renunció a las visitas a sus hijos porque no se consideraba “apto” para cuidarlos, porque le preocupaban sus “ideas suicidas”. En este sentido, ha explicado, el 21 de marzo, el día del cumpleaños de su exmujer, intentó tirarse de un puente, pero “no tuvo valor” y fue ingresado en un hospital.
A preguntas de su abogado, el procesado ha rechazado que mantuviera una actitud sexista en su relación de pareja, afirmando que “hacía todo y más”. “Yo planchaba, ponía la lavadora, cuidada a los niños. Cualquier cosa que había que hacer por ellos, lo hacía”, ha aseverado. También ha reconocido que “sospechaba” que su exmujer tenía una relación con otra persona, porque “por casualidad” la vio salir de un coche.
En la misma sesión de este lunes han declarado varios familiares de las víctimas. El hermano e hijo de las víctimas, y actualmente tutor de los hijos del matrimonio, que ha manifestado que el acusado es una persona “irresponsable, envidiosa, egoísta, e inmaduro” que era “un obstáculo para ella y los niños”. “Seguía con él por compasión y por los niños para que no sufrieran una separación”, ha destacado.
También ha señalado que la relación del procesado con su madre al principio era buena, pero posteriormente se enfadó con ella porque apoyó a su hermana en su decisión de separarse. “Una vez llegó a verbalizar que a mi hermana mayor no le vendría mal que su madre se muriera”, ha señalado.
Asimismo, ha contado que su hermana le trasladó su preocupación por la actitud que mantenía hacia los niños y le detalló que en una ocasión, cuando viajaban ella con sus hijos, él puso el coche a 200 km/h “como diciendo: soy capaz de acabar con todos”. Además, ha sostenido que hacía sentir inferiores a sus dos hijos y ha narrado una situación en la que agredió a su hijo al que “tenía envidia”.
El hermano de la víctima ha asegurado que nunca vio a su hermana o a su madre agredir al acusado y ha destacado que se encuentra en tratamiento psicológico y psiquiátrico. “Nos ha destrozado la vida a todos”, ha lamentado. La hermana de la víctima, por su parte, ha subrayado que el acusado era un persona dependiente de su hermana, “un lastre”. “Era mal padre, mal esposo, mal cuñado, mal yerno y hasta mal amante. Ella había cogido asco a estar con él, hasta a su colonia. No soportaba estar con él. Todos éramos malos para él”, ha declarado.
Además, ha señalado que al ver que la situación del matrimonio “no era sostenible”, su madre apoyó a su hermana cuando decidió separarse y ha resaltado que su hermana “intentó por todos los medios que la separación fuera buena”. “Ella tenía miedo por los niños, tanto por venganza hacia a ella, como por distracción”, ha subrayado antes de contestar a la jueza que le gustaría que al acusado “le caiga la pena íntegra”, ya que “se quedó con ganas de continuar, iba a venir a por mí”.
El padre y marido de las víctimas también ha declarado este lunes y ha dicho que no tenía miedo de lo que podría hacer el acusado a su hija, pero la acompañaba cuando el procesado le entregaba a los hijos “por precaución con los niños”. “Me escondía y vigilaba hasta que los niños se montaban en el coche con su madre”, ha explicado. También ha confirmado que tanto él como su mujer en varias ocasiones aconsejaron a su hija que “aguantara” en la relación “por los niños”, pero la última vez la apoyaron en su decisión de separarse, lo que hizo que el acusado “se lo tomara mal”. “Mari Jose lo que quería era que la dejara en paz”, ha subrayado.
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