La Justicia revisa veinte años después el saqueo de Piterman en el Deportivo Alavés, cifrado en 3,2 millones de euros
Arranca en Vitoria un juicio con futbolistas, entrenadores, periodistas y hasta un condenado por corrupción como testigos, aunque todo apunta a que el empresario, ya condenado en Santander y en Vitoria, no aparecerá y dejará solo a su mano derecha, Pepe Nereo
El Deportivo Alavés, un club con uniforme albiazul, purga desde este lunes en los tribunales su pasado más negro. La Audiencia Provincial de Álava celebra durante toda esta semana el juicio definitivo contra Dmitry Piterman (Odesa, Ucrania, 1963) y su mano derecha, Pepe Nereo, por el desfalco del club en el trienio 2004/2007. La Fiscalía pide para ellos una pena de prisión de siete años de cumplimiento íntegro por apropiación indebida y tres delitos de falsedad contable, así como una multa de 15.000 euros y una indemnización al club en la cantidad que se determine aunque la estimación inicial de la fiscal, Cristina Vicente Briansó, habla de un “perjuicio económico grave” de 3,16 millones de euros. Los actuales gestores del equipo, integrado tras aquella gran crisis el grupo del Baskonia de Josean Querejeta, elevan a nueve años y medio las condenas de cárcel solicitadas. De la importancia del juicio da idea que será la primera vez que se abra la sala de prensa del Palacio de Justicia de Vitoria desde el macroproceso por corrupción del 'caso De Miguel', hace ya seis años.
Nadie espera que aparezca en Vitoria Piterman. Ahora, aparentemente, reside en California. Tiene doble nacionalidad, ucraniana y estadounidense. Su última aparición pública fue en un documental para Movistar Plus emitido hace un par de años. Su abogado, Tomás Franco Rodríguez, ha solicitado en los últimos días al tribunal, compuesto por los magistrados Elena Cabero, Jesús Poncela y Francisco Javier García Romo, un aplazamiento “argumentando razones médicos”, según fuentes oficiales. Pero la sala ha desestimado la petición, aunque podría volver a ser alegada en las cuestiones previas propias del arranque de todos los juicios. Antes se pidió sin éxito también la prescripción de los hechos. Eso lo resolverá la sentencia. En todo caso, se trata de un juicio que llega veinte años después de que Piterman adquiriera el 51% del Deportivo Alavés y once después de que la Fiscalía abriera esta pieza penal, aunque otros episodios de aquella etapa ya hayan pasado por los tribunales también.
Fuentes judiciales indican que la normativa procesal impide la celebración de juicios 'en ausencia' siempre que haya sobre la mesa un delito penado con más de dos años de cárcel, como sobradamente ocurre aquí con la apropiación indebida. Así las cosas, el tribunal debería determinar si enjuicia en solitario a Nereo, que era el vicepresidente del poderoso Piterman. Habría que cursar también una orden internacional de búsqueda y captura. En esta causa hubo una tercera investigada. Su pareja de entonces, Milanendra Vikramsigngh, era la secretaria del club y se la considera implicada en las irregularidades y benificiaria del saqueo. Hace años que no pudo ser localizada en el extranjero y se abrió una pieza separada para depurar sus responsabilidades. 'El Correo' ha publicado que ha sido localizada en California y que se han reabierto los intentos para juzgarla.
Piterman quiso convertirse en un magnate del fútbol en España. Inició sus aspiraciones con los modestos Tossa y Palamós de Girona hasta dar el salto al Racing de Santander con un 24% del accionariado, donde se hizo más conocido. Sin embargo, su gran plan fue hacerse con el 51% del Deportivo Alavés en 2004, un club entonces en lo más alto tras haber sido subcampeón de Europa en 2001 de la mano de Gonzalo Antón. En la parte administrativa, controló el equipo mediante la sociedad Jugovic S.A. y ubicando a personas de su confianza como Nereo al frente de las operaciones. Se trató de una época caracterizada por el intervencionismo total: el presidente decidía incluso hasta los detalles deportivos.
Las conclusiones de la Fiscalía, que aceptaría también una pena de cinco años y medio si el tribunal entiende que el delito fue de “administración desleal continuada” y no de “aprobación indebida”, sostienen que Piterman y Nereo “se apoderaron de fondos” del Deportivo Alavés en la cantidad de 3,16 millones de euros. En concreto, se describen una serie de operaciones irregulares para tenían que como nexo desviar dinero de la entidad a empresas controladas por los gestores. Por ejemplo, “en los meses comprendidos entre julio del año 2004 y junio del año 2007, sin justificación deportiva, los acusados se alojaron en el hotel Lakua, hotel de cinco estrellas sito en Vitoria, y alojaron a personal vinculado a ellos, abonando el importe de los gastos con fondos del Deportivo Alavés, por un total de 278.184,44 euros”. También sacaron 49.263,38 “por gastos de viajes y estancias personales” correspondientes a “billetes de avión en clase 'business' ida y vuelta Bilbao-Londres-San Francisco, Bilbao-París-San Francisco, Santander-Barcelona, Santander-Madrid, Santander-Palma de Mallorca, Bilbao-Paris y Tenerife-Bilbao”, al igual que “gastos de alojamiento en Suite Real Hotel Nixe Palace Palma de Mallorca”.
Más: “Los acusados, entre julio de 2004 y junio de 2007 se apoderaron de fondos del club por un total de 2.366.901,36 euros, para lo cual emitieron facturas desde empresas a ellos vinculadas, sin soporte contractual alguno que las justificase”. Solamente a Management Deportivo SCP “se giraron siete facturas por valor total de 1.010.000 euros”. Nereo, a través de sus empresas de seguridad, cobró otros 51.932,41 euros por “servicio de seguridad personal que se prestó en el domicilio de Piterman” a costa del club. Y “los acusados, movidos por la intención de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito, acordaron con la mercantil Selección de Publicidad SLU, cancelar una deuda por valor de 69.276,08 euros de la que era acreedor el Deportivo Alavés, a cambio de recibir material audiovisual en la instalación Apartahotel Palamós”, otro negocio de Piterman. Es decir, pagaba las mejoras -y los televisores- de ese establecimiento en Catalunya a costa del equipo.
A los cuatro meses de tomar el control del 51% del Deportivo Alavés, Piterman aperturó en el Banco Sabadell de Palamós una cuenta “opaca” ajena al control del club donde hubo varias transferencias de 150.000 euros salidas de las arcas de Mendizorroza. Y todavía se encontraron más cosas. “Los acusados, en perjuicio de los fondos sociales que administraban abonaron un total de 193.981,97 euros, mediante pagos por caja en base a facturas con fatos fiscales inexactos, de fecha posterior”. O “realizaron aportaciones de fondos del Club Deportivo Alavés, sin soporte documental, al club de futbol sala Atenea por valor total de 149.876,97 euros”. Piterman y sus colaboradores “no llevaron la contabilidad obligatoria ni presentaron, ni legalizaron los libros contables, pese a estar obligados a ello, en los ejercicios de 2004, 2005 y 2006”.
La falsa amenaza de ETA
La instructora de la investigación, Ana Jesús Zulueta, llegó a describir cómo Piterman simuló una falsa amenaza de ETA para inflar los gastos de seguridad y llevarse el dinero. Así lo explicó en 2021 la magistrada: “Con el objeto de apropiarse de cantidades de dinero pertenecientes a la sociedad Deportivo Alavés SAD, Piterman y Nereo decidieron 'implantar' seguridad privada a la familia con ocasión de la aparición de una presunta amenaza del grupo terrorista ETA. El pago de estos servicios se realizó a cargo de la sociedad Deportivo Alavés SAD. La facturación se realizó por diferentes empresas, en cuyos consejos de administración siempre figuraba Nereo. Eran Management Deportivo SCP, Consocisa SL, Elne 318 Servicios Integrales SL, Elne 318 Segur, Protec y Vigilancia SL, Servitas 24H SL, Silaichar SL y J.Gil”. “Facturaban al parecer -explica la instructora- repetidas veces por unos mismos servicios que, en todo caso, eran prestados por una de ellas”. El terrorismo de ETA se ha convertido en Euskadi en todo comodín para justificar operaciones económicas opacas, como se ha visto en casos como el de Víctor Bravo o el de De Miguel.
Si se cumple el guion previsto, el juicio tendrá cinco sesiones. La del miércoles será vespertina. El lunes, además de las cuestiones previas, declararían los acusados. Nereo, contactado por este periódico, no ha querido hacer comentarios. El martes y miércoles es el momento para los testigos. Y el juicio reunirá a personajes muy relevantes de la historia reciente del Deportivo Alavés. Comparecerá el actual presidente del club, Alfonso Fernández de Trocóniz. El club mantiene un perfil bajo con el asunto, aunque es evidente lo que piensa a tenor de su petición de cárcel, más alta que la del ministerio público.
También está citado el entrenador fetiche de Piterman en sus diferentes destinos, Chuchi Cos, así como otro preparador de aquella época, Mario Luna. O el delantero Rodolfo Bodipo. En la lista de comparecientes figura igualmente Alfredo Relaño, director de 'As' entre 1996 y 2019, u Óscar Ribot, periodista, exdirectivo del Real Madrid y ahora empresario del mundo del deporte. Finalmente, está convocado Alfonso Arriola, exdirector general del club. Arriola, militante del PNV, está condenado en firme por el Tribunal Supremo por corrupción. Era el director del parque tecnológico de Miñano cuando permitió que su colega de partido Alfredo de Miguel extorsionara a una empresaria para cobrarle una comisión de 100.000 euros, entre otras irregularidades. El jueves será el momento de los peritos de las partes y el viernes se pronunciarán las conclusiones.
El documental de Movistar Plus
La última aparición pública de Piterman fue frente a la cámara y con las playas de la ciudad californiana de San Diego de fondo, con un paisaje bucólico sobre el que se entremezclan el perfil de un hombre con gafas de sol que lee citas de poetas como Shakespeare y Campoamor y las figuras de unos perros que chapotean en la orilla. La conversación se la ofreció a Movistar Plus en 2022. “Intenté hacer algo positivo en cada club, pero el mensaje no llegó y la mayoría de la gente no lo entendió. La sociedad no aceptó la figura Piterman”, recalcaba.
Sobre su paso por el Deportivo Alavés, aseguraba que llegó a Vitoria y asumió las riendas cuando el club tenía deudas que ascendían a los quince millones de euros. Quique de Lucas, que militó en el equipo desde 2004 hasta 2007, recordaba en ese mismo programa que durante las pretemporadas del equipo, que solían desarrollarse en California, los futbolistas se alimentaban de “hamburguesas, ‘nuggets’, pizzas, chocolate, cervezas”. Con esa dieta, el equipo perdió cinco partidos de preparación para la temporada 2005-06 y Piterman, que había relegado a Cos del puesto de entrenador al de dirección deportiva, lo volvió a colocar al frente del equipo a falta de apenas dos semanas para el primer encuentro oficial. “El fútbol es así”, remachaba en la entrevista.
Alberto Garmendia, que fue asistente del Alavés, recordaba en ese mismo documental una anécdota: según sus propias palabras, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, había confesado en alguna ocasión que sentía envidia de Piterman, porque tenía la pulsión de bajar al campo, ejercer de entrenador y decir lo que quisiera. “La gente piensa que había una autocracia y que Piterman era quien mandaba, pero no es cierto”, sostenía el ucraniano, que en todo momento se refería a sí mismo en la tercera persona.
Luego llegaron las protestas en el estadio de Mendizorroza, los enfrentamientos entre aficionados y jugadores, las ocasiones en las que miembros del cuerpo técnico tenían que enfilar el túnel de vestuarios escoltados por la Ertzaintza. “Tengo bloqueados muchos de esos recuerdos”, aseveraba Piterman, que veía esa ‘amnesia’ como un mecanismo de defensa. Los impagos abonaron la discordia entre Piterman y los jugadores, que también denunciaron duros insultos. “Eso no empezó conmigo. Yo quería defender a Chuchi, hubo enfrentamientos y salieron muchas cosas que no deberían haber salido”, se excusaba Piterman. “La situación fue de mala a muy mala”, sintetizaba. Aunque hay vídeos antiguos en los que recalca una y otra vez que no se arrepentía “absolutamente de nada”, en la entrevista aseguraba que ahora, si tuviese la oportunidad, extendería “una disculpa incondicional” por aquellos sucesos y aquella crispación entre él y otros miembros del club.
La situación siguió complicándose y el club entró en concurso de acreedores, de tal manera que los jugadores y el cuerpo técnico quedaron sin cobrar un 50% de lo que se les debía. El propio Piterman reconoce que Javier Tebas —ahora presidente de LaLiga pero por aquel entonces su abogado— desempeñó un papel clave a la hora de convencerlo de que tenía que dejar el club. “Javier Tebas fue también un representante del Alavés y fue una persona importante para decirme que tenía que salir”, decía el propio Piterman. “Había un interés por que pagase todo Piterman, pero no todo era deuda mía”, se quejaba. Según Cos, se fue “de la noche a la mañana”, no respondía siquiera a las llamadas de teléfono. “Lo primero de todo es pedir disculpas. Aunque mis intenciones no eran malas, todo el caos que trajo mi persona fue evitable”, apostillaba Piterman como colofón al documental, y añadía: “Me da un poco de tristeza no poder haberlo hecho mejor, pero la experiencia viene de muchas malas decisiones”.
El papel de Javier Tebas
Tebas también fue el abogado defensor de Piterman en otro juicio al que no asistió pero del que salió condenado. Una sentencia del 10 abril de 2007 firmada por el juez de Vitoria Roberto Ramos, luego conocido porque lideró la investigación del 'caso De Miguel', impuso una multa de 3.500 euros y una indemnización al futbolista Lluís Carreras por una “vejación injusta”. En concreto, quedó probado que el factótum del Deportivo Alavés profirió lo siguiente a Carreras en el vestuario y delante de buena parte de la plantilla de la época: “Cállate tu puta boca. Me cago en tu puta madre. Todos los catalanes son una mierda. Que mis hijos se follen a tus hijos. Me cago en tu padre muerto. Estás acabado”.
Carreras lo denunció en una sonada rueda de prensa y luego lo ratificó en sede judicial. Le apoyaron ante el juez Ramos los capitanes del equipo, Edu Alonso y Martín 'El Pulpo' Astudillo, así como De Lucas, que era una de las estrellas. Tebas admitió lo ocurrido en nombre de Piterman en busca de un trato penal más favorable, aunque aquella sentencia confirmaba la gravedad de lo que ocurría de puertas para dentro en Mendizorroza. Este episodio recuerda a otro de su etapa en Santander. Según recogió Efe en 2005, la Audiencia Provincial de Cantabria sancionó al expresidente del Racing a pagar 10.500 euros en multas y 24.000 euros en indemnizaciones “por insultar y amenazar a los dirigentes de la plataforma de aficionados que se oponía a su gestión del club”.
Piterman -con Nereo- salió mejor parado del proceso mercantil. Con una deuda de 25 millones de euros, el club entró en concurso de acreedores, la última bala para las empresas en quiebra. La Justicia puede calificar ese movimiento como “culpable” si entiende que los gestores actuaron de manera incorrecta. La Audiencia Provincial de Álava así lo hizo, pero el Tribunal Supremo, en 2015, anuló la indemnización de 6,8 millones que iba a recibir el club al estimar parcialmente un recurso de las defensas de los acusados.
Finalizada de modo abrupto la era megalómana de Piterman, que incluía un colorido Hummer, posados desnudo en 'Interviú' en instalaciones municipales y hasta un museo con su colección de Dalí en el campo de fútbol, la entidad fundada en 1921 bordeó la desaparición. El Deportivo Alavés contó con apoyo público y político para su rescate y acabó integrada en el grupo Baskonia, donde ahora continúa. Pasados los años regresó a Primera División e incluso alcanzó la final de la Copa del Rey en 2017, la segunda de su historia tras la de Dortmund en 2001.